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Recompensa Anticipada

Tamara

Mi boca podría decirse que casi cayó literalmente al suelo cuando él dijo eso, aún que sea un bicho que podría matarme en cualquier momento no pude evitar el golpe que le di en el brazo por ser tan idiota, no entiendo como juega con esto sabiendo que me afecta tanto.

Él rió con ganas y no puedo creer que todo el mundo crea que las mujeres son complicadas, a veces lo somos, pero generalmente los complicados son los hombres porque no les podes meter una sola idea a su cabeza si ellos no quieren.

— No puedo creer que tangas tan poco instinto de supervivencia que te atreviste a golpearme. —Dijo entre risas mientras revolvía mi pelo con su mano, 'no soy un perro' no pude evitar pensar.

— Quizás porque no sos un peligro para mi vida. —Aseguré con una sonrisa desafiante, sacandole la lengua de una manera infantil.

— ¿Segura? —Preguntó mirandome completamente serio, de alguna extraña manera me sentí algo intimidada, pero aun así estaba dispuesta a responder. Pero en menos de un segundo ya me encontré siendo estampada contra la pared, cerrando los ojos por el repentino susto, y para cuando los abrí me encontré con la criatura mirándome con una sonrisa a sólo unos centímetros de distancia.

Me mantuve en silencio sin saber que decir o como actuar, solo lo mire fijamente con la boca inconscientemente abierta.

— Ok, esto es muy raro y me perturba. —Dije finalmente al pasar los minutos, en un intento de tapar mis nervios, cosa que no me salio tan bien ya que mi voz tembló.

Llegó el momento de escapar.

Intente empujarlo pero no se movió ni siquiera un poco, es como si yo no lo hubiera empujado. 'Esto es raro, yo no soy débil ' pensé negándome a aceptar que mi fuerza no era nada comparada a la suya, cosa que tenía mucho sentido realmente.

Suspiré, agradeciendo por esta vez que este bicho sea tan putamente alto, me agaché y pase por debajo de sus brazos cuando él pensó que me había rendido. Al ser libre sonreí con satisfacción, sacandole la lengua.

Vi como el bicho abría la boca para decir algo pero inmediatamente la cerró al escuchar mi celular vibrar, yo quise agarrarlo, pero él fue más rápido y me lo arrebato.

— Es tu amiga, quien lo diría, sigue vivita y coleando. —Se burló y yo salte intentando "robarle" mi propio celular, cosa que no me salió débido a la diferencia de altura— Enana. —Siguio burlándose, pero ahora de mi completamente normal altura.

Yo no soy enana, él es exageradamente alto.

Tensé mi mandibula y puse los ojos en blanco a la par que me subía en mi cama e inmediatamente sin darme tiempo a pensar me lancé sobre él como si fuera una luchadora profesional.

Caí, rodeando con uno de mis brazos su palido cuello, y con el otro intente recuperar mi celular para poder liberar a Jess de su preocupación, pero una de sus grandes manos me agarro de la cintura mientras que la otra lanzó mi celular.

No me jodas.

Sintiendo como el alma se me salía del cuerpo solté un chillido suplicando que me soltará, con la intencion de poder asegurarme de que mi celular siga vivo e ignorando que solo fue una debil caida sobre mi cama. Sin embargo, el bicho agarro el otro costado de mi cintura con su mano restante recién liberada, logrando separar victorioso mi cuerpo del suyo y alzandome como si yo fuera el bebé del rey león.

Bueno, mentiría si dijera que no me sorprende.

Solo le dirigí una mirada de 'Wtf' al notar que me miraba fijamente con una sonrisa escalofriante, comencé a reírme nerviosa intentando suavizar la incómoda situación. Su mirada no se apartó ni por un segundo, si, ni un maldito segundo, parece que le gusta que la cosa sea incómoda.

A Través Del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora