Capítulo VIII: Ratas y renegados [Parte 1]

4.8K 320 225
                                    

Cr. de la imagen a quien corresponda

A D V E R T E N C I A

Este capítulo contiene escenas explícitas de violencia.

Marcaré con un ** al inicio y al final de la escena para aquellas personas que sean sensibles.

Sin más, que empiece la lectura...

~*~*~*~

Ver la mesa de la cocina frente a él, con platos y cuencos a lo largo, era algo que no había esperado. TaeHyung había planeado beber varias tazas de café como desayuno a las 6 a.m. como lo había hecho días pasados, sin embargo, ahí estaba a las 8:30 a.m. de pie frente a la suite de JungKook. Estaba más que sorprendido por esto, ya que por lo general estaría en la parte trasera del auto junto al joven heredero cruzando Seúl. Al final de la mesa de roble, JiMin estaba sentado en el lugar donde debería suponerse estaría JungKook, pero esto le importaba menos al menor.

TaeHyung vio un gran platón repleto de fruta cerca del centro. Alrededor había cuencos con guarniciones, arroz y trozos finamente cortados de huevo y carne. Todo se veía de clase alta, no como su desayuno habitual de sobras frías o mierda frita. Los cuencos eran de porcelana y contrastaban contra la oscura madera de roble. Había dos jarras de vidrio sobre la mesa, de forma elegante y llenas de agua y jugo de naranja. Nada de champán a la vista, ni siquiera café.

—Siéntate, TaeHyung —dijo JungKook a pesar de que estaba de pie. Había un vaso de jugo de naranja en su mano y estaba picoteando la comida en lugar de comerla adecuadamente; llevándose uvas a la boca o aceptando de los palillos de JiMin—. ¿No desayunas? Parece como si nunca hubieras visto algo como esto antes.

—No, no es nada de eso, sólo... —TaeHyung se detuvo unos segundos y escuchó a JiMin reír suavemente desde su lugar. Riendo por su desconcierto, obviamente—. Es una sorpresa, JungKook.

—Mmm, me encantan lassorpresas. 

Por primera vez desde que entró miró a JungKook y no la mesa, sintiendo una punzada en su pecho al ver su sonrisa. Ah sí, sorpresas. Como lo que sucedió ayer por la noche. El bondage y la mamada en su departamento. TaeHyung seguía confundido por los eventos y quizás un poco avergonzado, pero había valido la pena. Estaba parado en esa suite, como invitado a un desayuno con ese par. Era como un ascenso. TaeHyung supuso que debió haberse sorprendido por ello, pero no era el caso. Fue sólo un shock leve y nada más.

—Vamos, siéntate.Antes de que te obligue a poner tu trasero en la puta silla. —TaeHyung lo tomócomo una señal para apresurarse antes de hacerlo enfadar. Después de todo aúnno podía predecir el humor de JungKook. Quizás unos días más y ya sabría cómotratarlo. 

TaeHyung se sintió bastante extraño al comer de esta manera, casi como si estuviera robando. No obstante, JungKook le dijo que comiera así que tomó varias cosas. Un cuenco de arroz lo puso de su lado y añadió algunos trozos de carne al plato de porcelana frente a él, junto con dos trozos de huevo y un puñado de uvas. Pensó que comer fruta con comida deliciosa —como la que había ahí— sería desagradable, pero no fue el caso. Después de un bocado del pollo, una uva dulce parecía el complemento perfecto. Estaba comiendo como un maldito rey, mientras que su equipo —suponía— estaría bebiendo café azucarado y comida chatarra. HoSeok tenía una afinidad por los bagels que no lograba comprender.

—Hoy será un díaatareado, TaeHyung, te aconsejo que tomes un buen desayuno —recomendó JungKookmientras jugueteaba distraídamente con las puntas del cabello de JiMin.TaeHyung se detuvo en el proceso de extraer una uva del ramillete y lo miró. ¿Deberíapreguntarle a qué se refería con eso? ¿O simplemente dejaría que El Chico leexplicara cuando éste decidiera hacerlo?

House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora