Capítulo X: Mascota inteligente [Parte 2]

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Había pasado bastante tiempo desde que NamJoon había estado en un hospital, así que se sentía extraño. Las puertas se abrieron ante él, dejando ver un interior pulcramente blanco, relucientes mostradores de vidrio en su campo de visión. Se detuvo antes de siquiera acercase a alguno, pues se sentía mareado, confundido y conmocionado. Vio a algunas personas sentadas en las sillas de los costados y enfermeras ir y venir de pasillos. Miró el mostrador de la recepción y decidió que debía ir y saber qué mierda había pasado. Cuando estuvo frente a la recepción, la enfermera en cuestión le miró.

—¿Hola?

—Hola, estoy aquí para ver a un paciente. Jung, Jung HoSeok —explicó mientras sacaba la cartera y se la mostró a la mujer. Ella la miró para luego mirarlo de nuevo—. Fue internado esta mañana. Fue apuñalado en la calle.

—Sí, dame un minuto. —La mujer miró el monitor de la computadora que tenía fuera de su vista y tecleó rápidamente. NamJoon guardó su billetera y miró la entrada de nuevo. La enfermera le notificó que HoSeok podía recibir visitas y le dio el ala donde estaba, así como el número de su habitación. NamJoon respiró aliviado cuando supo que no estaba en cuidados intensivos, aunque era de esperarse pues sólo se trataba de una apuñalada—. Si sigue los señalamientos, no tendrá problema con dar con la habitación, pero si necesita instrucciones, pídalas a una enfermera.

Okay, gracias.

NamJoon dio la vuelta al mostrador dirigiéndose al ala derecha. Había un letrero en la pared que decía que se apagaran todos los dispositivos móviles y se detuvo para apagar ambos teléfonos: el personal y su teléfono intervenido. Esperaba que TaeHyung no intentara contactarlo mientras estaba en el hospital porque la llamada no entraría. NamJoon metió ambos dispositivos en el bolsillo de su pantalón para continuar caminando por el ala. Después de caminar un poco más, logró ubicar la habitación de su amigo. Se detuvo frente a la puerta unos segundos para tranquilizarse.

Al otro lado de la puerta, estaba HoSeok recostado en la cama, teniendo debajo de sí una pila de almohadas. Estaba despierto, mirando el techo con una expresión difícil de leer. Las sábanas le llegaban hasta la altura de las costillas y NamJoon pudo ver que tenía una intravenosa en la parte interior de su codo, entre otros tubos más. Era una habitación privada, así que podía darse el lujo de hablar relajadamente.

—Hola —saludó NamJoon, manteniéndose cerca de la puerta—. Oye, hermano, ¿cómo estás?

—Qué pregunta tan estúpida, NamJoon —susurró HoSeok sin mirarlo. Su voz sonaba cansada, así como la expresión en su faz. Parecía francamente agotado—. Me siento como la mierda. —NamJoon se acercó a la cama, caminando lentamente.

—Maldición, HoSeok, ¿qué demonios pasó?

—¡Sucedió que me apuñaló! —gritó HoSeok, como si no fuera obvio ese hecho. Ahora que lo veía bien, pareció sentarse en cuanto gritó—. Tres putas veces. Tres. En el estómago y yo...

—Oye, oye, no... —NamJoon lo empujó suavemente para que volviera a su posición inicial—. No te muevas ahora, podrías empeorar.

—No puedo estar peor que esto —murmuró HoSeok, apretando la mandíbula por el dolor del repentino movimiento. NamJoon notó una ligera capa de sudor en su frente—. Cuatro años... cuatro años trabajando y ni una sola vez recibí un disparo en una redada; disparo de Haedogje Pa, cabe aclarar. Nunca sufrí de alguna herida. Y luego Tae... Tae viene y el muy hijo de... —La voz de HoSeok se quebró ante esto y levantó un brazo tembloroso para ponerlo sobre su frente. Sus ojos estaban acuosos ahora—. Él me apuñaló, NamJoon.

—Lo sé. Sé que lo hizo. Por eso quiero saber qué pasó.

—Los estaba siguiendo desde el funeral —contó HoSeok en voz baja—. Ahn KangHo, su funeral fue esta mañana y yo estaba observando desde la distancia. Cuando vi al Chico irse, noté que Tae estaba con él; él y otro hombre que no reconocí. Así que seguí su auto... No debí hacerlo, pero sentí que era lo correcto. Ambos sabemos que El Chico había asesinado a Ahn. No creí que estaría en el funeral, pero apareció. —Pausó por unos segundos—. Tiene sentido, el asesino siempre aparece en la escena del crimen y, a veces, también en los funerales.

House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora