House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]

Capítulo XXIV: Puto Carpe diem [Parte 6]

Cr. img: A quien corresponda

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Durante unos segundos no se movió, sino que mantuvo el rifle apuntando a su pecho. Pero entonces algo pareció romperse dentro de él, lo último de su fuerza de voluntad, y TaeHyung vio la leve forma en que sus hombros se desplomaron. JungKook bajó el rifle primero, el cañón se movió desde su pecho hasta su estómago, luego su entrepierna y su muslo. El brazo del hombre más joven pareció perder fuerza y ​​luego, antes de que TaeHyung pudiera siquiera parpadear, el rifle se le cayó de la mano y cayó al suelo a sus pies. Sintió que su aliento dejaba sus pulmones en un fuerte jadeo y TaeHyung acababa de bajar los brazos cuando los oficiales de la sala estallaron en acción. HoSeok despejó el espacio entre ellos tan rápido que parecía un rayo, con el arma apuntando directamente hacia él.

—¡Manos donde pueda verlas, Jeon! ¡Manos justo delante de ti!

JungKook levantó los brazos lentamente, con las dos manos colgando flácidas y ni siquiera intentó mover el rifle, una señal de que podría haber cambiado de opinión. No, solo lo estaba mirando con una expresión en blanco y bastante aturdida, y TaeHyung solo pudo mirarlo de vuelta. Solo cuando estaba justo a su lado, HoSeok bajó su propia arma y se quitó la correa de su hombro izquierdo para agarrar las esposas de su cinturón.

—Jeon JungKook, estás bajo arresto por un centenar de jodidas ofensas conocidas y cerca de un centenar de jodidas ofensas sospechosas, no las enumero, así que lidia con ello —murmuró HoSeok mientras sacaba una de sus manos para poder abrochar la primera esposa alrededor de su muñeca. JungKook ni siquiera lo detuvo, sino que se quedó quieto y en silencio, con la boca ligeramente abierta y los ojos bastante vacíos cuando HoSeok aseguró el segundo brazalete—. Tienes derecho a permanecer en silencio, ¿quieres escuchar todos tus derechos o te los sabes de memoria?

Sin respuesta.

HoSeok extendió la mano para quitarse el casco, gimiendo y empujándolo debajo de uno de sus brazos para poder estirarse y quitarse el cabello de la cara. TaeHyung no se sorprendió en absoluto de ver que había gotas de sudor en la línea del cabello y una sola perla rodó por el costado de su rostro cuando se agachó para agarrar la parte superior del brazo de JungKook. Al contacto, los ojos de JungKook se deslizaron para mirarlo y hubo un momento de confusión en su rostro antes de darse cuenta de que estaba mirando exactamente al mismo oficial que había apuñalado el día del funeral de Ahn. TaeHyung se preguntó qué pasó por su mente y, sin embargo, realmente nunca lo sabría.

—Escuadrón, revisen a los hombres, si alguien está vivo, intenten mantenerlos respirando hasta que lleguen las ambulancias. Lee, toma esto. —HoSeok se quitó la correa y levantó el rifle. Otro oficial se movió para tomarlo. TaeHyung pensó que era una mujer quien había detrás del casco—. Asegúrate de que vuelva a la armería de la estación para que no me acusen de robarla... otra vez. 

—Sí, señor. —Y TaeHyung no se equivocó 

—Tae, ¿estás bien? 

—Uh... —Apartó los ojos del rifle que se balanceaba del hombro de Lee para mirar a su compañero de equipo y vio que HoSeok lo estaba mirando atentamente. ¿Era esa preocupación en su rostro? —. Realmente no. No. 

—...Está bien —dijo HoSeok después de un momento de reflexión—. Es lo esperado. Vamos, tenemos que salir de aquí. —Y con eso comenzó a tirar de JungKook a través del almacén sin siquiera una advertencia, el hombre más joven casi tropezó por la sorpresa. TaeHyung extendió la mano para estabilizarlo antes de soltarlo nuevamente, sintiendo que no debería tocarlo con todos los oficiales presentes. Parecía algo malo hacerlo y no podía sacudir el sentimiento. Mientras los guiaba a través de la habitación, tuvieron que pasar el cuerpo de Bae y TaeHyung no pudo evitar mirarlo.