Capítulo IX: "Little Games" [Parte 2]

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ATENCIÓN

Esta segunda parte TAMBIÉN tiene lemon. Si no quieres leer salta hasta los asteriscos (**). Gracias~

(Y quienes esperan por esta segunda parte, disfruten!!)

~*~*~*~

—¿Eso, eso fue el juego previo? —preguntó TaeHyung, sus ojos agrandándose por la sorpresa, casi como los ojos de los personajes en los mangas, mirando a ambos. Esas pestañas suyas tan hermosas como siempre.

—Sí, Tae —afirmó JiMin con una sonrisa, poniendo lubricante en sus dedos—. No hemos tenido nuestra diversión aún.

TaeHyung estaba bastante drogado para pensar en lo que acababa de suceder, lo que quizás era bueno. Si no estuviera lleno de energía, sensible al tacto, drogado y con unas copas de alcohol encima, no habría hecho nada de esto. No porque no quisiera, sino porque la vergüenza le habría ganado. Como si la idea de usar juguetes sexuales no fuera vergonzosa, pero ¿sexo real? TaeHyung sabía que se negaría de estar en sus cabales, aunque tuviera tentación de hacerlo, hubiera requerido de un empujón... como el de la droga. Y la cocaína había sido ese empujón que lo había llevado al límite y quería más.

Incluso ahora no sabía lo que "más" significaba e intentar razonarlo le daba miedo.

Una rápida mirada le demostró que JiMin ya no traía la bata puesta. Ni siquiera se había percatado por haber estado admirando el cuerpo de JungKook. Cuando miró el piso, vio la seda desparramada en él. JiMin se estaba preparando, y a lo que se había referido JungKook era a meterse los dedos.

Dejó atrás ese panorama para mirar esta vez a JungKook, quien no estaba prestando atención,sino disfrutando del goteo. TaeHyung sentía su cara arder. Se estiró para tocarse y sintió que estaba caliente, incluso cuando su cabeza parecía en las nubes. En la cama, junto a él, JiMin se acercó y le tomó una gran fuerza de voluntad no mirarlo, a pesar de los ruidos que emitía; principalmente el sonido de sus dedos llenos de lubricante abrirse paso en su interior. 

TaeHyung brevemente se preguntó qué demonios estaba pasando y, sin embargo, no entendía nada. Recordó la gala, el sonido de gritos y el olor del humo saliendo de la pistola, pero nada de eso parecía importarle. Los hombres muertos y posibles rebeliones no tenían ningún significado. Estaba demasiado drogado para preocuparse. ¿No era gracioso? Eso fue suficiente para que se riera por lo bajo. Ante este sonido, JungKook lo miró. Después de unos segundos, le secundaba con una sonrisa, una sonrisa como si entendiera la broma, incluso cuando no fuera el caso.

—¿De qué te ríes ahora?

—Ma-maté a un hombre esta noche y aquí estoy —explicó TaeHyung, extendiendo su brazo, refiriéndose a la suite—. Estoy en el bloque de apartamentos más caro de todo Seúl, drogado hasta la mierda. —Se rio nuevamente—. Follando con una estrella porno es... es muy divertido, JungKook.

—Supongo que sí —concordó JungKook antes de reír suavemente de acuerdo.

—Bebé, estoy listo para ti —anunció JiMin, acaparando su atención y verlo recostado en la cama, con las piernas abiertas y las caderas elevadas para sacar sus dedos. TaeHyung dirigió su mirar a los cuatro dedos que salían de su ano. Se asombró por breves instantes para después recordar que JiMin era una estrella porno.

—... ¿qué hay de JungKook?

—Amo se unirá cuando esté listo —explicó JiMin y entonces TaeHyung se dio la vuelta para mirarlo—. Vamos, Bebé, te necesito dentro de mí.   

House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora