House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]

Capítulo XX: Delirios de grandeza [Parte 1]

Cr. img:  A quien corresponda

Capítulo 20!! Waaaah!! Nos quedan sólo 5 y terminaremos con esta historia! TuT 

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Como era de esperar, JiMin descubrió que sus piernas no estaban del todo estables, por lo que fue una bendición que TaeHyung lo tomara de sus brazos con fuerza para mantenerlo de pie. Sin su apoyo, probablemente se habría caído. Eso hubiera dolido mucho, pudo haberlo noqueado, lo que pudo haber sido algo reconfortante en ese momento. Pero tenía las manos apretadas alrededor de los codos como anclas, por lo que no tenía que preocuparse por caerse. Las palmas de sus manos estaban bastante frías en su piel, frías por el clima exterior, pero también tal vez por otra cosa. Algo así como un miedo lo suficientemente fuerte como para convertir su sangre en hielo en sus venas.

La cara de TaeHyung estaba sin expresión, ojos muy abiertos y labios bastante flojos. Su piel bronceada había palidecido considerablemente y solo lo estaba mirando. Su mirada parecía atravesarlo, sin mirarlo en realidad. JiMin se preguntó si también se veía así, pálido y atónito. Después de un minuto de silencio se las arregló para mover los labios y hablar, la voz salió en un graznido bastante áspero.

—¿Qué quieres decir con "Jeon está muerto"?

—Está muerto, Tae, fue asesinado en un tiroteo en Mapo-gu. Estaba en las noticias, en todas las noticias, está muerto, Tae, él está... —JiMin gimió y sus piernas se tambalearon, haciéndolo caer hacia adelante para que su cabeza golpeara contra el pecho ajeno. Se sintió mareado de nuevo como si hubiera vuelto a la guarida, excepto que al menos su pecho no le dolía en este momento. El otro hombre ni siquiera se movió del impacto, lo que significa que pudo haberse desplomado contra él. Por extraño que pareciera, TaeHyung no se sintió tan diferente en comparación con YoonGi, incluso con las obvias diferencias de altura y peso. Se preguntó brevemente qué se sentiría si JungKook se aferrara a él de esta manera antes de que el otro hombre se moviera un poco y la idea fuera eliminada de su mente.

—Vamos, siéntate —murmuró TaeHyung mientras se sentaba en el diván. Lo arrastró con él, lo tiró sobre su regazo con bastante fuerza. A JiMin no le importó en absoluto, ya que no era como si estar de pie fuera realmente una opción. Sintió que sus jeans rozaban los pantalones de su traje con una serie de ruidos suaves y susurrantes y se acomodó en su regazo, con los brazos apretados alrededor de su cuello para poder enterrarse contra su pecho—. Puta madre, putísima madre —exhaló TaeHyung, palabras dirigidas a nadie en particular.

TaeHyung no era exactamente JungKook, pero era más que suficiente. El calor de su cuerpo y su toque lo hicieron sentir mucho más seguro, porque JiMin sabía que estaba en buenas manos. Cuando cerró los ojos y apretó los brazos alrededor de su cuello, descubrió que la imagen mental del Ssangyong de Jeon ya no estaba presente, sino solo la sensación reconfortante de su aliento en la parte superior de su cabeza. Todos los pensamientos sobre la muerte y la miseria simplemente escaparon de su mente y eso fue una bendición.

JiMin no estaba por completo seguro de cuánto tiempo se quedaron sentados en el diván en silencio, solo que debieron haber pasado un par de horas para que el cielo comenzara a cambiar: el azul se volvió una serie de rosas y púrpuras. La ropa de TaeHyung tenía una extraña mezcla de aromas provenientes de ella: el olor acre y bastante desagradable de la gasolina debajo del humo. El olor hizo que a JiMin le picara la nariz y se preguntó por qué olía así, antes de decidir que no quería saberlo. Pudiéndose tratar de algo malo, eso lo sabía. TaeHyung no olería como una hoguera a menos que hubiera fabricado una. Sentía que podía pasar el resto de la noche simplemente sentado en su regazo así, con las piernas dobladas sobre el resto del cojín y la mano de TaeHyung en su espalda baja: cálida y de apoyo. Pero eventualmente el otro hombre se movió debajo de él, más o menos tratando de hacer que se bajara de su regazo. Pero JiMin no quería hacerlo, sino que quería permanecer en su lugar, así que solo se movió para levantar la cabeza del pecho, con los brazos alrededor del cuello para poder mirarlo a los ojos.