¿Te odio? ¿Te amo?- T.K.O x K.O ❤

Lemon fresquesito🍋

En cuanto llegaron a la casa del de piel pálida, T.K.O bajo al castaño.

-¡T.K.O! ¿Qué hacemos aquí? ¡Mi mamá estará preocupada si no voy a casa!- gritaba con el enojo el castaño antes de mirar de reojo su casa- ¡wow! ¡Es un palacio tu casa! Digo... ¡T.K.O!

-sereno moreno, Alfred podrá encargarse de eso.- decía el de piel pálida tocando el timbre de su casa.

-¿y quién es Alfred? ¡Ese es el mayordomo de Batman, menso!

En eso, un señor adulto, de más de 60 años de edad abrió la puerta, sin dejar de mirar al de piel pálida.

-joven T.K.O, adelante- decía Alfred dejando pasar a los dos chiquillos.

-Alfred, podrías llamar a la mamá de K.O para decirle que se quedara en mi casa ¿podrías?- decía el de piel pálida sacándose las orejas y la cola de lobo, dejándolas en el sillón.

-por supuesto, joven K.O ¿podría darme el número de teléfono de su madre?

-¡p-por supuesto señor! Lo tengo apuntado en un papelito siempre- dice el castaño dándole el papelito a Alfred.

-ahora... ¿Alfred has visto el botiquín de medicinas?

-sí, su madre lo dejo en su habitación, si me disculpan, me retiro a hacer lo que me pidió.

-adelante.

El mayordomo se retiró del lugar, mientras que T.K.O le dio la señal al castaño que subiera a su habitación con él, K.O solo lo siguió por detrás. Entraron a la habitación de T.K.O y la verdad... era un poco predecible que tenía que ser morada con un montón de posters de bandas de rock pesado, una guitarra y una laptop negra con una pegatina de un cactus, encima de un escritorio... negro.

-tu habitación... es bastante cálida.- decía el castaño.

-sí, gracias, ahora siéntate en la cama, tengo que mirar tus moretones.

A K.O le daba un poco de vergüenza mostrar sus moretones del cuello, aunque era evidente que le dolían. Pero le dolía mas saber que T.K.O aun no decía nada sobre su confesión. El castaño se sentó en la cama, dejando ver su cuello con los ojos humedecidos, esas heridas del cuello ardían un poco debido a que Breaker mordía y chupaba horriblemente su cuello. T.K.O solo suspiro y humedeció un algodón con un poco de alcohol, empezó a dar pequeños roces sobre el cuello del castaño mientras el solo daba muecas de ardor e incomodidad.

-¿duele?- decía el de piel pálida.

-u-un poco.

-oye... sobre la confesión...

-¡por favor no me odies!-decía tapándose la cara con lágrimas en los ojos. El castaño estaba devastado, al de piel pálida le dolía verlo así, tenía que hacer algo.

-K.O, cálmate, ni siquiera has oído mi declaración.

-sniff- ¿eh?

-yo... te diré la verdad- decía al de piel pálida con firmeza- la primera vez que te vi, un niñito de mami, llorón y débil, que solo sabía lloriquear... pero cuando me hablaste, lo hiciste sin ningún motivo y sin recibir nada a cambio. Cuando te dije que no quería tener nada que ver contigo, te pusiste triste, como si te... importase mi amistad. Al día siguiente, cuando hicimos el proyecto en parejas, realmente te importaba como estuviese, como me sentía y por qué me sentía así. Realmente esa fue la primera vez que alguien se preocupó por mis sentimientos, nada es asunto mío, pensé que no me importaba nada.- decía tomando la mano del castaño- hasta que llegaste tú, realmente hiciste interesante la escuela y por eso te lo agradezco de lo más profundo de mi negra alma. Yo... te amo, K.O.