Recuérdame - Omegaverse (DekuKatsu) TERMINADA

Capítulo 24

Había despertado, se tallo los ojos y bostezo con pereza, al sentarse y estirar sus brazos, un peculiar aroma llego a sus fosas nasales, le llamo la atención, le era tan familiar que estaba seguro que se hallaba ligado al sueño que había tenido.

No era la primera vez que lo olía, de eso estaba seguro, su olfato e instinto, le susurraba que ese era un aroma muy común para él.

Si aún se hallaba ansioso y algo excitado por culpa de ese peculiar recuerdo, le parecía comprensible el hecho que no haya marcado a Kacchan antes de casarse con él, sonaba a algo que el habría hecho, porque recordaba bien como este le había mencionado que ese acto se llevó a cabo en su noche de bodas.

En la sociedad era mal visto un Omega marcado sin tener una relación formal, sobretodo uno tan joven, era precipitado y los prejuicios eran bastante crueles por parte de otros Alfas, era algo que sabía que al Omega seguramente le importaba poco, pero Izuku no se imaginaba pudiendo lidiar con verlo en una situación precaria por su culpa.

Supuso que espero al momento indicado para marcarlo, cosa que le pareció bien, era lo adecuado.

Se levantó y se avergonzó al ver como su entre pierna se hallaba alzada recordándole lo mucho que le éxito recordar al Omega jadeando debajo suyo, aun no podía creer como es que Kacchan podía hallarse en una situación como esa, sobre todo siendo sometido por el mismo.

El y Kacchan habían tenido relaciones, aun le parecía sorprendente, tal vez todo era un largo sueño donde prontamente despertaría y volvería a su triste realidad, donde ambos son solo rivales.

La intimidad con el rubio, cada vez era más y más bombardeada en su cabeza, pero la intimidad solo es parte de un romance, el cómo terminar en un matrimonio es algo a lo que aún no sabía cómo se daba. Hasta ese punto, solo conocía la lujuria que la adolescencia les había provocado, sentimientos nuevos y ansían por tenerse.

Izuku se encamino al segundo piso, en el transcurso se percató de la hora, comenzaba a anochecer, tomaría un largo baño, se haría cargo de su problema, después cenaría y volvería a dormir como tronco.

Pero antes de poder llegar a su ahora habitación — la de huéspedes — ese aroma se volvió tan intenso que no pudo ignorarlo, tomo la perilla de la habitación que se suponía compartía con el rubio, no toco, y mucho menos le importo tal vez romper la perilla para poder ingresar y que el seguro le fuera inútil contra él y su clara ansiedad por entrar.

Su rostro avergonzado y mejillas rojizas le bastaron para hacerlo escabullirse sobre él, estaba sobre la cama boca arriba, jadeaba mientras se tocaba, Kacchan trataba de alguna manera satisfacerse y poder darle alivio a su ansioso cuerpo de su ser tocado por su Alfa.

Izuku no tenía ni idea de cómo ambos funcionaban, pero no importaba la situación, desde que el pequeño Izumi había llegado a sus vidas, la intimidad se había vuelto más dificultosa a cuando este no estaba, así que una noche donde el pequeño no estaba presente jamás era desperdiciaba.

Todo lo contrario, solían tener sexo hasta el amanecer, jugar y coquetear dándose mimos, palabras dulces y saciándose de amor por el otro como les encantaba, Izuku solía ser tan detallista que sus cursilerías solían hacer sonrojar a su esposo por lo mucho que odiaba admitir que le encantaban.

Izuku no lo recordaba, pero el día que vio a Kacchan sonrojarse como nunca, fue cuando se le ocurrió la descabellada idea de llevarle un ramo de rosas, esa noche consiguió mucho más de lo que solía, su esposo no lo admitió, pero el ser cortejado y que su esposo le coqueteara le encantaba.

¿Por qué dejar de enamorarlo? Izuku siempre se aseguraba de recordarle a su Omega lo mucho que lo amaba.

Kacchan solía sorprenderlo con algún juego, juguete o incluso se volvía una fiera que atacaba al pecoso en cuando este se le acercaba, se abalanzaba sobre él, haciendo que el pecoso lo cargase enredado en su cuerpo mientras su guerra de besos y manoseos eran un juego previo en el que ninguno quería perder.