Capítulo 25

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Al despertar simplemente sintió un hueco en su estómago, era un dolor abrumante, se levantó corriendo y vomito todo lo que tenía, sollozo por el fuerte dolor que le causaba, se sentía fatal.

Bajo la palanca con dificultad, a casi rastras encaro el espejo y vio su rostro demacrado, se veía fatal ¿Cómo encararía a su cachorro así? Sabía que el chiquillo se preocuparía, lloraría y tal vez terminaría odiando a su padre.

Eso era algo que Kacchan no quería, no podía permitir que los problemas abrumaran a su pequeño. Se desvistió y se percató de unas cuantas marcas en su cuello de la noche anterior, golpeo el espejo y al romperse su mano se cortó.

Ya no soportaba todo lo que ocurría, quería odiarlo, quería gritarle y maldecir su existencia hasta quedarse sin voz, huir de ahí y olvidar, olvidar como él lo hizo.

Así como él se olvidó de él, de sus promesas, de su romance, Katsuki quería olvidarse de todo lo que había pasado en los últimos diez años de su existencia, se vendo la mano, volvió a su cama y el aroma de Izuku invadió sus fosas nasales.

Tomo la almohada de este, la cual era lo que más emanaba su aroma, la azoto contra la pared y lo maldijo, sus sollozos hacían que su garganta ardiera, cayo de rodillas sobre la cama y tallaba sus mejillas desesperado.

No pudo más y recogió la almohada abrazándola y escondiéndose entre las sabanas.

Estaba llegando a un punto donde había tocado fondo.

¿Qué tan frustrado se sentía? Aun no sabía porque lo hizo, quería simplemente huir de todo, huir de él, llego y toco la puerta con pereza, no tardo en abrirle, la mujer vio confundida al pecoso frente a él.

—Izuku ¿Estas bien?

—No, no lo estoy, nada está bien mama...

Y tal vez fue porque sus sentimientos estaban ligados, o tal vez él también había tocado fondo, pero termino lloriqueando como cuando era un infante en los brazos de su madre.

La mujer lo hizo pasar y dejo a su pequeño lloriquear a todo pulmón sobre su pecho, al sentarse en el sofá, el Alfa se hallaba de rodillas abrazando a la mujer con demasiado anhelo.

Eso le preocupaba, llevaba años sin ver a su hijo en ese estado, aunque se imaginaba que tarde o temprano este caería en ese estado, ahora le preocupaba como se hallaría el Omega al que su hijo tanto amaba.

Y es que la mujer sabia lo frágil que podía ser un Omega en una situación así, si el alfa se hallaba quebrado, el omega seguramente estaría destrozado.

Todo era un mar de preocupación ahogando a la mujer, su hijo, Katsuki y su nieto, todos estaban viviendo un caos todo por un lamentable incidente.

—Izuku ¿Qué ocurrió?

—Lastimo a Kacchan, y no importa lo que haga, no puedo estar con él sin sentir un caos en mi mente.

La mujer limpiaba las lágrimas del Alfa con calma, le sonrió y guio para que se sentase mientras veía como este trataba de calmarse, no importaban los años que pasasen, su hijo siempre sería un llorón.

—¿aún no has recordado a Katsuki?

—Muy poco, cosas que simplemente no me dan respuestas.

—Izuku, tú lo amas, yo lo sé, lo he visto, y me duele ver que lo perderás por algo como esto.

Suspiro y se recargo en el sofá tratando de calmarse, la mujer miro la maleta y eso le preocupo aún más, pero no le negaría estadía, en absoluto, ella hasta cierto punto estaría feliz por tener a su hijo con ella.

Recuérdame - Omegaverse (DekuKatsu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora