Veintitrés

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CANTAR Y ESCRIBIR - parte 2
Escribir

Escribir siempre ha sido parte de mí, pero no lo supe hasta que perdí la voz.

Desde muy pequeña tuve diarios, pero nunca continuaba con ellos o llegaba a finalizarlos. Para mí, por ese entonces, se trataba más de sacar lo que llevaba en el momento y luego dejar que se perdiera en una libreta cualquiera que después se tiraría. Nunca había prestado atención a lo que escribía, a cómo lo escribía y, mucho menos a lo que me hacía sentir.

Fue en marzo del 2011, cuando, después de terminar Diario de una pasión y la maldición de las hermanas, me molesté mucho con las historias y decidí crear la mía.

Quería escribir sobre un fantasma, pero uno que estuviera tan enamorado que decidiera seguir en la tierra. Entonces se me ocurrió que no, que lo mejor era escribir sobre alguien que pierde la memoria, pero está tan enamorada que no se da cuenta, y luego dije que no otra vez, y decidí juntar ambas ideas.
Así nació "Siempre te amaré", la historia de Sarah Williams que, al tener un accidente, pierde la memoria y poco a poco se entera de lo que sucedió alrededor de ello, encontrándose así con un personaje que le maravilla, Evan, y con quien compartirá momentos lindos, para después descubrir una dolorosa verdad.

Tardé mucho en terminar esa historia, primero porque era mi primer historia, y segundo, porque no sabía cómo escribir una historia. Lo único que sabía es que quería escribirla, porque ahí estaba, hablándome todo el tiempo, pidiéndome que la terminara.

Después de que destapé esa parte de mí, me fue imposible cerrarla. Estaba escribiendo lo que sentía, lo que me sucedía o presenciaba, y lo ponía en historias que podía crear, ¡a veces desde el baño!

La creación de un escritor, creo yo, no se forma desde la escuela necesariamente. En lo personal, creo que a un escritor solo le hace falta leer lo suficiente para destapar esa imaginación suya que lo lleva a lugares increíbles, fantásticos, oscuros o mágicos, porque leer es la forma más sencilla y divertida de aprender a escribir; yo empecé a leer , por gusto, a los dieciséis años, cuando abandoné la preparatoria por querer seguir mi carrera como cantante.
Ghost Girl de Tonya Hurley despertó en mí el hambre por crear, y no fue hasta que vi esas películas que mencioné antes, que me atreví a hacerlo.

El proceso ha sido como un viaje en montaña rusa, sobre todo porque al no tener experiencia muchas veces me sentí intimidada por quienes sí la tenían, y poco a poco me tocó darme cuenta que dicha experiencia estaba en mis manos, y que si no la formaba, bueno, poco iba a poder avanzar.

Desde entonces he estado aprendiendo, leyendo todo lo que me parezca fascinante y siguiendo mi pasión, porque dentro de todo no sólo quiero ser una escritora y ya. Lo que busco al escribir es despertar esa misma hambre que Tonya Hurley despertó en mí; busco remover las emociones de quien me lea y que se encuentre de frente con la historia que siempre creyó posible. Deseo penetrar hasta los huesos y ser recordada como alguien que escribía de verdad, por amor y pasión y de lo que se le venía en gana, porque escribir, para mí, es lo único que me hace sentir en mi centro, es lo único que me deja respirar después de un mal día, y acompañada por mi imaginación, es lo único que me hace sentir yo.

Escribir me salva de mí misma, de mis demonios y de la voz negativa que resuena la mayor parte del tiempo en mi cabeza. Me hace sentir libre e inteligente, pero sobre todo me da la voz que perdí.
Eso es lo que más amo de ello: que no es solo un sueño con el que me conformé, sino el sueño real, para el que estaba destinada, porque ni siquiera tuve que buscarlo, él me encontró a mí en el peor momento de mi vida y me sanó de una forma tan linda, que dudo mucho que otra cosa hubiera podido hacerlo si quiera la mitad de bien.
Escribir, para mí, es escapar hacia adentro y dar vida a eso que se creé muerto. Es ponerle nombre a los sentimientos que me ahogan.

Escribir es el sueño más grande que tengo, y por el que estoy dispuesta a luchar.

CÓMO SER UN DESASTRE Y REÍRSE EN LUGAR DE MATARSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora