-Anastasia.- dijo el bartender, anunciando que mi bebida estaba lista.
Llevo dos putas semanas viniendo al mismo café con una única esperanza. Verlo otra vez.
Joder, tampoco es que esté obsesionada con Raúl. Sólo quiero verlo una vez más, para pedirle su número de teléfono de una puta vez, aunque ahora mismo no estoy tan segura que él se vuelva a aparecer por aquí. Mis esperanzas bajan con cada día que pasa y él no viene.
Tomé mi café, y me fui a sentar a una mesa que se encontraba en la terraza del establecimiento. Saqué de mi bolsa un libro, y me he puesto a leerlo. Después de unos 15 minutos, sentí la presencia de alguien a lado mío. Volteé mi mirada.
Era Raúl.
-Raúl, qué sorpresa.- dije mientras le sonreía.
-Para alguien que ha venido todos los días desde hace dos semanas, no creo que sea realmente una sorpresa.
¡Joder! ¿Pero cómo cojones sabía eso? Sentí que la sangre subir a mis mejillas, y noté que mis manos me temblaban. Raúl sabía que había venido, y estoy segura que él sabía que era porque quería verlo. ¿Y ahora qué se supone que haga?
-Yo...-paré un momento.- A mí me gusta venir a este lugar.
Raúl rió.
-A mí igual. ¿Me puedo sentar?
Asentí, e intenté verme tranquila, pero en mi interior estaba teniendo un ataque de pánico. ¿Cómo él sabía eso, si él no había venido ni un día al café?
-Eh, Raúl, si me permites preguntar, ¿cómo sabes que he estado viniendo de manera regular?
-He venido el Sábado en la tarde, y he preguntado por ti. Me han dicho que has estado aquí toda la semana, pero que sólo vienes por la mañana. Por eso no nos hemos encontrado.
¿Qué cojones? ¿Me acaba de decir que preguntó por mí? ¿Por qué haría eso?
De cualquier manera, me encuentro feliz.-Vaya.- he dicho- sí, he estado aquí, y si te soy sincera, siempre que vengo, es con la esperanza de encontrarte.- vi como Raúl se sonrojaba- ¿Qué te digo, gilipollas? Me has caído de puta madre.
-Vale, vale. Me alegro de escuchar eso.
Sonreí y tomé un sorbo de mi café.
-Hostia tío, ¿te tengo que pedir el número yo?- he dicho mientras reía levemente.
Raúl rió.
-Estaba esperando el momento indicado para pedirte el número, pero está bien. Pasádme tu número, lo anoto.
Sacó su celular, y le dicté mi número.
-Vale, lo tengo. Te mando un mensaje para que guardes mi número.
Tecleó algo en su móvil, y enseguida me llegó un mensaje de un número desconocido.
"Eh, soy Auron."
-¿Auron?- pregunté, confusa por el mensaje.
-Sí. Lo siento, no te lo he dicho. Así me dicen mis amigos. Auron.- explicó Raúl.
-Auron, como el personaje de Final Fantasy.- dije yo.
-¡Exacto!- exclamó Raúl.- lo has entendido.
Reí.
-Claro que lo he entendido. Final Fantasy es uno de mis videojuegos favoritos.
-Ahora me caes incluso mejor. Aunque hay algo que he notado. No sabemos nada el uno del otro.
-Hostias, es verdad. ¿Qué quieres saber de mí? Soy bastante aburrida, si te soy honesta.
-¿Te parece si empezamos por tu edad?
-Claro.- reí- es un buen comienzo. Tengo 24 años, ¿tú?
-29 años. Joder, ya soy todo un viejo.- sonreí.
-Claro que no. Y mira, aunque fuese cierto, serías el viejo más divertido de Barcelona.
-No, pues muchas gracias.- rió- bueno, bueno, otra pregunta. ¿Estudias o trabajas?
-Buena pregunta. Actualmente ninguna de las dos. Estudiaba derecho, pero hace un semestre dejé la universidad. Me parece una pérdida de tiempo. Actualmente, estoy buscando trabajo, pero no he encontrado ninguno. Ah, y por si fuera poco, mis padres aún no saben que dejé los estudios, por lo que me siguen dando dinero y yo con eso me he mantenido los últimos meses.-hice una pausa- Si lo digo en voz alta, suena aún más triste.- dibujé una sonrisa triste en mi rostro.
-No me parece triste. Si bien, sí deberías contarle a tus padres la decisión que tomaste, lo que hiciste me parece admirable.- me miró a los ojos.- no todos son capaces de dejar los estudios por hacer algo que les haga más felices, pero tú lo has hecho, y eso es de celebrarse.- levantó su café- salud, por decisiones de puta madre.
Sonreí.
-Salud.- levanté mi café y chocamos los vasos.
Enseguida, seguimos hablando. Realmente no hablamos de un tema en específico. Hablamos de videojuegos, política, incluso contamos chistes malos, y nos partíamos el culo con cada uno de ellos.
No le pregunté a Auron que hacía para ganarse la vida, ni si tenía a alguien en su vida. Ya tendré otra oportunidad para hacer eso.
Algo me dice que está no será la última vez que hablemos.
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Never dreamed of this. [AuronPlay]
Fanfiction"Ni en mis mejores sueños soñé con lo que nosotros tenemos, Raúl"