vii.

2.7K 198 33
                                    

-¡Joder, Anastasia! ¿se puede saber por qué cojones me has estado evitando todo este tiempo?- escuché que Raúl gritaba desde el otro lado de la puerta. 

No respondí. No sabía a qué había venido aquí, pero no tengo el mínimo interés de preguntarle. Vamos, que escuchar su puto nombre me hacia sentir como una mierda, ni pensar qué sentiría al hablar con él. 

Decidí sentarme en una mesa que se encuentra cerca de la puerta, y sentí una lágrima recorrer mi mejilla. Inmediatamente, la limpié. 

-Anastasia, si algo te he hecho, decídmelo, pero joder, habla conmigo.- dijo, en un tono más calmado. 

Mis ojos se tornaron rojos, gracias a que me estaba aguantando las ganas de llorar. Sentía mis manos temblar. 

Auron tomó un respiro largo, y dijo

-Si ha sido por el beso, debemos hablarlo. Si te ha molestado de alguna forma, lo solucionamos, pero ábreme la puerta de una puta vez.- en cuanto escuché eso, me levanté enojada y le abrí la puerta.

Ahí estaba él. Se veía cansado, resignado, triste. Me miró a los ojos, y antes de que pudiese decir una palabra, hablé yo.

-¿Qué si ha sido por el beso, preguntas?- dije, cabreada.- Eres un puto cínico.

-¿Pero de qué cojones hablas? Si tú querías el puto beso también.- dijo él, confundido.

-¿De qué cojones hablo?- reí falsamente.- No lo sé, Raúl. ¿Le preguntamos a Sara?

La expresión de Raúl cambió totalmente. Se veía confundido, dolido, enojado. Tomó un respiro y llevó sus manos a su cara. 

-Vale. Entonces eso era el por qué no habías querido hablar conmigo.- dijo, finalmente.

No aguantaba más, sentía mis lágrimas caer. Me sentía expuesta. Raúl me observaba fijamente. Veía que lloraba.

-¿Qué haces aquí, Raúl?- dije yo, cansada. Abatida.

Él bajó la mirada.

-No sé.- admitió.

Asentí tristemente, y me limpié las lágrimas.

-Entonces deberías irte.

Me miró a los ojos y asintió. Se dio la media vuelta y vi como esperaba al elevador. Las puertas de éste se abrieron, y antes de que él entrara en el elevador, me volteó a ver. Me di la vuelta y cerré la puerta. 

Una vez dentro de mi departamento, me tiré al piso, con la espalda recargada en la puerta, y lloré. Sí, conozco a Raúl desde hace un mes, pero eso no hace menos lo que siento por él. 

Después de un rato, me levanté y me fui a mi habitación. No me podía quitar a Raúl de mis pensamientos. Sólo pensaba en el sonido de su risa, en la manera que contaba sus chistes, en la manera que me veía. Todo eso parecía desaparecer a cada minuto que pasaba. Joder, ¿por qué me duele tanto si no somos nada? ¿Por qué? Sólo es un tío. Un tío que jugó conmigo.

Pero, carajo, cómo me importaba ese tío.

--

Raúl POV. 

  -¿De qué cojones hablo?- Anastasia rió- No lo sé, Raúl. ¿Le preguntamos a Sara?  

Sentí mi corazón caer al suelo. Sara. Mi novia. ¿Cómo Anastasia sabía de ella? Vamos, sí que he sido un gilipollas al no haberla mencionado, pero no era mi intención ocultárselo. Había intentado hablar con ella, para decirle de Sara, pero no había cogido el teléfono. Pude ver una expresión de dolor en su cara, y en ese momento supe que la había cagado. Nunca quise lastimarla, ¡joder! si lo único que he buscado éstas últimas semanas es hacerla reír. No sabía que decir. Sentía una impotencia terrible. ¿Cómo arreglar esto? No quiero perder a Anastasia. No quiero.

Finalmente, Anastasia habló.

  -¿Qué haces aquí, Raúl?- dijo. Se notaba triste. 

-No sé.- respondí. Y era cierto. ¿Qué hacía aquí, si tenía novia? ¿A dónde quería llegar con esto? Sí, últimamente he tenido problemas con Sara, pero eso no justifica que esté buscando cariño en otro lado. Anastasia era jodidamente perfecta, pero no podía hacerle esto a Sara.

-Entonces deberías irte.- dijo, después de limpiarse las lágrimas. 

Asentí, y me dirigí al elevador. Antes de entrar al elevador, volteé a ver a Anastasia una última vez, pero ella inmediatamente cerró su puerta.

Ahí me encontraba yo, confundido, triste, solo. Al llegar al lobby, me dirigí rápidamente a mi coche. Al subir a este, miré a la entrada del edificio, y recordé el beso. Tenía que contárselo a Sara. No podía ocultárselo. 

Manejé a mi departamento, y al llegar a éste, abrí la puerta para encontrarme con mi novia, sentada en el sofá. 

-Eh, Auron, ¿dónde has ido?- preguntó con una sonrisa en su rostro.

-Tengo que hablar contigo.- dije, y ella me miró preocupada.

Me senté a su lado, y después de un rato, decidí hablar.

-No sé cómo decirte esto, pero...- respiré hondo.- he besado a otra chica.

Sara no hizo ninguna expresión, ni dijo nada. Guardó silencio un rato. 

-Vete a la mierda.- dijo, finalmente. 

Inmediatamente después de eso, se levantó y tomó su bolsa y chamarra. Estaba a punto de salir del departamento cuando le dije

-Perdóname, ¿sí? Soy un puto infiel de mierda, lo sé, pero no quería lastimarte.

-¿En serio? ¿Pensabas en eso cuándo la besabas, Raúl?- respondió, enojada.

No sabía qué contestar. 

-Eso pensé.- dijo antes de abandonar el departamento. 

Soy un cabrón, un hijo de puta. Lloré. No sé por qué, realmente. Sí, Sara fue mi pareja mucho tiempo, pero no me dolía el hecho de que habíamos terminado. Últimamente teníamos problemas y supongo que lo veía venir, pero Anastasia... nunca consideré el hecho de perderla a ella también. No podía permitirme perderla. No iba a encontrar a nadie más como ella. 

Ella era mi puto milagro, y la dejé ir.

Never dreamed of this. [AuronPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora