viii.

2.7K 200 46
                                    

-Anastasia, ¿te encuentras bien?- dijo Rebeca, con un tono de preocupación.

-Sí, ¿por qué lo preguntas?- respondí, fingiendo una sonrisa.

-Has estado todo el rato con una mirada perdida, y no pareces estar interesada en nuestra conversación.- dijo Rebeca, mirándome a los ojos.

-Sí, Rebe. No te preocupes por mí, sólo estoy pensando en algunas cosas.- le dije, y le sonreí.

-Puedes decirme si tienes algo, te puedo ayudar.- dijo.- ¿Pasó algo con Sergio?

-Sergio es lo último que me preocupa en este momento.- reí.- Es otra cosa, pero no tiene sentido.

-Si te tiene así de preocupada, seguro que sí tiene sentido. Habla conmigo.

-Ya te lo he dicho, nada importante. Conocí a un chico.- Rebeca me miró confundida.- Y pensé que éramos amigos, pero creo que no fue así.- dije, bajando la mirada.

-¿Qué te hizo el cabrón? ¿Lo conozco?- reí levemente, mientras negaba con la cabeza.

-Lo dudo. Y acerca de qué me hizo, realmente nada.- Rebeca no entendía nada.

-¿Te puedes explicar?

-Conocí a este chico, Raúl. Me gustaba pasar tiempo con él, es muy divertido.- sonreí, recordándolo.- Un día, me llevó a mi casa, y...- hice una pausa, mientras intentaba esconder mi sonrisa.- Nos besamos.- Rebeca me miró con una cara de sorpresa.- Sí, ya sé, soy novia de Sergio. Como sea, no volverá a pasar.- dije, tristemente.- El tío tenía novia, y no me dijo. Seguramente ahora está con ella.- reí falsamente.- Joder, mi vida es muy triste, ¿qué no?

-No sé qué decirte. Sergio es un gilipollas y me la suda si lo engañaste, si te soy honesta. Ese cabrón se lo merece, pero vaya, el Raúl ese tampoco es mejor que Sergio. Lamento que te haya mentido.- dijo, y tomó mis manos.

-Como sea, que joda Raúl. Ya se me pasará esto.- dije.

-Que se joda Raúl.- dijo Rebeca y sonrió. Le regresé una sonrisa falsa.

Rebeca entendió que me sentía incómoda hablando de Raúl, por lo que rápidamente cambió el tema. Se lo agradecí internamente.

Después de un rato, Rebeca se levantó y me avisó que tenía que irse a terminar un trabajo de la Universidad. Nos despedimos y me quedé en el café, sola.

Después de 10 minutos, me levanté yo también y salí del establecimiento. Ésta vez no había traído el auto, por lo que empecé a caminar hacia mi departamento. Iba con la mirada triste, pues el dolor que Auron me había causado no parecía irse.

Una vez que llegué a mi departamento, abrí la puerta para encontrarme con mi novio. Sin playera. Besando a una chica en el sillón. En mi puto sillón.

En cuanto escucharon que la puerta se abrió, se separaron y Sergio me miró confundido.

-Dijiste que ibas a llegar a las 8 de la noche.- me dijo.

Tomé un portaretratos con una foto de nosotros dos que se encontraba cerca de mí y se lo lancé, cabreada.

-¡Bueno, una disculpa, gilipollas. Por haber llegado antes de tiempo y no darte la privacidad que necesitas para engañarme!

-No te pongas así.- Sergio se levantó y se acercó a mí.- Te lo puedo explicar.

-No te atrevas a acercarte un paso más a mí, que no respondo. Y ni intentes explicármelo, mejor vete a un puto hotel a seguir con lo que estaban haciendo, pero vete ya.- dije.

-Anastasia, no eches a perder 3 años de relación, y menos por esta estupidez.- dijo, y yo reí. Qué cínico era.

-Yo no fui la hija de puta que engañó a su pareja.- Sergio me miró enojado.- Lárgate de aquí.

-No te hagas la víctima conmigo, Anastasia.- lo miré seria.- ¿O qué? ¿Besar a otra persona no es engañar también?- la miré confundida. ¿Cómo cojones se había enterado de eso?

-¿Cómo te enteraste de eso?- dije, y Sergio rió.

-Cuando el tío ese, Auron, te trajo al departamento, yo igual estaba llegando. Los vi. Así que no te hagas la digna, que no te queda, porque no eres mejor que yo.

Sonreí.

-Tienes razón. Somos una pareja de malditos infieles.- reí y Sergio me miró confundido.- Lárgate de aquí. Me has ahorrado la pena de decirte que besé a otra persona.- Sergio estaba cabreadísimo, se notaba.- Te estoy esperando, a ti y a tu amante. No los quiero en mi departamento.- los miré seria.

Sergio cogió so playera, y se la puso. Tomó a la chica de la mano y salieron del departamento.

-¡Oye Sergio!- él paró y se giró a verme.- ¿Qué se siente saber que el mejor puto beso que te tenido ha sido con otra persona, y no contigo?- Sergio se volteó y siguió caminando.- ¡Cabronazo de mierda!- dije, y cerré la puerta.

Una vez a solas en mi departamento, reí. Estaba feliz. Por fin me había desecho del gilipollas éste que tenía de novio. Por fin era libre.

Tomé todas las fotos que tenía con él de mi departamento, y las tiré a la basura. Borré sus fotos de mi móvil, y lo bloqueé de todas mis redes sociales.  Acomodé el sillón, pues el muy gilipollas lo había dejado hecho un desastre y me senté a ver la televisión. Nada interesante.

Realmente no estaba triste por lo que había pasado. Sí sentía dolor, pero era por alguien más. Por Raúl.

¿Qué estará haciendo en este momento? ¿Estará viendo la televisión? ¿Editando un vídeo? ¿Estará con su novia?

¿Estará pensando en mí, tanto como yo pienso en él?

Never dreamed of this. [AuronPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora