-¡Venga tío, otro trago!- escuché la voz de Ismael desde la cocina y volteé a verlo. Se encontraba con Raúl. Los dos ya estaban claramente ebrios.
Rodeé mis ojos, tomé un respiro largo y me levanté del sofá. Había muchas personas en el departamento, así que me abrí paso entre ellas y me dirigí a la habitación de Raúl. Una vez estando ahí, salí al balcón a tomar aire.
Por más que quisiera disfrutar la fiesta, no podía. Auron había prometido estar conmigo todo el tiempo pero en cuanto llegaron sus amigos, me dejó en ese mar de gente desconocida. Y claro, no podía enojarme con él. Se había tomado el tiempo de prepararme la fiesta y estaba en su derecho de disfrutarla con sus colegas. Tal vez sólo estaba sobrerreacionando.
Me senté en el piso y miré a mi alrededor. La música estaba muy fuerte, la gente estaba gritando. Cerré mis ojos e intenté bloquear los sonidos. Después de un rato, me levanté y volví a entrar a la habitación. Caminé alrededor de ésta y paré delante de su mesa de noche. Auron tenía un portarretratos con una foto nuestra. Sonreí y me senté en su cama, aún viendo la fotografía.
-Que hijo de puta más lindo.- murmuré para mí misma, tomando la foto de la mesilla.
Entonces, escuché la voz de Ismael.
-Eres un grandísimo hijo de puta, Raúl.- le dijo.
Fruncí el ceño, confundida. Seguramente estaba bromeando con Raúl.
El grito de Ingrid fue lo que hizo que me levantara de la cama.
-¡Ismael, déjalo, por favor!
Con nuestra fotografía aún en mis manos, salí corriendo del cuarto, preocupada por lo que sea que estaba sucediendo en la sala.
Fue entonces cuando vi a Raúl en el piso y a Ismael metiéndole un puñetazo en la cara.
-¡¿QUÉ COJONES ESTÁ PASANDO?!- exclamé, corriendo hacia Raúl.
Ismael se levantó. Estaba cabreado, lo podía ver en su rostro. Miré a mi alrededor, confundida y preocupada. A lado de Raúl estaba Sara. ¿Pero ella qué hace aquí? Me pregunté a mí misma.
Ismael se encargó de romper el silencio.
-¡Lo que está pasando es que el pedazo de mierda éste que tienes de novio estaba enrollándose con su ex novia!- gritó Ismael.
Tiré nuestra fotografía al piso, rompiendo el portarretratos. Volteé a ver a Raúl, y el me regresó la mirada, serio. Tenía el labio roto.
No quería llorar en frente de todas esas personas. No quería llorar en frente de Sara. No quería llorar en frente de Raúl. Tragué saliva y, con lágrimas en los ojos, asentí.
-Vete a tomar por culo, hijo de puta.- le dije y me acerqué al sillón para tomar mi chaqueta. Ingrid y Rebeca se acercaron a mí e intentaron bloquearme la salida.
-Cariño, ya es tarde. No puedes irte.- dijo Ingrid.
-Por favor, déjenme ir.- les supliqué con la mirada.
Ellas se voltearon a ver, y a mala gana asintieron y abrieron el paso. Yo salí del departamento completamente rota. Presioné los botones del elevador varias veces.
Bajé al estacionamiento, y al subir a mi auto comencé a llorar. Le pegué varias veces al volante, cabreada.
-Jódete, Raúl.- murmuré. Mi celular no dejaba de sonar. Mensajes, llamadas. Todos querían hablar conmigo. Al desbloquearlo, vi mi fondo de pantalla. Una foto con Raúl. Tiré mi celular al asiento del copiloto y lloré aún más fuerte.
-¿Por qué? ¿Por qué me has hecho esto cuando yo te amaba?- cerré lo ojos.- Joder, te amo como no he amado a nadie.
Encendí el auto y salí del estacionamiento. No quería regresar a mi departamento, entonces manejé sin un rumbo fijo. Después de un rato, ya cansada, opté por ir a casa de mis padres. No quería estar en ningún lado que me recordara a Raúl.
Estacioné el automóvil en frente de su casa y respiré profundamente.
Esa noche me di cuenta de qué era realmente el dolor. No era algo romántico, como todos lo pintaban. Era algo que te quemaba en la garganta y que te cegaba. No podías ver más allá que ese momento. Ese momento de decepción, tristeza y enojo. Ese momento en donde te rompiste en mil pedazos. Porque yo estaba rota y la persona que me había roto era la única persona a la que realmente amaba.
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Never dreamed of this. [AuronPlay]
Fanfiction"Ni en mis mejores sueños soñé con lo que nosotros tenemos, Raúl"