Never dreamed of this. [AuronPlay]

v.

-Vaya chistes que cuentas, Auron.- dije, mientras reía.

-Vamos, de tan malos que son, dan risa.- yo asentí mientras seguía riendo.

-Jo, tengo que tomar aire. He reído demasiado.- Auron sólo me observaba con una sonrisa en su cara.

Me levanté y le tendí la mano a Raúl, para ayudar a que se levantara también. Una vez arriba, me dijo

-¿A dónde vamos?

-Lejos de aquí. Me abruma la música alta, y la gente.- le respondí.

Auron tomó mi mano muy fuerte, y nos dirigimos al piso de abajo, para salir de la fiesta. Al salir, vi a Sergio, y él me vio, y luego a Raúl, y justo cuando estaba a punto de decirme algo, desaparecimos entre la multitud.

Llegamos al estacionamiento, y Raúl me dirigió a su auto. Una vez ahí, me abrió la puerta del coche, y subí. Olía a él.

Subió al auto también, y lo encendió. Salimos del estacionamiento, y manejó. Durante todo el camino no hablamos, pero no se sentía incomodidad para nada. Me sentía bien, y a juzgar por la sonrisa de Raúl, él también.

Llegamos a unos departamentos, él bajó del auto y me abrió la puerta. Le agradecí con una sonrisa.

Entramos al elevador, y a pesar de querer ocultar la gran felicidad que sentía, mi sonrisa me delataba.

Entramos a un departamento, y Raúl, al fin, habló.

-Bienvenida a mi cueva.

-De cueva esto no tiene nada.- Auron río.

-¿Nos sentamos?- dijo él, y señaló el sofá.

Asentí, y me senté. Él se sentó a mi lado.

-Bueno, ahora podemos platicar más tranquilos, ¿no crees?

-Sí. Gracias por traerme aquí, en serio no aguantaba estar en la fiesta.- dije, y él asintió.

-No hay nada que agradecer.- le sonreí.

Empezamos a platicar. Platicamos, y platicamos, y antes de que me diera cuenta, eran ya las 2 de la mañana.

-Joder, ya es muy tarde. Debería irme.- le dije a Raúl.

-Ni de coña dejaré que te vayas a esta hora.- me miró serio.

-No pasa nada, en serio. Pido un Uber y ya está.- le respondí.

Raúl se levantó, y tomó las llaves de su auto de la mesa.

-Vamos, te llevo.- dijo con una sonrisa.

-Cómo crees. No, yo me voy. En serio.- le dije, seria.

-¿Y si mejor entiendes de una puta vez que quiero pasar más tiempo contigo, y por eso insisto en llevarte?- yo reí, al tiempo que me sonrojaba.

-Coño, cómo decirte que no. Vamos.- me levanté del sillón.

Salimos de su departamento, y bajamos por el elevador. Me subí a su auto, y él lo encendió.

-Y, ¿en dónde vives?

Le di la dirección de mi casa.

-Enseguida estaremos ahí.-dijo, y yo asentí.

Después de estar callados unos minutos, le dije

-Raúl, ¿te puedo decir algo?

-Claro, dime.- dijo con una sonrisa.

-Me alegro de haberte conocido.- noté como se sonrojaba.- Lo digo en serio.

-Jo, Anastasia, me haces sonrojar.- sonreí.- Pero lo mismo digo. Eres una chica increíble.- hizo una pausa.- Y eres muy hermosa.- me sonrojé.

-Auron, cállate, estás mintiendo.- le dije con la cabeza agachada.

-No mentiría con algo así.- respondió.

No sabía qué decir. Nunca nadie me había dicho eso. Ni siquiera Sergio.

-Gracias. Tú tampoco eres feo, eh.- le dije, y él rió.

-Coño, ahora la que miente eres tú. Con esta cara que me cargo, dudo que lo que digas sea genuino.- dijo riendo.

-No mentiría con algo así.- respondí.

Me volteó a ver y sonrió. Siguió manejando.

Después de unos minutos, llegamos a mi destino.

-Vaya, hemos llegado ya.- dije, y él asintió.- Debería irme.

Auron bajó rápidamente del auto, y me abrió la puerta. Bajé yo también.

-Esta ha sido la mejor noche de mi vida. Gracias, Anastasia.- me miró a los ojos.

-Lo mismo digo, gilipollas.- el rió.

Me acompañó a la entrada del edificio en dónde vivo.

-Pues bueno.- dijo él.

-Pues bueno.- dije yo.

Auron y yo nos miramos a los ojos, sin decir nada. Era mágico. Después de lo que me pareció una eternidad, noté como él se acercaba cada vez más a mí.

Joder, bésame ya.

Cada vez estábamos más cerca. Nuestras respiraciones se volvían una.

-De cerca eres aún más hermosa.- susurró Raúl.

-No quiero presionarte ni nada...- reí.- pero bésame de una puta vez.

Auron río, y me besó.

El mejor puto beso de la historia.