6.Nefilim

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Empiezo a tirar todo de mi escritorio,lo mando volando por los aires,estoy en un modo de frustración increíble.Incluso mi hermano a entrado y sl verme a salido huyendo asustado,mi carácter esta peor que antes,no es el de siempre y normalmente tengo mucha más paciencia,pero todo esto me supera.

Me siento de golpe en la silla del escritorio,la hago crujir levemente sl snetarme de ese modo,pero ahora midmo me da igual.Miro mi cama,donde esta la mochila con el libro de la bibliotecs de la universidad sobresaliendo.Como si llamase mi atención,pero primero es mejor que me calme,aunque ni yo mismo sepa como hacerlo.Tengo el pulso acelerado,mi corazón palpita deprisa en mi pecjo,hasta duele y lo peor es mi cabeza,me duele como nunca.

Saco el móvil del bolsillo izquierdo de mi cazadora y tecleo unos números e n la pantalla táctil,se escuchan un par de pitidos hasta que la línea del otro lado parece ser atendida.

—¿Thiago?

—Dylan llama a Grace,necesito que vengáis a mi casa,¡ya!—exclamo empezando a hiper ventilar.

—¿Qué pasa? ¿Estas bien? Colega no me asustes,ya mismo vamos.

Cuelga el teléfono,yo tiro este a la cama y empuezo a sujetar mi pecho mientras intento respirar con normalidad.

No sé cuanto tiempo pasa,pero veo a Grace entrar a mi cuarto,una vez me ve en el suelo sentado reapirando rápido,empieza a gritar a Dylan en bsuca de ayuda y este entra a mi cuarto con mi madre detrás de él.Me entregan un vaso de agua,la cual bebo en un instante.

—Thiago,tranquilo,estamos aquí—susurra Grace poniendo una mano en mi mejilla.

La aparta rápido y mira a Dylan.

—Creo que tiene fiebre.

—¿Pero qué dices?

—Esta teniendo un ataque de ansiedad y pánico,salid del cuarto,luego entráis—comunica mi madre.

Mi novia,acompañada de mi mejor amigo,despejan la habitación,dejándome con mi madre,que se encuentra asustada por la situación pero intenta mantener la calma.

Toca mi frente y niega con la cabeza desesperadamente.

—Thiago respira,coge aire y retenlo,luego sueltalo cuando te diga—me indica.Yo cojo aire lo más lento que puedo y lo mantengo en mis pulmones por un momento.—Sueltalo—dejo salir el aire acumulado.

Hacemos esa acción unas cuantas veces,hasta que por fin mi respiración se hace regular y el ritmo cardíaco parece emoezar a descender.Esto nunca me ha pasado y he de admitir que me cuesta asimilar que haya sufrido un ataque de etse tipo.

Las pocas veces que he sabido de estas cosas,mi mente ha quedado pensando cómo era posible que una persona se pusiera tan mal por un sin fin de situaciones,ahora veo,que la culpa de ello es el aguante.Cuanto mas se retiene,peor va el ataque.Por eso será que gran parte de las personas que sólo tienen estrés y lo sacan,no tienen problemas de estos.Otros sé que lo mantienen incluso por años y caen en andiedad o depresión.Por suerte yo solo llevo un día con esto encima aunque es mucho que digerir y de ahí el ataque,pero si me lo tomo con más calma,quizá no suceda de nuevo.

—¿Puedes decirles a Dylan y Grace que entren?—le pregunto a mi madre levantándome del suelo.

Ella asiente y abre la puerta de mi cuarto,se va.En unos segundos tengo a mi novia y mejor amigo acompañandome en la habitación.

—¿Cómo estas?—cuestiona Grace tocando mi hombro.

—Mejor.

—Tio nos has asustado,nunca te hemos visto así,además,parece que haya pasado un huracán aquí dentro—comenta señalando los papeles y bolígrafos en el suelo por mi anterior descontrol.

Sullivan,el ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora