|TERMINADA|
Una chica cansada del machismo que hay en su casa decide irse de casa con la excusa de la universidad para ir a cumplir su sueño, convertirse en futbolista profesional.
- Holiii - salude con una sonrisa al llegar a la parte del campus donde habíamos quedado.
- A buenas horas llegas - se quejo Lucía - llevamos todo el día esperándote - exagero.
- Lo siento, no he podido salir antes de clase, tenía que hablar con unas chicas para organizar un trabajo - me justifique.
- Idiota te estaba vacilando - me contesto mi amiga riéndose.
- ¿Y que me he perdido? - pregunte con curiosidad.
- No mucho, solo estábamos hablando entre nosotras conociendonos mejor mientras Olga trata de convencer a su hermano para que venga a ayudarnos - me explico.
- ¿Hoy? - pregunte sorprendida.
- Si, ¿Que pasa? - me pregunto sin entender mi reacción.
- Mira que chándal tan horrible llevo - me queje.
- Tía te recuerdo que estamos aquí para jugar al fútbol, no para ligar - me contestó.
- Es verdad - conteste, pero seguía pensando lo mismo.
- Buenas noticias - dijo Olga acercándose a nosotras, ya que antes se había alejado para hablar con intimidad con su hermano - mi hermano nos va a ayudar, pero con la condición de que no podemos ir contando que es nuestro entrenador ya que no quiere que se entere la prensa, porque luego ya sabéis...
- Vale - contestamos todas estando de acuerdo con su condición.
Después de esto fuimos a casa de Olga para jugar en su enorme jardín, sinceramente no lograba entender el comportamiento de todas, estaban todas tan tranquilas y sin embargo yo parecía estar apunto de sufrir un infarto de los nervios, ¿es normal que te guste tanto una persona?
Cuando nos abrió Marco algunas si que suspiraron fuerte y allí me di cuenta que yo no era la única enamorada si no la única que lo demostraba.
Marco le dijo a Igor que nos acompañase al jardín mientras se quedaba hablando un rato con su hermana.
Al rato aparecieron los dos serios en el jardín.
- Hola soy Marco - se presentó el madridista - Y voy a ser vuestro entrenador hasta que encontréis a alguien en la universidad - nos informó - a la mayoría ya os conozco de haberos visto por aquí, pero a las otras no, así que me gustaría que os presenteis.
Las cinco chicas nuevas se presentaron y cuando me dispuse a hacerlo yo porque deduje que no se acordaria de mi, por haberme visto solo un día, me lleve la sorpresa de que si se acordaba de mi.
Y a las otras 5 chicas no sólo las conocía de vista, si no que las conocía bien y algunas incluso eran sus amigas, porque llevaban siendo amigas de Olga todo el año pasado.
Durante casi todo el día estuvimos hablando y organizando los entrenamientos y después de eso nos pusimos a dar toques para que Marco se hiciese a la idea del nivel de cada una.
- Chicas a alguna le está sonando el teléfono - dijo Marco con el móvil que sonaba, me fije bien y me di cuenta de que era el mio.
- Es el mio - conteste.
Cuando me dio el móvil nuestras manos se tocaron y puedo jurar que sentí chispas con ese contacto.
- Ohh muerda me han cortado - me queje, pero normal que se cortase si tarde tanto en cogerlo.
- Pues llamale tu - me propuso Marco.
- Paso, si es importante volverán a llamar - dije dándole el móvil.
- ¿Me lo quedo y te aviso si eso pasa? - me pregunto Marco.
- Vale - conteste volviendo hacia donde estaban mis compañeras que me miraban con curiosidad.
- No ha pasado nada - conteste cansada de sus miradas.
- Pero te gustaría - me dijo Cristina divertida.
- Pues no - conteste haciendo reír a todas, ya que no salió muy convincente mi respuesta, ni yo me lo creía.
Cuando dimos por concluido el entrenamiento, Marco me llamo y todas no se porque decidieron que lo mejor era dejarnos intimidad así que entraron en la casa dejándonos solos en el patio.
- Dime - conteste.
- No te han llamado más - me explico - pero ha estado toda la tarde vibrando.
- ¿Ah si? ¿De que? - pregunte sorprendida ya que no era muy popular que se diga.
- No se, no te lo he mirado - me contesto y no se porque deduje que no sería nada importante porque encendí la pantalla delante suya.
Y en ese momento me arrepentí de lo que acababa de hacer entre las notificaciones que me había llegado estaba una de Wattpad de la actualización de una novela que me estaba leyendo: Eres mío Marco Asensio.
Si a mi me había dado tiempo a leerlo a el seguro que también, así que avergonzada le mire y confirme lo que pensaba, lo había leído.
- ¿Así que soy tuyo ehh? - me pregunto divertido haciendo que mis mofletes se tiñeran de rojo, genial ahora el también sabía que me gustaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.