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Durante el trayecto hacia la casa de Marco íbamos hablando con Olga, contándole porque nos fuimos del entrenamiento corriendo y también el motivo por el que durante la próxima semana la pasaría con su hermano.

- Mi casa es tu casa, ponte cómoda - me dijo permitiendome pasar, cuando llegamos.

- Gracias - conteste, más por educación que por otra cosa porque yo prefería irme con Olga a la Residencia.

- ¿Quieres que te deje algo para dormir? - me pregunto yendo hacia su habitación.

- Ya le cojo algo a Olga - le contesté. 

- Eres mi invitada, no puedes hacer eso - me contesto - Además que tu amiguita siempre cierra la puerta con llaves - añadió.

- Genial - dije sarcástica.

- Entonces te dejo algo ¿no? - me pregunto con una sonrisa reanudando la marcha hacia su habitación.

- Pues si no queda más remedio... - dije siguiéndole.

- ¿Que te parece esto? - me pregunto dándome una camiseta.

- Me podrías dejar también un pantalón - le comenté al ver que ya no miraba en su armario.

- No tengo - me contesto.

- ¿Como que no tienes pantalones? - pregunte divertida.

- Pues eso, que no me gusta llevar pantalones - me contesto creo que la peor excusa que había oído en mi vida.

- ¿Y el que llevas? - le pregunté divertida.

- El único y lo tengo que dejar limpio para mañana - me contestó.

- Que excusa más patética - dije yendome al baño a cambiarme, lo único bueno que tenía esto es que como es más alto que yo la camiseta me tapa más de lo que me esperaba, aunque aún así, me daba vergüenza estar así cerca suya.

- ¿En serio? - le pregunté nada más verle solo en bóxers - ¿No me digas que tampoco te gustan las camisetas? - le pregunté divertida.

- Pues no - me dijo con una sonrisa - ¿Que quieres cenar? - me pregunto poniéndose el delantar de cocina, Sí estaba en bóxers y con un delantar

- Nada, no tengo hambre - conteste bostezando - ¿Donde duermo?

- Te das cuenta que has pasado el día haciendo ejercicio, tienes que comer algo para poder seguir haciendo ejercicio - me dijo como un padre preocupado.

- Vale papi, hazme lo que quieras - dije refiriéndome a la cena, pero el debió de pensar otra cosa porque me miro divertido.

- Quiero hacerte un gol - me contesto, haciéndome darme cuenta de lo que acababa de pedirle.

- Soy la mejor portera del mundo - conteste para que se diera cuenta de conmigo no iba a ser tan fácil como con otras chicas.

- ¿Pero goles te habrán metido? - me pregunto con una sonrisa, que manera más curiosa de preguntarme si soy virgen.

- Bueno, no te creas - dije dando a entender la respuesta, si lo era y no me avergonzaba decirlo.

- ¿Nunca lo has echo? - me pregunto sorprendido.

- No y no me mires así tampoco es tan raro - le pedí.

- Un poco raro es, eres mayor de edad y estas muy buena - me contesto mirándome de arriba a abajo.

- Solo tengo 18 años - replique.

- ¿Solo? - me pregunto sorprendido - Parece que tienes más.

- No se que contestarte a eso - dije sincera - ¿Y que hay de ti? ¿Con cuantas has follado? - le pregunté queriendo desviar el tema de conversación.

- Pues aunque parezca sorprendente solo con dos - me dijo y como se esperaba eso me sorprendió bastante, yo creía que sería el típico mujeriego que se iba acostando con cualquiera de hecho eso lo pensaba hasta su hermana.

- ¿Con quienes? - le pregunté con curiosidad.

- Con Marina, mi ex novia que conociste y con mi primera novia - me contesto.

- Pues tienes razón me esperaba a unas 200 tías más - dije divertida.

- Pues ya ves que no, que sólo con dos - me dijo también divertido y añadió mirándome seductor - ya sabes lo de que no hay dos sin tres ¿no?

- Ay si la canción - dije haciendo como que no pillaba la indirecta y empecé a hablar de la canción de Cali & El Dandee - Que recuerdos más bellos me trae esa canción - dije refiriéndome al Mundial 2010 y a la Eurocopa 2012 que ganó España con esa canción escuchandose por todo el país. 

- A mi también - me contesto serio, se notaba que no le gustaba que hubiese cambiado de tema.

De hecho por mucho que intente ignorar ese tema, no voy a poder hacerlo teniendo en cuenta que voy a pasar una semana entera con él.

Y se que estoy comportándome como una hipócrita con él, haciendo como si no pasase nada, cuando yo misma fui la que le dijo que mientras tuviera novia no haría nada con él.

Es más no se como es que estoy resistiendo mis ganas de besarle si ya no hay nadie que nos impide estar juntos.

- ¿Sara sigues aquí? - me pregunto sacándome de mis pensamientos.

- Ehh si - conteste.

- ¿En que pensabas? - me pregunto con curiosidad.

- En ti - dije sincera - ¿Por qué has dejado a tu novia? - le pregunté directa.

- Porque me gustas y quiero estar contigo - me contesto con una sonrisa acercándose a mi.

El poco espacio que dejó entre nosotros lo ocupe yo, para juntar sus labios con los míos, ya me daba igual los malentendidos que tuvimos al principio de nuestra relación, el quería estar conmigo y yo con él y lo demás me importaba poco.

Lo que el fútbol unió  (Marco Asensio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora