Lo que el fútbol unió (Marco Asensio)

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Como soy así de impulsiva nada más terminar de hablar con Marco fui al aeropuerto sabiendo que o iba ya mismo a mi casa a solucionar con el distanciamiento con mi familia o de aquí a mañana se me pasarían las ganas al imaginarme a mi padre con el ceño fruncido.

Durante el viaje me di cuenta de que volvía a Barcelona para arreglar unos problemas, pero que lo que dejaba en Madrid era un problema mucho más grande, no solo me había liado con otro teniendo novio, si no que me había liado con Marco, el ex mejor amigo de Isco.

Igual mis repentinas ganas de arreglar las cosas con mi familia únicamente se debía a que quería ganar un poco de tiempo para pensar como afrontar esta situación: o bien dejaba a Isco y volvía con Marco, ya que el me gustaba mas; o dejaba la situación como estaba por el bien de los dos, para evitar que se sigan peleando por mi culpa.

Cuando por fin aterrizamos en Barcelona, me cogí el metro para llegar a casa más rápido y en apenas 20 minutos ya esta allí, frente a la puerta de mi casa con únicamente una mochila de equipaje.

Llame al timbre y en cuestión de segundos apareció mi hermano a abrirme, su rostro era una mezcla de confusión y de alegría.

- SARA ¿QUE HACES AQUÍ? - me pregunto con alegría.

- Vengo de visita - conteste con una sonrisa intentando respirar, ya que mi hermanito se emociono un poco y me abrazo con muchísima fuerza.

- ¿Nico quien es? - oí la voz de mi madre.

- Sara - contesto mi hermano y en cuestión de segundo apareció mi madre corriendo con una sonrisa.

Cuando llego a mi no lo dude y la abrace con fuerza, a pesar de todo le había echado muchísimo de menos y estaba muy agradecida con ella por lo que había hecho por mi.

- Te he echado mucho de menos - me dijo mientras nos abrazabamos.

- Yo también - conteste.

Cuando nos separamos me miro con una sonrisa que poco a poco desapareció.

- Estas muy delgada - me dijo.

- Ya... 

- Que sea la ultima vez que pasas hambre por no tener dinero - me regaño - a partir de ahora necesites lo que necesites me lo pides.

- Vale gracias - conteste con una sonrisa.

- Anda goleadora pasa, que tienes mucho por contarnos - me dijo divertida.

- Vale - conteste con una sonrisa volviendo a abrazarla, jamas pensé que se tomaría con tanta naturalidad el tema fútbol, ella que se había pasado la vida queriendo de hija una muñequita delicada.

Mi sonrisa sincera paso a ser una fingida y llena de tensión al ver a mi padre, con el hacia muchísimo que hablaba y creo recordar que lo ultimo que le dije es que prefería hacerme prostituta que volver a vivir en casa con el. 

- Hola - me saludo sorprendido por verme aquí.

- Hola - conteste.

- ¿Que haces aquí? - me pregunto bajo la atenta mirada de mi madre y de Nico.

- Vengo de visita - conteste lo mismo que le dije hace un par de minutos a mi hermano, y decidí ir incluso más allá y le conté la verdad - porque quiero solucionar nuestros problemas.

- ¿Que problemas? - me pregunto sarcástico - Los que creaste tu cuando te fuiste a hacer algo que sabias que no podías.

- Si, los que cree al hacer lo que más me gusta - le corregí.

- Pues vete a hacer eso que tanto te gusta - me dijo con desprecio.

- Joder papá, ¿tanto te molesta que juegue al fútbol? - le pregunte frustrada.

- Eres una chica...

- ¿No tienes un argumento menos machista? - pregunte con sarcasmo, me sentía muy estúpida, me acababa de recorrer media España para intentar arreglar algo con un troglodita.

 - Yo no soy machista - me contesto, creo que eso no se lo creía ni el.

- Ya claro, entonces yo tampoco soy una chica - conteste algo sin sentido como lo que acababa de decirme.

- Yo no soy machista, es solo que no hace gracia que mi hija juegue al fútbol - intento defenderse.

- Claro, tu hija no puede a jugar al fútbol, pero tu hijo si ¿no? - pregunte enfadada, conmigo misma por creer que esta vez seria diferente.

- Si - me contesto cabreandome aun más, sabia que pensaba así, pero tenia la esperanza de que no me lo dijera tan directamente.

- Bueno si es ese el problema tu hija ya no va a jugar más al fútbol - conteste haciéndole sonreír.