Lo que el fútbol unió (Marco Asensio)

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- Acaban de aterrizar en Madrid - nos aviso Cristina.

- Pues entonces vamos genial - dijo Olga con una sonrisa.

- Pues si - dije sentándome en el sofá.

- Si te sientas entonces ya no vamos bien - me regaño Olga.

- Vale jolín - dije antes de levantarme y terminar de ayudar con lo que quedaba, estábamos preparando una fiesta sorpresa para recibir a nuestro entrenador recién campeón del mundo y además mi novio.

Después de un buen rato esperando oímos como se abría la cerradura.

- Joder menos mal que ya viene - se quejo Lucía - no aguantaba ni un solo video más de YouTube - dijo haciéndonos reír, ya que para matar el tiempo decidimos ver juntas los típicos videos de fútbol de top de jugadores más guapos o de los mejores... y la pobre no dio ninguno, yo tampoco lo hice mucho mejor que ella ya que todo el rato decía Asensio y al parecer esos videos eran antiguos y no saldría.

- Calla idiota, que va a saber que estamos aquí - la regaño Cris.

- Creo que ya lo sabe - dije al ver que Marco ya había entrado y la mayoría aún no nos habíamos escondido para darle la sorpresa de bienvenida.

- Pues si un poco - dijo divertido Marco sonriendo de oreja a oreja.

Fue tanta la alegría que sentí al verle que fui corriendo a abrazarle.

- Bueno chicas empieza la peli porno, nosotras sobramos - dijo Olga haciéndonos reír.

- Idiota - me metí con ella.

- Me amas - me dijo haciéndose la diva.

- Obvio Lady - dije divertida siguiéndole la broma.

Marco tosió incómodo interrumpiendo nuestro momento lesbico.

- Marco tranquilo no te voy a quitar la chica - dijo Olga haciéndonos reír de nuevo a todos Marco incluido.

- Buah ¿te acuerdas que risas cuando este creía que estábamos liadas? - le pregunté a Olga divertida.

- Ya ves - me dijo Olga riéndose - ¿Y el día que te pillo en sujetador en mi habitación? - dijo llorando hasta de la risa recordando la reacción de aquel día de su hermano.

- Siii - dije tronchandome de risa.

- Cariño, ¿le has hablado a tus amigas del día que te pille leyendo historias de amor de mi? ¿o de tu cara cuando me viste la polla por primera vez? ¿O de cuando me robaste un beso a base de un apuesta? - me pregunto haciéndome sonrojar.

- Pues si, pero eso no tiene gracia - conteste roja.

- Pues a mi si me la hace - me contesto.

- Y a mi - dijo Olga todavía riéndose - Vaya pareja de payasos.

- Bueno tu mejor no hables - dije divertida.

- Touché - dijo antes de cerrarse la boca con una cremallera invisible haciéndome reír y desconcertando al resto ya que solo yo estaba al tanto de su relación con Odriozola, ya que le avergonzaba admitir que le gustaba.

Terminada esta conversación dimos por empezada la fiesta sorpresa, en la que aparte de comer todos como puercos estuvimos bailando todos con todos como si no hubiera un mañana.

Cuando se hizo tarde todas se empezaron a ir y nos terminamos quedando Olga, Marco y yo.

- ¿Vemos una peli los tres? - propuse por hacer algo.

- Yo no puedo - me contesto Olga.

- ¿Por?¿Piensas salir? - pregunto Marco modo sobreprotector.

- Si, he quedado - contesto simple, conociéndola y con tanto secretismo creo que ha quedado con Odri.

- ¿Con quien? - pregunto de nuevo.

- Con un amigo, deja ya de preguntar - se quejo mi amiga, definitivamente había quedado con el.

- Osea que vas ha quedar con el gilipollas ese con el que estas ¿no? - pregunto deduciéndolo, mi culpa por mencionarlo anteriormente, menos mal que no sabia quien era ese gilipollas, porque sino entre su hermana y yo hacemos que se pelee con medio equipo.

- No te importa con quien quede y con quien no - dijo enfadada mi amiga.

- Si me importa si ese imbécil esta jugando contigo - dijo Marco también enfadado.

- Calma chicos - dije intentando poner paz, pero mis palabras se las llevo el viento.

- Marco soy mayorcita, hago con mi vida lo que quiero - dijo Olga.

- Y me parece genial - contesto Marco - pero... - continuo, pero fui interrumpido por su hermana.

- Con mi vida y con mi cuerpo hago lo que me da la gana y con quien me da la gana - dijo enfadada - así que ahórrate la charla, porque ese gilipollas me va a comer el coño igual - dijo haciéndome reír por semejante grosería.

Pare de reírme cuando Marco me miro mal, aunque por dentro seguía riéndome.

- Adiós baby - se despidió de mi con un beso en la mejilla - adiós hermanito - dijo con la mayor de sus sonrisas de niña inocente, hasta tenia cara de buena la muy cabrona.

- No vengas tarde - dijo Marco sabiendo que no había manera de evitar que se fuera con su "amigo".

- Vengo cuando quiero - dijo saliendo de casa.

- Dios esta chica es imposible - dijo frustrado sentándose en el sofá.

- No te preocupes por ella, sabe lo que hace - dije segura para tranquilizarle sentándome a su lado.

- No, no lo sabe, hay muchos gilipollas por ahi sueltos que solo piensan en follar - me dijo enfadado.

- ¿Y tu no piensas lo mismo? - pregunte divertida.

- No - contesto serio.

- Osea que ni te pongo ni quieres follarme - dije indignada.

- Noooo - lo negó rotundamente - lo que pasa es que yo me controlo - me dijo orgulloso.

- Pues a ver si te controlas ahora - dije quitándome la camiseta claramente para provocar.