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- Hola - salude con la mejor de mis sonrisas inocentes cuando Isco me abrió la puerta, creo que lo hizo simplemente porque tape la mirilla de la puerta. Punto para mi.

- ¿Que quieres? - me pregunto serio, se notaba que aun estaba dolido.

- Hablar contigo - conteste dejando mi tontería a un lado.

- Pues yo no tengo nada que hablar contigo - me contesto cerrando la puerta.

Si se creía que me iría así estaba muy equivocado, había venido hasta aquí andando con un único motivo, quería aclarar de una vez las cosas con el y volver a ser su amiga como al principio.

Pulse el botón del timbre varias veces, pero me ignoro, ¿Pues a ver cuanto tiempo puede soportar el ruido? Porque yo pulsando el botón puedo estar eternamente hasta que me abra de nuevo la puta puerta.

- Eres muy pesada - me grito desde dentro, se ve que se esta cansando ya.

- Ya ves - conteste dándole la razón - y creo que puedo estar aquí eternamente - añadí divertida.

- Anda entra - me dijo entrando - eres muy pesado y muy cabezona.

- No te lo voy a negar - dije cantando la canción de J Balbin pero deje de bromear cuando me fulmino con la mirada.

- Dime lo que me tengas que decir y vete - me pidió.

- Pues ponte cómodo, porque va para largo - conteste, había tantas cosas que quería decirle que no sabia ni como empezar.

- No me voy a poner cómodo porque vas a hablar rapidito y te vas que tengo partido - me contesto borde.

- Vale - conteste respirando profundo antes de ir a lo importante - Mira Isco no se que estarás pensando de mi, pero te juro y te prometo por lo mas sagrado que jamas me acerque a ti con otras intenciones que no seas estar únicamente contigo e intentar una relación - dije como quien no se había estado preparando el discurso todo el trayecto.

- ¿Quieres que te diga lo que pienso realmente de ti? - me pregunto esbozando una sonrisa un tanto malévola.

- Si porfi - conteste temiéndome lo peor.

- Pienso que eres la típica fan niñata de Asensio, que es la primera vez que dos chicos la miran y que has echo todo esto únicamente para llamar la atención de Marco - me dijo dejándome sin palabras - Y te felicito, te ha salido genial el plan.

- No tienes ni idea - le conteste dolida con sus palabras.

- La que no tienes ni idea eres tu - me contesto - A ver cuanto te dura el romance con tu ídolo - me dijo con sarcasmo - Para la boda que has soñado y todo eso te aseguro que no, pero para echar un polvazo y escribirlo en tu aplicación de historias inventadas igual si.

- Te estas pasando - le recrimine.

- No, no me estoy pasando, querías la verdad ¿no? - me pregunto.

- Si, tu mismo lo has dicho quiero la verdad - conteste dándole la razón - pero esto no es la verdad, esto solo son palabras de despecho de alguien a quien le acaba de dejar una fan niñata - conteste hartándome de sus comentarios - ¿Me puedes dar mi maleta? - le pregunte recordando el segundo motivo de mi visita, ayer con todo el lío se me olvido pedírsela, ya que me la guardo en su coche cuando vino a recogerme al aeropuerto.

- Claro - dijo yendo a por ella - toma - me la dio.

- Gracias - conteste sincera al ver que la maleta estaba en perfecto estado, si hubiera sido al revés yo como la niñata que soy la habría tirado por ahí o destrozado en el mejor de los casos - Cuando tengas ganas de hablar bien me llamas - dije yéndome con mi maleta con mi orgullo, si creía que me podría pisotear estaba muy equivocado, podía insultarme de las miles de maneras que se le apeteciera para sentirse mejor, pero ahí estaría yo para recordarle que estaba enamorado de mi a pesar de todas las mierdas que me diría.


Lo que el fútbol unió  (Marco Asensio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora