Tormento

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Yixing no pudo dormir en toda la noche; al cabo de este mes BlackPearl iría hacia los Kim. Eso le aterraba por lo cual no lo dejó descansar. Y para agregarle más drama a su vida dentro de poco cumpliría la mayoría de edad por lo cual ya formaría completamente parte de la mafia.

"Suho prometo salvarte..."

***
Por otra parte, en un rincón de la ciudad estaban Luhan y Sehun. Se encontraban en el auto del mayor, éste le prometió a su novio que iba a tratar con sus adicciones. El otro le creyó apostando hacia la confianza, y el amor que se tenían mutuamente. Sin embargo había ciertas cosas que les preocupaban.
-no quiero volver a mi casa, tengo miedo- resopló Luhan.
-sabes que si fuera por mi bebé, te llevaría lejos de la ciudad-
El menor se recostó en el asiento, miró hacia la ventana. Sintió el calor del otro cerca de su cuerpo, unas manos acariciaron su cuello. Sehun giró la cara del rubio pegando su frente a la del otro.
-Hannie, todo va a estar bien. Confía en mi, amor- Sehun besó los labios de su amado. Lentamente su pareja le permitió que su lengua pelee con la suya. El beso que antes transmitía paz, ahora se volvió lleno de pasión y ansias de complementarse uno con el otro.
Luhan le señaló el asiento trasero del auto y allí se mudaron. Las prendas iban desapareciendo de sus cuerpos, gemidos y jadeos salían de sus bocas.
Los vidrios del coche se empañaron a causa del calor que había allí. Sehun llevó dos dedos a la boca de su novio para que los moje con su saliva.
Mientras tanto recorría el miembro del otro con su mano libre.
-Te amo Lu, no tienes una idea de cuanto te amo.- habló el más alto, quien llevó sus dedos ya lubricados hacia la entrada de su novio.
-Ah hun, duele- gimió el de cabello rubio, la saliva no se comparaba a tener un lubricante que facilitaba las cosas. Su pareja introdujo sus dedos un poco más adentro, los movió en forma de tijera para abrir aquella pequeña entrada. Tenía que prepararlo bien su polla era larga, y apenas entraba en la cavidad de Luhan.
El rubio gimió alto cuando sintió que los dedos eran remplazados por algo más grueso
-Mmm... Lu, me vuelves loco- volvió a hablar el alto cuando llegó al fondo de la cavidad.

El pequeño Zhang se sentía a salvo cuando estaba en los brazos de su pareja. Sólo con él podía demostrar lo que verdaderamente era. Por más que parezca alguien sin corazón, frío y de mente calculadora, Luhan era todo lo contrario, necesitaba amor, cariño, calidez, y lo encontraba únicamente con Kim Sehun, que a pesar de ser un ludópata, drogadicto y conquistador, haría lo que estuviera a su alcance para enamorarlo una y otra vez.

***

Día sábado. En una semana los mellizos cumplirían su mayoría de edad. Zitao les comentó acerca la fiesta que planeó junto a su esposo para festejar el año más de vida de Luhan y Yixing.

Si bien estos dos últimos no estaban muy entusiasmados, aceptaron la propuesta con el fin de hacer una pequeña celebración en su mansión, con amigos del colegio, familia, como si todo fuera normal. Pero... ¡oh santo cielo! ésto no era así, solo era una maldita fachada. Uno de los dos hijos del clan Zhang planeó una gran jugada para esa noche.

Hoy era el partido de Lacrosse que tanto se había preparado Junmyeon. Con Yixing siendo su inspiración esperó con ansias rendir al máximo posible como capitán del equipo. En su cara se dibujó una sonrisa cuando vio al chico que lo traía loco en la tribuna. No sólo estaba Lay allí, varios padres y alumnos tanto de la escuela local y de los visitantes llenaron las gradas.

No muy lejos de Yixing, se encontraba la familia Kim alentando a su hijo. Habían llevado pancartas de aliento a Junmyeon, como si fueran grandes fan de aquél muchacho.

-¡Hey Lay!- un chico de baja estatura saludó

-Oh Kyung, te guardé un asiento.- Yixing respondió, Luhan que estaba allí también cruzó miradas con Do Kyungsoo, si no fuera por su mellizo que se encontraba en el medio, el rubio y el bajo sacarían chispas en medio de la tribuna.

El partido empezó, era a todo o nada. El equipo local tomó ventaja cuando pudieron robarle la bocha a un jugador desprevenido. La tribuna alentó cuando el marcador se puso 1-0 favoreciendo el equipo de Junmyeon.

Yixing y Kyung comentaban acerca del partido, parecían niñas mirando a sus chicos transpirar la camiseta. Luhan por el otro lado, estaba vagando en su propio mundo, ni si quiera notó que los asientos de su lado derecha fueron ocupados.

-así que... ¿estamos ganando?- preguntó la persona que acaba de sentarse al lado del rubio.

Luhan tuvo que escapar rápidamente de sus pensamientos.

-papá ¿qué hacen aquí?- habló Lu, su corazón latía a mil. Los Zhang nunca aparecían en el colegio y si estaban allí era porque algo tramaban y seguramente no era nada bueno.

-vinimos a disfrutar del partido- dijo ahora su padre Yifan, Zitao por su parte no tenía su vista en el campo de juego. Miraba las tribunas como si estuviera buscando a alguien...

-Allí están- le susurró a su marido, apuntando hacia la tribuna donde estaban los Kim, Sehun también estaba presente. Trató de respirar con calma, su vista se nubló. Disimuladamente le pegó un codazo a su hermano, éste volteó y quedó tan petrificado como Luhan cuando vio a sus padres sentados a unos metros de él.

Yifan hablaba por teléfono, Zitao seguía observando a los Kim. El rubio sentía mareos y ganas de vomitar, tenía mucho miedo sumando el mal sentir que habitaba dentro de su corazón, como si el cielo azul se nublara de repente anunciando la gran tormenta. La multitud festejó el segundo gol de la escuela local, no faltaba mucho para que se diera el entretiempo.

-No sabía que los hijos de los Kim eran tan guapos.- pronunció Zitao hacia su pareja -es una lástima-

Sonó el pitido indicando el medio tiempo. Muchos se levantaron de sus asientos para ir al baño, otros para estirar las piernas. Los mellizos fueron los primeros en indicar que tenían que ir con prisa al baño. Dejando a Kyungsoo y sus padres en los asientos.

Luhan corrió al primer cubículo que encontró. Devolvió todo su almuerzo, le dolía la cabeza, el estómago, el pecho. Se sentía un asco. Yixing lo observó, pero no dijo nada. Sus sospechas se confirmaron. Pero aún así se quedó callado.

-¿qué hacemos ahora Luhan?- Lay le habló a su hermano quien se mojaba la cara.

-sigamos el juego, nosotros no conocemos a los Kim recuerda. Ellos son nuestros enemigos, y no nuestros amigos. BlackPearl nos necesita Yixing, porque somos parte de ella.-

La puerta del baño se abrió, una figura varonil entró. Tenía el ceño fruncido y su cara era de preocupación.

-Así que acá estaban... ¿de qué tienen miedo? no pueden olvidar de dónde vienen- esa figura habló. Yixing se aclaró la garganta, había muchas cosas sin resolver.

Misión: Salvando a Suho (SuLay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora