Misión: Salvando a Suho (SuLay)

Monster in me |p.2|

El monstruo en mí ama el monstruo en ti.
Abrázame, aprietame un poco más fuerte hasta que no podamos respirar (Monster in me- Little Mix)

-No creo poder aguantar un día más aquí dentro Yixing.- el de piel más clara refunfuñaba. 

-Lo sé- dijo Lay mientras tiraba con un jarrito agua caliente hacia el cabello de Junmyeon. 

Dentro de aquel centro clandestino donde estaban presos de su libertad los Kim, Lay pudo encontrar un lugar para que su novio se asease, después de todo era lo único que le podía ofrecer. Yixing sabía y entendía la situación de Junmyeon, pero ¿cómo lo ayudaría? si pareciera ser que los problemas y los temores eran mayor a la poca valentía que le quedaba al joven Zhang. Si bien en su cabeza merodeaba la idea de un posible escape, era muy peligroso. 

La seguridad se había duplicado por culpa de la mafia china, lo preocupante no era quien salía de la fábrica si no quien entraba a ella. 

Lay podía hurgar a su padre sobre el destino final de los Kim. Aunque también esperaba que el otro padre de Junmyeon pagase el rescate; eso era, sin duda alguna, lo ideal. Ya que de esa forma BlackPearl  no les guardaría rencor, o algo similar.

-¡Yixing deja de pensar tanto!- A Suho le causó la gracia la cara de Lay. Para llamar su atención tomó una de las jarritas que estaban a su alrededor, untó agua y se la tiró.

-!Oye ¿Por qué haces eso?!- Yixing quien hace unos segundos atrás mantenía sus ropas secas, ahora fue casi empapado por la travesura de Junmyeon quien por cierto se reía ante el hecho.

-¡Deberías haber visto tu cara!- el menor de los Kim soltaba carcajadas. 

Y para no quedarse atrás; Yixing le siguió el juego: una guerra se desató entre ambos. 

Junmyeon no tenía problemas ya que estaba desnudo porque se estaba bañando, sin embargo Yixing tendría que más tarde poner sus ropas a secar. Pero poco le importó.

-Estamos a mano Junmyeon...- suspiró Lay, su vientre dolía a causa de las risas que provocaba este juego infantil.

-Está bien bebé, pero antes dame un beso.- Junmyeon estiró su boca en forma de piquito para recibir del otro lo que había pedido. Yixing se acercó con la idea de besar esos labios que con tantas ganas había probado una y otra vez, pero un sonido extraño llamó la atención de ambos. 

Alguien los estaba vigilando...

***

Horas más tarde en la mansión Zhang, un fuerte portazo resonó en la gran mansión desolada. 

Yifan había entrado a la habitación que compartía con su esposo, quien por cierto estaba acostado en la cama con una computadora en su vientre. 

-¿Qué haces despierto a esta hora?- el mayor habló con sequedad.

-Mirando una película, ¿también tengo que pedirte permiso?- con ironía e impotencia Zitao no decidió callarse.

Yifan lo miró mientras se desabrochaba el cinturón que rodeaba su cintura. Cuando terminó su tarea, se colocó al lado de su esposo quien cerró la Notebook con rapidez y giró hacia él para tomar su rostro entre sus manos. 

Tao lo besó, pero notó que algo no iba del todo bien. Si bien el líder de el clan tenía de por si una personalidad fuerte y terca, últimamente tenía un humor del asco y era de preocuparse.

-¿Por qué estás enojado?- el menor se atrevió a preguntar.

-Agh no importa eso ahora.- Yifan prefería no hablar y tampoco recordar. -¿Y por qué tu estás tan animado?- Bajó hacia el cuello del otro depositando unos suaves besos en esa parte tan sensible.