2| La gran mansión

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Ha sido un largo viaje de 4h con mis hermanos, que los quiero mucho pero son insoportables, en la mansión van a estar mis tíos, mis tíos y mi prima Regina.

Cuando llegamos a una amplia casa con un jardín para perderse, salimos todos del coche cogiendo nuestras cosas. Papá es el primero, ya que tiene la llave, detrás voy yo. Esta demasiado limpia.

Busco en toda la mansión la habitación mas grande y por fin la encuentro, una cama matrimonial toda blanca con una manta gris a los pies y unos cojines blancos con flores negras.

—Me encanta—digo con los ojos abiertos

—La abuela me dijo que la decorara a tu gusto, ella sabía que ibas a escoger esta habitación— interrumpe mi tia

—¿Como que escogería?— pregunto

—No sabíamos que la abuela iba a morir ayer, teníamos planeado venir este verano a la mansión, con la abuela, pero ocurrió lo que ocurrió— dice mi tia mientras le cae una lagrima de la mejilla— ¿Pero a que quedó chula la habitación?

—Si me encanta, gracias tia— le digo dandole un abrazo

—Yo solo me encargué de comprar las cosas, fue la abuela quien me dio la lista de lo que comprar, dale las gracias a ella

—Gracias abuela—miro al cielo

—Te dejo que te organices, luego baja a comer—me ordena

La habitación esta en el último piso, la única habitación que hay en ese piso, la abuela me conocía muy bien, la habitación tiene un balcón enorme, me acuerdo que hace unos meses le había dicho que me encantaban las vistas desde los balcones, eran muy románticos, como las historias que solíamos leer, "la gran mansión" esta muy limpia, mi tia y mi padre tuvieron que limpiarla muy bien porque hacia 10 años que no vivía nadie, aunque una señora amiga de mi abuela hasta hace dos años venía a comprobar que todo estuviera en buen estado y que nadie hubiera entrado a vivir, pero la señora ya era mayor así que nunca limpiaba la casa.

Estoy cerrando mi maleta vacía, me digno a guardarla debajo de la cama y cuando me dirijo a hacia la puerta para ir a comer me tropiezo, con una tabla de madera suelta, me agacho para ponerla en su sitio pero veo unas cuantas cosas ahí debajo, así que me decido por sacar la tabla de al lado que estaba estorbando y sacar lo que había dentro

—¿Fotos,cartas, un anillo?— me pregunto mientras voy sacando lo que hay

Hay como miles de cartas y fotos pero anillo solo hay uno, con las iniciales D.S es imposible que ese anillo fuera de mi abuela ya que su apellido empezaba por "F" no por "S"

—Niños, a comer— grita mi madre desde la cocina

—¡Ya voy!— grito

Cojo las cartas, las fotos y el anillo y los meto en un baúl que hay a lado de la cama.

Salgo de mi cuarto en dirección a las escaleras, las bajo rápidamente porque sinceramente, me muero de hambre.

Me siento en la mesa.

—Hola primita—dice Regina

Ruedo mis ojos

—Hola Regina—sonrío

—¿Que tal en el amor?—

—Paso de novios, una pérdida de tiempo

—Y yo aquí enamorándome de cada chico que veo por la calle. Ojalá poder ser como tú—pone un puchero

Yo suelto una risilla y me meto un trozo de brócoli a la boca

—¿enserio te gusta esa cosa verde?—pregunta

—Si, obviamente, está buenísimo y estoy en plena operación bikini—responde dramáticamente

—¿Sabes que no hay playa no?

Casi me atraganto con el brócoli que me lleve a la boca.

—¿Como que no?—me limpio con una servilleta—Me estás vacilando ¿verdad?

—¡Que no!

—Cállate—río— No me hace gracia

Mi prima iba a decirme algo cuando de repente mi hermana tira de mi brazo

—¿Podemos ir al bosque?—pregunta Ashley interrumpiendo mis pensamientos

No, por favor no

Se buena hermana Sam

—Pregúntale a mamá

Mamá di que no

Mamá di que no

—¡Si!—gritan los mellizos al unísono

Los mellizos corren a donde mi madre y después de unos largos gritos y tirones de ropa mi madre me mira y yo solo me digno a negar con la cabeza y rogarle que diga que no.

—Si—dice mi madre

—¡Bien!— dicen los mellizos al unísono

Te odio madre, eso es a lo que yo llamo traición.

—Pero con la condición de que estéis aquí para cenar—dice encarnando una ceja hacia mi

—Vale mami— dicen los mellizos dandole un beso en la mejilla a mi madre

—¡Venga Sam, deja de comer, tenemos que aprovechar el tiempo!—dicen tirando de mis brazos

¿Porque? ¿Porque no pude ser hija única?

—Vale, ahora voy—digo con la boca llena—iros a cambiar—les digo para que me dejen tranquila

—Vale—dice corriendo

Recojo mi plato y subo hasta mi habitación abri el gran armario y saco unos jeans cortos, no puedo más con este vestido, del calor que estoy pasando se me pega por todo el cuerpo y es un incordio

—Sam, acuérdate, tenéis que estar aquí antes de las 8.30–repite mi madre

—Que si—digo alargando la "i"

—Ir con cuidado—dice mi madre despidiéndose de nosotros.

Cuando ya salimos de la mansión Max rompe el silencio.

Sam, gracias por acompañarnos, eres la mejor hermana mayor del mundo— dice Max

—Si, eres la mejor— dice Ashley

Si supieran de mis pensamientos de vivir como hija única los decepcionaría

—¿Donde quereis ir?—pregunto cogiéndolos de la mano

—Al pueblo

—Ash, no hay otra cosa aquí que no sea pueblo

—Pues a donde no haya bosque

Ruedo los ojos y continuamos por el bosque hasta llegar a la plaza del pueblo en la que hay un parque. Mis hermanos corren y se olvidan de mi.

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora