32|Te lo prometo

108 7 11
                                    

Nada más llegar salude a mi familia y me subí a mi habitación sin cenar, estuve hablando con Regina, sobre lo que pasó, sobre Paris y sobre el tema de sus padres.

Cuando se fue, me dispuse a mirar mi móvil con todas las fotos del verano, llorando.

Una foto de Lyds, Kendall y yo juntas la noche que nos conocimos, una foto posando con Nate, otra con Lydia en la fiesta de inicio de verano, pienso en esa fiesta y recuerdo el fotomatón.

Giro mi móvil y me encuentro con la foto, la cual adorna mi funda trasparente. La saco y le quito la suciedad.

Es preciosa. Salimos los dos muy bien, felices.

Y ahora, no se ni como estamos.

Pongo la foto sobre la mesilla de noche e intento dormir.

No es hasta que consigo dormirme cuando escucho ruidos provenientes del balcón.

Me despierto y al no ver a nadie me asusto. Pero vuelvo a escucharlos. Salgo de mi cama y me agacho del lado contrario.

Me tapo la boca para no gritar cuando veo unos zapatos caminar hacia mí habitación

—¡Sam!—me susurra alguien

¿Dios? ¿Eres tú? Yo se que nunca he creído en ti, pero por favor ayúdame. Aún no quiero morir.

—Sam soy Nick, puedo ver tu cabeza desde aquí—dice

Ah, bueno. Que si fuera un asesino ya estaría muerta.

Me levanto de mi escondite y sacudo mis rodillas, debería limpiar más a menudo.

—¿Que coño haces aquí? Aún encima en medio de la noche—susurro

—Quiero pedirte perdón

—Que raro—me cruzo de brazos

El da un paso más y juega con sus dedos.

Frunzo el ceño al darme cuenta. Miro mis dedos y observo mis heridas de cuando los araño o hago lo que está haciendo Nick exactamente en este momento. Está nervioso.

—Tienes razón, es normal que quieras ahorrarte el dolor. Pero eso no quita que te quiera, lo siento mucho, siento haberte llamado egoísta, no lo eres.

Siento que algo estoy haciendo mal.
¿Y si Nick tiene razón? ¿Y si es mejor aprovechar las dos semanas a quedarnos sin haberlo intentado?

—¿Que pasaría si hubiera cambiado de opinión?—digo mirando con el ceño fruncido mis pies—¿Que pasaría si me gustaría arriesgarme a que me rompas el corazón?

El me sonríe. Mira a sus pies y hace esa mirada que tiene tanto poder en los hombres, pasa su lengua por dentro de sus mejillas mientras levanta las cejas.

Camina hacia mí y se sienta conmigo en mi cama.

—¿recuerdas como me trataste la primera vez que me senté en tu cama?—enarca una ceja

Río al recordarlo. Le reclame haberse sentado en mi cama y haberme robado mis manzanas.

—¿Pero quien te crees que eres para robar una manzana de mi propiedad y mas aun para sentarte en mi cama?—dice imitando mi voz

—¿Te acuerdas exactamente lo que dije?

—memorizó cada cosa que sale de tu increíble boca—dice acercándose más y más a mí

Nuestros labios se unen en un beso salvaje, descruzo mis piernas y Nick se arrima mas a mí, colocando sus manos en mi cintura.

Mis manos que estaban en sus mejillas bajan al dobladillo de su camiseta.

Termina el de sacársela. Me sonríe con picardía cuando la tira al otro extremo de mi habitación. Una de sus manos sube por mis muslos hasta llegar a mis bragas, tal y como la primera vez que nos conocimos.

Las va deslizando lentamente hasta sacarlas del todo, igual hace con mi camiseta y mi sujetador.

—¿Eres virgen?—me reta con los ojos

—No—niego con mi cabeza—Siento decepcionarte pero hubo alguien antes que tú

Dante, mi vecino. Si, Regina siempre estuvo en lo cierto, Dante estaba coladito por mi y yo por el, fue mi primer novio, pero nunca nadie lo supo, lo éramos a escondidas,con el perdí la virginidad.

Nick besa desde la parte baja de mi vientre hasta mi clavícula. Se comienza a quitar el pantalón, a continuación el bóxer...

—¿Te va hacerlo oral?

Niego con la cabeza

—Perfecto, porque a mi tampoco

El se coloca y yo abro mis piernas para el.

Todo empieza suave hasta que comienza a coger ritmo.

Nick pone una de sus manos en mi boca.

Yo me aferro a las sábanas llena de placer. Lo siento Dante, pero Nick te gana.

—Shhhh, no grites tanto que así nos van a oír—me dice al oído

Eso hace que me ponga muchísimo más.

Le rodeo con mis piernas cuando ya está fuera de mí. Lo beso con ganas, hasta que hago sangrar su labio.

—Joder, Sammy—dice casi en un gemido

Nos damos la vuelta y ahora soy yo quien está arriba. Siento su dureza en mis piernas.

Está muy caliente. Estamos calientes.

Me pongo mi pelo de un lado y comienzo a besar su cuello, a moverme con sensualidad y a dejar una marca que le recordará esta noche

Lo miro fijamente mientras succiono la zona de su clavícula.

Cuando termino me coge delicadamente del mentón y me obliga a unir nuestros labios.

—Esto es demasiado ilegal—sonríe dándome besos cortos

—Díselo a tu amiguito, que se despierta por una menor— apoyo mi mentón en su pecho

Nick sube y baja sus manos sobre mi espalda desnuda. Juega con mi pelo y vuelve a bajar por mi espalda.

—¿esto que ha sido? ¿Una reconciliación?—pregunta

—Puede—formó una mueca con mi boca

—Tomo nota. Discutir más contigo

Río y vuelvo a besarlo, pero esta vez dulce.

—Prométeme una cosa

El posa uno de sus brazos detrás de su cabeza miente frunce el ceño.

—Prométeme que aunque esto se acabe—nos señalo—Seguiremos en contacto, no quiero perder esto, pero tampoco quiero perderte a ti

—Es lo mismo, "esto" y yo

—No, no es lo mismo. Hasta la ahora no hemos sido nada y nos ha ido muy bien

—Sam, me gustas desde la fogata, nos ha ido muy bien porque me he sabido controlar—sonríe

—Prométemelo—digo sería

El piensa unos segundos y asiente

—Te lo prometo, prometo que aunque esto se acabe, seguiremos en contacto, seguiremos siendo amigos y no me perderás

Eso me saca una sonrisa.

Me siento mucho más aliviada, también puede ser por que acabamos de dejar toda la tensión sexual atrás.

Pero también porque se que cumplirá su promesa y aunque no seamos nada y nos separen 500 km seguiremos siendo los mismos

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora