27| Nunca podria odiarte

98 6 1
                                    

Ya he vuelto a dormir bien, ha pasado una semana desde que Lydia nos dijo lo del cancer, hace seis días que no veo a Nick, no contesta a nadie las llamadas.

Estamos comiendo, concretamente, pollo asado y patatas. La familia Woods sola, ya que mi prima y sus padres decidieron ir a comer a un restaurante del pueblo, porque tenían que hablar no se que.

—¿Que tal Nick?—pregunta mi madre de repente— Emily me llamó preocupada porque entra en casa y lo único que hace es encerrarse en su habitación ¿sabes algo?

Lyds no quiere involucrar a ningún adulto. Por que eso conllevará que todos hablen entre ellos y hagan mucho peor el problema de lo que ya es.

—No, tampoco contesta ninguna llamada, ni siquiera de los de la banda—digo apartando los guisantes hacia el otro extremo del plato—Mama, papá ¿de que conocéis tanto a los Peters?

Ellos se miran y se ríen.

—Tu padre y yo nacimos aquí

Me quedo con la boca abierta. Sabía que mi padre había nacido aqui, pero, ¿mi madre también?

—No me cuadra, ¿porque nunca lo supe?

—Nunca preguntaste y como los abuelos murieron antes de que nacieras tampoco había a quien visitar—se encoge de hombros—Tu padre y yo nos conocimos aquí, en el instituto, a la vez que Emily y James. Concretamente por un castigo—mira a mi padre—Desde ese día establecimos nuestra amistad, pero al terminar el instituto cada uno fue por su lado. Yo y tu padre nos casamos dos años más tarde, demasiado jóvenes—enarca las cejas—Pero valió la pena, sin embargo Emily y James ni idea de cuando se casaron. No mantuvimos el contacto hasta que un día volvimos aquí y nos los encontramos con un niño de la mano, Nick tendría unos 8 años y tú estabas a punto de cumplir los 7. Quedamos a cenar y os hicisteis amigos.

Me quedo con la boca abierta.

No lo puedo creer.

—no se que decir, sabía que erais amigos de la adolescencia, pero toda esa historia ¿os conocisteis por un castigo? ¿Que castigo?

—Esa historia quedara para otro día, ahora recoge, que hoy te toca

Ruedo los ojos y me levanto hacia la cocina.

Intento llamar a Nick pero sale el buzón

—Hola, no se que te pasa, si te has enfadado con alguien, pero por favor, nos preocupas. Llámame Nick, por favor—suena un pitido, dándome a entender que el mensaje se ha enviado.

Me rindo, iré a su casa.

Sino contesta mis mensajes, ni mis llamadas, me contestará a mi en persona.

—Mamá, iré a casa de Nick vuelvo para cenar. A ver si así nos habla—digo saliendo de casa

No le doy tiempo a rechistar a mi madre.

Salgo y de camino llamo y escribo a todos para que vayan a casa de Nick.

Lydia dijo que tenía que hacerse una prueba hoy. Nate y Regina a saber donde están porque no contestan. Solo Kenz es la que responde y accede a acompañarme.

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora