34|El retrato de Dorian Grey

83 4 10
                                    

La vida es un abrir y cerrar de ojos. Pasa y no te das cuenta. Tendría que haber disfrutado más el verano, eso es lo que nos decimos cada año una y otra vez. Este año no es la excepción, tenía que haberlo disfrutado más.

Pero me conformo con lo vivido.

Hoy, iremos juntos de acampada, cerca de la casa abandonada donde se celebran las fiestas.

Además ya mañana es la fiesta de verano, eso quiere decir que mañana los chicos se pasarán la tarde ensayando y no podré estar solas con Nick.

Mis padres no me dieron permiso, tuve que decirle que iba a dormir a casa de Lydia, sino me vendrían con la frasecitas de "es peligroso"

Pero antes quiero zanjar las cosas con Simon. Meto las cartas y el anillo en mi bolsillo

Salgo de casa camino al pueblo.

Me encuentro con Nick en la plaza y eso hace que sonría como tonta.

—¿Que haces aquí?—frunzo el ceño

—Tenía que hacer unos recados—me sonríe

El se inclina y deja un suave beso sobre mis labios.

Puedo sentir como mis ojos sueltan chispas en estos momentos.

—¿Y tu?

—Voy a casa del abuelo de Luke ¿te acuerdas? La vez que me viste salir de su casa y estabas lleno de celos

El se pasa la lengua por los labios y sonríe.

—Si, me acuerdo. Que me habías dicho algo de su abuelo estaba enamorado de la tuya pero la tuya amaba a tu abuelo o algo así ¿no?

—Si algo así. Voy a devolverle las cosas que le regalo a mi abuela. Creo que le haría ilusión

Al formular la última frase recuerdo la promesa que le hice a Simón al salir de su cas aquel Jueves. "Te traeré al señor Baynard"

Hago una mueca pensando en lo que voy a decir

—¿Me harías un favor?—hago una mueca

El asiente y frunce el ceño

—¿sabes quienes son los baynard?

El se ríe y se mete las manos en los bolsillos.

—Claro que los conozco, son casi parte de mi familia

—Necesito que traigas al señor Baynard y los lleves a la casa donde me encontraste la otra vez.

—Está bien, pero ¿para que?

—Simon, el que estaba enamorado de mi abuela, era su mejor amigo, hacen 60 años que no se ven.

—Vale, estaré allí en 15 minutos

Le sonrío en acto de agradecimiento y me lanzo a dejar un beso sobre su mejilla.

—Mil gracias. Eres el mejor—le digo antes de girarme en dirección a la casa de Simon

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora