1|No hay que llorar en un funeral

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Me miro al espejo, estoy horrible, no he podido dejar de llorar en toda la noche y esta es la consecuencia, mi abuela murió ayer de un infarto en su casa, mi abuela era una de las personas más importantes para mi, le contaba todo, era como mi mejor amiga.

Mis padres sabían que quería demasiado a mi abuela por eso vamos a pasar el verano en la gran mansión, de aquel pueblo del que procedía y en el que mi abuela paso toda su vida.

—Joder, estoy llorando otra vez— me digo a mi misma

Me seco las lágrimas y me vuelvo a echar otro poco de rimel, llevo un vestido negro de tirantes ya que es verano y hace calor

Tocan la puerta

¿Estas lista?— pregunta mi madre

—Si —digo sin animo

—Pues ve bajando, voy a terminar de vestir a los mellizos

Tengo una hermana y un hermano Ashley y Max, mellizos, tienen 6 años, casi 11 años menos que yo. Aun no he cumplido los 17, aun faltan dos meses para que llegue mi cumpleaños y tal cual va mi vida no creo que me entusiasme tanto mi cumpleaños.

Después de despejar mi mente cojo mi bolso y mi maleta, ya que después del funeral iremos directamente a la mansión. Mi abuela y abuelo se conocieron porque eran vecinos, se enamoraron se casaron y al morir mis bisabuelos ellos se quedaron con la mansión, cuando pasaron los años, decidieron mudarse a la ciudad, donde alrededor de tres años mi abuelo murió, el murió cuando yo tenia a penas unos meses de vida, así que prácticamente no lo conocí mi abuela con suerte lo supero pero, le costó, claramente. Recuerdo haber ido a la mansión, pero cuando, tenia la edad de los mellizos, no me acuerdo de nada, solo recuerdo que me llevaba muy bien con un niño, hijo de un amigo de mis padres, pero no me acuerdo ni de su nombre ni aspecto, todo esta borroso, ahora mismo si lo tuviera delante mía no lo reconocería seguramente, desde entonces nunca volví a pisar la mansión

—Vete al coche que está papá esperando— dice mi madre intentando ponerle la chaqueta a los mellizos

—Vale—contesto

Meto la maleta en el maletero y me subo al coche, mi padre está demasiado triste, lo sé porque normalmente es muy risueño y charlatán pero hoy está diferente y es normal, todos estamos asi, la abuela era muy importante para todos nosotros.

—¿Estás bien?— le pregunto

—No cielo—dice secándose las lágrimas

—Papá...— digo apoyándome en su hombro

—Me acuerdo, que mas o menos con tu edad, la abuela enfermo, y yo le dije "Mamá por favor cúrate ,que no sé que hacer si te pierdo" y ella me contesto "No tienes porque tener miedo todos nos iremos algún día y nos reencontraremos, por eso no hay que llorar en un funeral, porque un funeral es el comienzo de otra vida allá dónde vayamos "

—La abuela y su alma poética— intento sonreír

—Si, eso lo sacaste de ella, la pasión por la lectura—sonríe papa

Mi madre entra en el coche con los mellizos

—Estamos listos— dice mamá intentando sonreír

Cuando papá termina de aparcar todos nos quedamos callados

—Hemos llegado— anuncia mi madre para romper el silencio

Nos bajamos del coche, mis padres se adelantan y van con mis tíos, mientras que la gente se les acerca y les da el pésame.

—¿La abuela, va ir al cielo?—pregunta Max cogiéndome de la mano

—Claro, era muy buena—responde Ashley

—Tienes razón, Ashley, era muy buena— digo triste

Mi hermana se da cuenta de mi tristeza y me da un fuerte abrazo

—Se fuerte, Sam, yo lo estoy siendo—dice

—¡Niños vamos!— grita mi madre desde lejos

Los mellizos corren riéndose hacia donde se localiza mi madre, como si nada hubiera pasado y es normal, son pequeños y no se dan cuenta de las cosas.

Diana Farley, madre, abuela, esposa y amiga, era la única hija del legado Farley y la madre de Daniel y Wendy Woods unos hijos a los que ha criado excelentemente,su marido murió desgraciadamente, de lo mismo que ella, hace ya quince años, yo mismo fui el sacerdote de su funeral, ese mismo día Diana me dijo que cuando llegara su día la enterrase al lado de su marido, ya que al casarse juraron estar juntos hasta que la muerte los separasen— hace una corta pausa —¿algún familiar desearía decir algo antes del entierro?

Mis padres me miran, como si quisiesen que fuera yo la que dijera unas palabras y pensé en lo orgullosa que estaría ella al verme hablar en su funeral

—Yo— digo acercándome a su tumba

El sacerdote me pasa el micrófono y comienzo a hablar

—Como ya sabréis, me llamo Samantha Woods, soy la nieta de la difunta Diana, hoy en el coche mi padre me contó que un día mi abuela se puso muy enferma y mi padre le pregunto que que hacia si ella no estaba y que no podría aguantar su perdida a lo que mi abuela contesto que un funeral tenía que ser alegre ya que es el comienzo de una nueva vida allí arriba— hago una pausa porque estoy empezando a llorar—Perdonad— me disculpo— y que cuando ella se fuese al cielo nos estaría esperando allí arriba para poder reencontrarnos, me parece que esto le encantaría a mi abuela, el que yo este aquí, el que todos vosotros esteis aquí, porque algo que si odiaba mi abuela era la soledad y hoy que la hemos perdido es cuando mas unidos tenemos que estar.— lo ultimo lo digo al borde de las lagrimas—Eso es todo, muchas gracias

Me acerco hasta donde esta mi padre a darle un fuerte abrazo

—La abuela estaría muy orgullosa de ti Sam—llora mi padre

—Gracias papá

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