31| Te quiero

90 5 4
                                    

Entramos en la cabaña, la cual es pequeña, pero tiene lo básico, nada más entrar hay varios sillones, a la derecha hay una cocina y luego un baño.

Mi prima se tumba en uno de los sillones

—¿Porque no hacemos una fiesta aquí?

—Creo que después de lo de hoy no habrá fiesta durante un tiempo—dice Kenz con su móvil

—Cierto—mi prima se muerde el nudillo—¿Pero que hacemos aquí? ¡Quiero alcohol! ¿no podemos ir al bar del pueblo?

—Eso está yendo en dirección contraria a donde estamos—dice Nick quitándose la camiseta

Madre mía, había visto sus brazos cuando usaba esas camisetas de tirantes cuando había algún concierto, pero nunca le había visto los abdominales. ¡MADRE MIA!

—¿necesitas una lupa?—dice mi prima chasqueando los dedos—Quien debe de importarte ahora mismo soy yo. ¿No ves que tu pobre prima está necesitada de alcohol?

Ruedo mis ojos intentando obviar lo que acaba de pasar, pero no puedo. Me han pillado teniendo alucinaciones de los abdominales y brazos de Nick.

—Entonces vuelvo a preguntar—mi prima junta sus manos—¿Que coño hacemos aquí?

—La policía viene del pueblo, si saliéramos para allí seguramente nos los encontraríamos por el camino y a saber que hubiera pasado cuando dos policías ven a dos jóvenes con la cara hecha una mierda conduciendo—le explica Nate—Así que decidí que era mejor ir al lado contrario. Además Drew seguirá por allí, nos avisará cuando se vayan.

Mi prima comienza a comprender todo y asiente.

—¿Que se supone que hacemos ahora?—dice Nick

Sigue sin la dichosa camiseta. Sin querer vuelvo a mirarlo y noto que tiene un golpe en las costillas.

—¿Estás bien?—frunzo el ceño

Apoyo mi cabeza sobre el brazo del sillón.

—Si, eso creo—me sonríe

Cierro mis ojos unos segundos intentando no imaginarme cosas indebidas y me vuelvo a mirar a Lydia y a Kendall

—¿Estás mejor?—le pregunto a la rubia

Ella asiente y me lanza una de sus icónicas sonrisas. Pero esa sonrisa se convierte en un llanto.

Me levanto rápidamente y me siento a su lado a la vez que Kendall se acerca a ella.

—No quiero morirme—se enreda en sus piernas

Kendall me mira y yo miro a los demás

—Lydia Elizabeth Miller, tu no te vas a morir—dice Kendall

La rubia se acuesta en sus piernas mientras Kendall juega con su pelo.

—Tengo miedo, miedo a dormirme y nunca mas despertar, no quiero saber como es, quiero casarme, tener hijos, quiero que la gente vea mis diseños, quiero tener una vida

Nadie dice nada. Miro hacia los chicos. Regina está cogida de la mano de Nate, quien tiene los ojos llorosos. Nick está con su cuerpo pegado a la encimera de la cocina, cuando establezco contacto visual con el, sale corriendo.

—Vas a tener una vida ya verás Lyds. Y cuando saques tu línea de ropa nosotros estaremos ahí para verlo

—No, no quiero que me prometáis cosas imposibles. Es mi segundo cáncer, está más avanzado que el anterior. Simplemente no me digáis que todo va a estar bien, porque no es cierto

Beso su frente al levantarme

—Sam, cuando no esté, cuida de él por mi. Le cuesta lidiar con las pérdidas—dice antes de irme

Miro a los demás

—No va a tener que lidiar con ninguna pérdida porque tú estarás aquí con nosotros—sonrío

Abro la puerta y veo a Nick sentado en un tronco de árbol.

Ya con la camiseta puesta.

—No puedo más Sam—se tira del pelo—No puedo perder a otra persona. No puedo. No saldré de esta

—Nick, no digas eso, pase lo que pase saldrás—le cojo de la mano

—Cierto, se me olvidaba, también te voy a perder a ti—me mira directamente a los ojos

No se que responder ante eso. Porque es verdad. Yo me iré.

Poso mi mano detrás de su nuca la cual acaricio y luego llevo mi mano a su mejilla.

—Me iré físicamente, pero siempre puedes escribirme o llamárme

El me mira con tristeza y luego mira mis labios hasta que los estampa con los suyos.

Es un beso lleno de tristeza y pena. Puedo saborear sus lágrimas.

—Te quiero—formula

Frunzo el ceño. Separándome

—Nick, ya hablamos de esto. No lo hagas más difícil de lo que es.

El se separa algo cabreado.

—¿Difícil? ¿Que yo lo hago difícil? ¡Tú me besaste hace una hora en el arroyo! ¡Tu te pusiste celosa! ¡Tu también me quieres!—pausa para secarse las lágrimas—Pero tienes miedo a no poder superarme cuando te vayas

—Te quiero, como nunca he querido a nadie, estoy segurísima que eres la primera persona de la cual me he enamorado y de la cual quedaré enamorada para el resto de mi vida. Pero no puedo pasarme la vida esperando a volver aquí e intentarlo contigo, porque como ya te dije una vez, yo al igual que tú, tampoco se lidiar con pérdidas y antes de tener que volver a encerrarme en mi habitación y entrar en una depresión, prefiero escogerme a mí.

—Solo dije que te quería—dice con los ojos aún más llorosos

—Y yo necesito que comprendas que no es que no te quiera, solo quiero ahorrarme el dolor

—Pues que sepas que es lo más egoísta que he oído—me señala—Porque no va solo de ti, va de nosotros. ¿Tú crees que no quiero ahorrarme el dolor? Claro que quiero. Pero prefiero pasar unas dos ultimas semanas feliz contigo sabiendo que por lo menos hemos tenido algo

Su mirada está rota

—Nick, nos hemos ido del contexto—me seco las lágrimas

—Huyes como vampiro de la luz—achica los ojos—si quieres huir vete.

Frunzo el ceño.

—¡Vete!—me grita

¿Yla egoísta soy yo?

—¿Quieres que me vaya?—frunzo el ceño—¡Pues me iré! ¡Para que luego digas que yo soy la egoísta!

Antes de girarme y caminar por el bosque observo como Nick frunce el ceño

—Sam, no lo decía enserio, no te vayas, pronto oscurecerá

Me paro en seco, pero no me giro.

—Todo despejado—dice Nate saliendo con el móvil en la mano—¿Que has hecho?—escucho que le pregunta a Nick

Regina, Lydia y Kendall caminan hacia mí preguntándome que ha pasado

—Estoy perfectamente—digo intentando sonreír

—Claro y yo no tengo un pie en la tumba

—¡Lydia!—grita Nate cuando la escucha

—¿Que?—frunce el ceño— a partir de ahora me lo tomare con humor, es mejor que llorar cada vez que pienso en ello

La rubia nos rodea a mi y a Kendall con sus brazos y caminamos hasta la parte de atrás de la camioneta.

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora