38|No me olvides

77 5 2
                                    

Llegamos a las 4 am a casa. Regina estaba tan cansada para subir las escaleras que se quedo dormida en el sofá nada más acostarse. Yo sin embargo, me costó media vida dormirme.

Fue la mejor noche de mi vida. Pero también la última aquí.

Nada más entrar en mi cama me puse a llorar. No me había parado a pensar que esta era mi última noche. Mañana nos vamos cuando terminemos de recoger todo sobre las 6 o 7

Mamá y papá me dijeron que me dejarían despedirme de los chicos por la mañana que después tendría que ayudar.

No estoy lista.

Madrugué por primera vez en mi vida. Y salí con Nick hasta el prado .

Nada más verlo rompo a llorar y lo abrazo muy fuerte. El me junta más a él

Pero no dice nada.

—No me olvides—dice—Yo te prometí que no me perderías, que aunque cortáramos quedaríamos como amigos. Tu prométeme que no me olvidarás, que al irte no olvidaras nada de esto, de lo que tuvimos

Niego con la cabeza y los ojos rojos de llorar.

—¿Como olvidarte Nick Peters?—intento sonreír—El ladrón de manzanas, el chico que me regalo esta pulsera—giro la pulsera sobre mi muñeca—el guitarrista que me escribe canciones

El sonríe

—No te olvidaré Nick. Ni a ti. Ni a outbreak. Ni nada de lo que ha pasado este verano. Todo estará aquí—señaló mi frente—No pararé de pensar en vosotros, te lo aseguro y menos en ti.

El también tiene los ojos llorosos.

Me besa y me tira a la hierba

Sus beso son dulces. Lloramos los dos en silencio. Solo se escuchan el sonido de nuestros besos.

Este momento lo guardaré de por vida en mi mente. Nunca lo olvidaré

Nick desliza su mano por debajo de mi camiseta.

Mi piel arde al sentir el contacto de sus manos.

Deja besos húmedos sobre mi cuello y luego se separa.

Me sonríe y vuelve a unir nuestros labios. No nos quitamos la ropa. No hacemos nada más que besarnos aprovechando cada minuto, cada segundo.

Ojalá tener el poder de volver al primer día. Cuando nos conocimos. Cuando me lo encontré comiendo manzanas en mi tejado, mientras yo estaba en bragas.

Comienzo a reírme y Nick me mira con el ceño fruncido

—El primer día que nos conocimos—digo con una mano en su mejilla

El se acuesta a mi lado y sonríe

—¿seguías viniendo por las manzanas?—lo miro

Recuerdo las noches en las que venía y nos quedábamos hablando un buen rato

El se ríe

—Pues claro que no—mira al cielo—Iba a verte a ti

Con su mirada aún en el cielo me paro a analizarlo con una sonrisa en la cara. Su nariz perfilada, sus ojos azules como el cielo, sus pestañas largas, sus labios finos, su pelo, el hoyuelo que le sale en la mejilla derecha al sonreír.

Lo voy a echar de menos y el no sabe cuánto.

No quiero decirlo en alto, pero el tenía razón.

Si tuviera que decidir otra vez, decidiría volver a arriesgarme, volver a estar con él estas dos semanas, a que no hubiésemos sido nada y seguir viviendo con el pensamiento "¿Que hubiera sido si...?"

En ese momento fui consciente de que es mejor arriesgar que dejar pasar el problema por miedo.

Otra de las grandes cosas por las que siempre le estaré agradecida

—¿Perdida en tus pensamientos?—me sonríe

Yo asiento y después de unir nuestros labios apoyo mi cabeza en su pecho

—¿Que será de Regina y Nate?—pregunta

—Ella se va a Paris dentro de un mes—hago una pausa—Ella se lo dijo pero tenía miedo de que él creyera que le estaba diciendo que se fuera con ella.

—Nate me contó lo de Paris. Si te soy sincero, ese chico está tan enamorado de tu prima que la perseguiría hasta Alaska si hiciera falta

Los dos reímos y nuestras risas se coordinan por un momento

—Ojalá nosotros tuviéramos esa opción—dice

Frunce el ceño y lo miro.

—¿Que opción?

—La opción de perseguirte, o de que me persigas, pero no puedo hacerte eso, sobre todo yo, tú aún tienes que terminar el instituto, vivir tu año a lo grande, no puedo anclarte a mí. No puedo ser tan egoísta. Por eso quiero que me prometas que no me olvidarás

—Ya te lo prometí antes—río

—Pero que pasarás página—dice

Eso hace que mi corazón se rompa en más pedacitos

—Obvio quiero que no me olvides, pero no en el sentido de que no estés con más chicos, quiero que vivas tu vida Sam, que estás dos semanas no te anclen a nada

—Se que está no será la ultima vez que nos veamos —digo con los ojos llorosos

—Yo tampoco creo que lo sea—juega con mi pelo—Pero si se tienen ilusiones luego la decepción es más grande

Pasamos el rato restante antes de volver a casa en silencio. Cuando me deja en el portal de la mansión nos quedamos los dos uno enfrente del otro. Mirando nuestros pies.

—Hasta nunca Samantha Woods—me mira

Niego con la cabeza y me lanzo a sus brazos

Lloro mojando su camiseta.

—Hasta luego Nicholas Peters

El se despide de mi con un beso en la mejilla.

Lo observo irse con las manos en los bolsillos, adentrándose en el bosque.

-

Después de despedirme de Nick entré en casa y dormí hasta la hora de quedar con Kendall y Lydia.

Estamos las tres sin decir nada en la cafetería y donde trabaja Kendall.

Dijo que tenía una hora libre

—Gracias—digo mirando mis manos—Gracias por hacerme la persona más feliz del mundo y gracias por este verano

—Las gracias son para Nick—dice Lyds—Gracias a Nick por llevarte a la fogata

Río al recordar la fogata

—¡Me abrazaste nada más verme!—comienzo a reírme

—lo siento por ser tan agradable—ríe Lyds

Me dirijo a Kendall que sonríe bebiendo su café

—¿Sabea Kenz? Cuando te conocí pensé que te caía mal o algo

Kendall ríe que casi escupe el café

—Para nada, te lo juro—dice limpiándose con la servilleta—La que pensé que me caería mal fue Regina. La tomaba como una pija insoportable—hace una mueca

—Y lo fue—enarco mis cejas—Teníais que verla con 15 años, esa Regina si era insoportable

Y otra vez vuelve a reinar las risas en la cafetería.

—hablando de ella—frunce el ceño Lydia—¿Donde está?

—Despidiéndose de Nate—digo jugando con la cucharilla—Dijo que vendría más tarde

Seguimos recordando momentos y contando anécdotas de este último verano haciéndome olvidar que ya se ha acabado y que en horas volveré a Colorado a mi rutina.

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora