25| La noticia

114 4 8
                                    

Me despierto con dolor de cabeza. Ayer me quedé hasta tarde leyendo. Todo lo que no puedo leer cuando hay clase lo leo en las vacaciones y dejadme decir que no es muy sano precisamente.

Me froto los ojos y miro al balcón. Hace un día bastante feo para ser verano. Reviso mi móvil como cada mañana. Tengo 15 mensajes del grupo que tengo con los chicos.

Hay tres de Lydia diciéndonos que nos vemos a las 5 en el bar. Los demás son de los chicos accediendo y preguntando si hay que preocuparse pero Lyds no ha respondido.

Miro la hora ya casi es hora de comer. Mamá debe de estar hecha una furia por levantarme a esta hora.

Salgo de mi habitación pero no escucho a nadie. Sin embargo escucho la televisión

—¿Regina eres tú?

—Hmm—escucho que afirma

Bajo las escaleras y me la encuentro tirada en el sofá con una bolsa de cheetos

—¿Y los demás?—pregunto frotándome los ojos

—Han ido a pasar el día a no se donde. Estas a mi cargo, así que, comeremos por el pueblo. Ya sabes que la cocina no es lo mío

—Puedo cocinar yo. Se me da bien—me encojo de hombros

Ella se gira hacia mi y me mira con una mirada asesina

—o mejor vamos a la pizzería del pueblo—suelto

Ella relaja su cara y vuelve a girarse para prestar atención al reality show de la pantalla.

Yo sin embargo cojo algo de queso de la nevera. Me estoy muriendo de hambre, necesito comer algo.

Regina se levanta y me dice que va a darse una ducha y que cuando salga me quiere ver lista.

¡Ella tarda más que yo!

La ignoro y asiento con la cabeza. Cojo mi móvil y abro mi galería. Observó las fotos del verano. Algunas con las chicas, haciendo el tonto con Regina, imitando a Nate, besando y abrazando a Nick. Me invade la tristeza al recordar que el verano está terminando, quedan dos semanas para la fiesta de final de verano y tres para irme.

Apago mi móvil y le doy la vuelta contra la mesa. No los volveré a ver hasta saber cuando, ahora entre el último curso no podré venir y para el verano siguiente tendré que estar mirando todo el tema de la universidad.

Nunca había sido tan feliz en mi vida, se han convertido en mi familia, tengo amigos en Seattle y los quiero, pero los veo todos los días en el mismo sitio o cuando quedamos. A ellos los he conocido este verano, me han demostrado mucho y además es genial porque no hay estrés por exámenes ni nada por el estilo, mi mayor preocupación es que mi madre no me deje salir hasta tarde.

Regina sale envuelta con una toalla sobre su torso.

Me mira con los brazos cruzados desde la segunda planta.

—Ya voy—respondo

—¡Ya voy no, ya!

Abro los ojos cuando se me cae el cuchillo con el que corte el queso.

—Pareces mi madre, Gina, cálmate

—Venga rapidito que también tengo hambre

—Pero si hace unos minutos estabas comiendo cheetos en el sofá

—¿y? Vuelvo a tener hambre—entrecierra sus ojos

Yo ruedo los míos y subo al tercer piso y me meto en mi habitación para decidir que ponerme.

Cuenta ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora