Cuenta Conmigo

9| Regina Rogers

♥

Regina y yo estamos esperando fuera a Nick y Nathan. Llevan 15 minutos de retraso. Mi prima está nerviosa al parecer la otra noche cuando salieron se lo pasaron bien pero que no paso nada yo no le veo el porque estar nerviosa, sin embargo ella dice que seguramente no hayan hecho nada porque el no quiere nada con ella.

De repente una camioneta negra con una gran parte de atrás para en la entrada.

Abro la boca sorprendida.

—¿Pero que haces conduciendo?—le digo a Nathan.

El parece dolido.

—¿Pero cuantos años crees que tengo Samantha?

—¿17?—me encojo de hombros.

Noto como Nick suelta una risita a su lado.

—Tengo 20–achina sus ojos—Aunque me halaga que te aparente ser más joven—dice hechando su cabello hacia atrás.

Kendall y Lydia nos dice que subamos atrás pero Regina se para a hablar con Nathan.

Ruedo los ojos y me subo a la parte de atrás de la camioneta.

—Que follen ya por favor—dice Kendall con cara de asco.

—Es tan vomitiva la tensión sexual—respondo.

—¿Tensión sexual?—pregunta Lyds.

—Lyds tú sigue pensando en unicornios y arcoíris—dice Ken restándole importancia.

—¡Oye! No solo soy dulce ¿sabes?

—Si, claro.

—Solo que hay cosas que no cuento—se cruza de brazos.

—Uhhh—rie Kendall.

Regina se sube a la camioneta y el coche arranca.

—¿Que no nos cuentas Lyds?—dice Kendall intentando intimidarla.

Cosa que no logra.

—Puede que sepa mas de chicos de lo que tu crees.

Uy, Lydia enfadada es bastante cortante.

—Lyds no has tenido novio en tu vida—responde Ken.

—Kendall—abro los ojos, creo que se ha pasado con eso.

Ella me mira y antes de hablar la interrumpe Lydia.

—Primero, eso ha sido muy rudo de tu parte—frunce el ceño—Segundo, si, he tenido novio, mas bien tengo, pero nunca lo he contado porque quería que os ahorrarais las burlas. Porque estoy segura que dirías "Hala, Lyds tiene novio, ya era hora" "A ver cuando te acuestas con el"

Esto está yendo por mal camino.

Kendall se ha quedado con la boca abierta.

—Lydia—es lo único que consigue decir.

Hay un silencio incómodo y de vez en cuando noto la mirada de Regina hasta que llegamos.