El Chapulín Colorado se sentó encima de la mesa de granito. Movía sus dedos y sus manos, mientras los observaba, tratando de asimilar en su mente lo que estaba pasando. Varias emociones lo embargaban, aun no daba crédito a lo que estaba a ocurriendo. Giraba su cabeza, viendo la estructura, expectante, frotaba sus manos, ansioso por ir a la batalla.
- ¿Qué estamos esperando? - preguntó Molina.
- Lo siento... - dijo "Inventillo", mientras aceleraba su paso para llegar a la mesa donde se encontraba el Chapulín. - Necesitabas algo con que defenderte. - le dijo, mientras ponía el arma en sus manos.
- ¿Qué es esto?
- Es un martillo. - respondió el profesor entusiasmado. - Su cabezal está hecho de goma. No mataras a nadie con esto, pero al menos lo aturdirás lo suficiente para poder maniatarlo. A lo mucho le provocarías un chipote, y un fuerte dolor de cabeza. No es muy ostentoso, el tamaño te permitirá colgarlo en tu cinto, cuando no lo uses.
- Gracias. - dijo Alexis. Al recibirlo, giro su muñeca en el aire, para probar su ligereza; acto seguido, dio un golpe a la mesa.
- No sé porque chilla cuando haces eso.
- Eso es lo de menos, lo importante es que sirva para defenderme. Será mi chipote chillón.
"Inventillo" le correspondió con una sonrisa, y se alejo para ir con Molina al centro de mando.
- Lo del martillo fue un buen detalle, pero ¿No le preocupa que el joven Slim no sepa pelear? Dudo que sepa tirar un golpe. - le comentó Molina.
- Bueno, el exoesqueleto tiene un sistema de autodefensa, estará bien.
"Inventillo" comenzó a accionar los controles, el dispositivo se encendió, haciendo un ruido, mientras la energía fluía por sus componentes.
- ¡Estamos listos! - exclamó el profesor, después de ingresar las coordenadas.
Molina y el profesor se pusieron los lentes especiales. Tras accionar la palanca, el dispositivo emitió un destello de luz, que ilumino todo el recinto, y trajo recuerdos a la mente de "Inventillo". Vio a Schröder sentado frente a una vieja computadora, analizando los datos en la pantalla.
- El experimento no falló, no desintegramos al objeto de prueba. Lo transportamos a otro lugar, otra dimensión, quizá. No lo sé, pero en algún lugar tuvo que haber aparecido. Creo que lo ideal es enviar a un humano, mantener el dispositivo encendido, y ver si nos podemos comunicar con él, para que nos diga que hay al otro lado.
- Slim no lo aprobaría.
- Trabajemos a sus espaldas... No me mires así, sabes que quieres concluir el experimento, por algo mantuviste los registros, y no has destruido el dispositivo.
- ¿Y quién será lo suficientemente estúpido cómo para dejarse transportar a otra dimensión?
- Yo lo haré.
La luz que emanaba el Relocalizador de Materia se extinguió, trayendo de vuelta al presente la atormentada mente del profesor. El Chapulín había desaparecido, en su lugar había quedado una estela de humo que emanaba de la mesa de granito.
- ¿Funcionó? - preguntó Molina.
- No lo sé, necesito revisar. Sí mis cálculos son correctos, debió aparecer cerca del... - nervioso, el profesor revisaba la computadora. - El traje tiene un rastreador, estoy escaneando su frecuencia para ver si encuentro una señal.
Los dedos del profesor volaban sobre el teclado. Mucho había cambiado desde que había corrido el experimento por primera vez, tras años de aislamiento, había tenido tiempo de perfeccionarlo, y de actualizar su equipo. Supercomputadoras con procesadores de punta, software diseñado por él mismo, había poco margen de error.
- ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? - se repetía así mismo el profesor, moviendo sus ojos en la pantalla, buscando una luz roja que le indicara la ubicación del Chapulín. De pronto, un punto rojo apareció parpadeando en el monitor. - ¡Ahí está!
- Gracias a Dios.
- Está ahí, justo a donde lo teletransportamos.
- Por un momento pensé que no funcionaría, pero ¿Por qué no podemos ver la imagen del casco en la pantalla? ¿Se encuentra bien?
- No lo sé, parece que hay interferencia.
- En ocasiones, cuando hay situaciones de riesgo, la Marina interrumpe las frecuencias para que los marucheros no puedan hablar por radio, incluso los celulares pierden señal.
- Sea lo que sea, no solo interfiere con la señal de la cámara. - dijo "Inventillo" apuntando al monitor. - El punto rojo ha desaparecido, el rastreador se averió o... ¡Ah! ahí está de nuevo.
- Tráigalo de vuelta, no sabemos qué es lo que está pasando. Podría estar lastimado.
- Me temo que eso no es posible.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- El Relocalizador de Materia sigue siendo un prototipo, y funciona en un solo sentido. Transporta la materia a un lugar, pero no hay manera de traerla de vuelta. Para que eso sea posible, se necesita tener un aparato similar al otro lado... y tan solo mírelo, es un armatoste enorme, no es como si pudiera traerlo en el bolsillo para transportarse cuando quisiera. Todos estos años me enfoque a que funcionara, pero nunca se me ocurrió reducir su tamaño.
- ¿Me está diciendo que el joven Slim se encuentra indefenso, e incomunicado, en una zona de guerra? ¡Bendito! ¿Ahora quién podrá ayudarlo?
- ¡Yo! - exclamó "Inventillo". - Solo deme unos minutos para resolverlo.
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Chapulín Colorado: El Inicio
FanfictionBasada en hechos reales... El Chapulín Colorado cuenta todas las hazañas de un súper héroe mexicano, que siempre acude al llamado de los más necesitados. El Chapulín es torpe y no posee super poderes, aunque sí varios artefactos de apoyo. El fuerte...