Todo silenció

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No sabías qué tan bueno era Draco en Quidditch. Nunca te interesó tanto el deporte. Ni siquiera por ver a Draco en ese precioso uniforme que le sentaba tan bien.
Pero esa vez era diferente. Te tenía que interesar pues, ¡Ya habías aceptado salir con él si atrapaba la snitch!

En cuanto saliste del shock de la conversación que habías tenido con Draco, te uniste con otras chicas serpientes que se dirigían hacia el campo de Quidditch. Nunca las habías visto antes, por lo que pensaste que no le darían mucha importancia a tu presencia. Vaya que estabas equivocada. En cuanto te les uniste por el extremo izquierdo, y tocaste sin querer el hombro de una de ellas al voltear y cerciorarte de que llevabas todas tus cosas contigo. Ella rápidamente giró a verte la cara. Pensaste que de pronto te giraría los ojos y seguiría con su caminar al lado de sus amigas. Estabas equivocada, nuevamente. Al llegar su mirada a tu rostro, éste se le iluminó completamente y tocó bruscamente el hombro de una de las chicas del grupo más cercana a ella con mucha emoción. Al girarse, después de hacerle una mala cara a su amiga que le movió de sorpresa el hombro, también se le iluminó el rostro. Voltearon a verse las caras entre ellas y después fijaron su mirada en ti, y así un par de veces hasta que por fin pudieron articular palabras.

¡Oh, por Merlín! ¡Pero si eres la novia de Malfoy! -dijo la chica a la que le habías tocado el hombro al principio-

Te ruborizaste de inmediato. ¿Draco decía que eran novios ya o sólo eran chicas locas por los shipps? Querías quitarte esa duda, ya que tú no tenías idea de que Draco y tú fueran algo más que amigos. Claro, lo deseabas con muchas ganas pero, si Draco no te había dicho ni insinuado nada...

¿Quién les dijo que somos novios? -preguntaste, tratando de no sonar grosera-

¡Y no lo negó! -dijo muy emocionada la misma chica-

¡Todo el mundo sabe que son novios! ¿A quién quieren engañar? -dijo igualmente muy alegre la segunda chica-

Seguías muy ruborizada, pero tenías que aclararle que Draco y tú sólo eran amigos. Por más que te doliera y por más que les doliera a ellas saber la verdad.

Draco y yo -comenzaste a hablar despacito pero claro. Te dolía decirlo por lo que no querías repetirlo más de una vez- sólo somos buenos amigos.

¡Claro que sí! -dijo la primera chica algo burlona- ¡Y yo me chupo el dedo!

Al terminar de decir esas palabras, las chicas corrieron a alcanzar a las demás chicas con las que de un principio se dirigían, dejándote sola con las palabras en la boca.

Sólo suspiraste y volteaste a ver si alguien había escuchado su conversación en el Gran Comedor. Para tu suerte, nadie les había prestado atención. O por lo menos nadie aparentó ponerles atención.

Continuaste tu camino hacia el Campo de Quidditch sola, pensando en qué pasaría si Draco no atrapaba la Snitch...

Al llegar a tu destino, ocupaste un asiento a un lado de las chicas con las que habías conversado minutos antes. Esperando que no te dirigieran la palabra por ahora. Nunca habías entrado al Campo de Quidditch y no sabías con quiénes te ibas a encontrar ahí, por lo que decidiste sentarte y quedarte con ellas.

Ellas, al verte tan cercana, sólo te voltearon a ver y empezaron a cuchichiar. Les restaste importancia pues ya iban a salir los equipos y no querías perder a Draco de vista ni un momento.

En eso, escuchaste oír a Lee Jordan decir que los de Slytherin estaban saliendo al campo y, sin darte cuenta, ya estabas sobre del asiento buscando con mucho entusiasmo a Draco, ¿Dónde estaba? No lo encontrabas. Volviste en sí cuando un alumno de Ravenclaw te decía que te sentaras, porque no lo dejabas ver. Te sentaste mientras seguías buscando a Draco con la mirada. No lo veías por ningún lado.

Unos segundos más tarde, escuchaste a Lee Jordan anunciar al equipo de Gryffindor. Supusiste que eras la única serpiente que no odiaba a los Gryffindor,ya que en cuanto entraron al campo, hubo un gran abucheo por parte de las serpientes. Nunca has entendido esa rivalidad entre ellos. Es decir, nunca te han hecho nada malo. Hasta Harry, el enemigo a muerte de Draco, te caía de maravilla. Siempre que hablaban era una persona muy simpática. Claro, nunca le habías contado tus pláticas con él a Draco. Jamás querrías derrumbar lo que llevas construido con Draco.

En fin, salieron todos los Gryffindor y aún no salía Draco. En eso, otra vez se escucha la voz de Lee Jordan hablar.

Y aquí viene Draco Malfoy -empezó a hablar Lee- el buscador de Slytherin llegando tarde.

Algunos rieron, otros abuchearon y tú solamente lo miraste fijamente con una tierna sonrisa pintada en el rostro.

Notaste que Draco estaba recorriendo todas las gradas con la mirada. Estaba buscando a alguien. Te ruborizaste con la idea en que tal vez te estaría buscando a ti. Y así era.
Cuando llegó a tu rostro, le brotó una hermosa sonrisa en el rostro, sonrojándote aún más. Te giñó el ojo izquierdo para posteriormente unirse con los de su equipo para comenzar el partido.

Por fin había empezado el partido. Tú no entendías muy bien en qué consistía el juego. Nadie se habría preocupado en explicarte y tú no te habías tomado la molestia en preguntar. Y no ibas a preguntar en pleno partido porque interrumpirías a todos a tu alrededor. Decidiste sólo mirar y gritar y/o abuchear cuando las chicas serpientes de tu lado lo hicieran.

Te quedaste tan hundida en tus pensamientos que no supiste del partido en unos 10 minutos. Lo que te sacó de tus pensamientos fue un grito. ¿De quién era? Lee Jordan estaba muy exaltado gritando algo.
Cuando pudiste entender lo que decía, escuchaste algo de "Draco y Harry" rápidamente empezaste a buscarlos con la mirada por todo el campo hasta que diste con ellos. Draco y Harry estaban muy cerca sobre la Snitch Dorada. Iban demasiado alto que hasta los perdiste de vista entre las nubes. Unos segundos más tarde, baja Draco rápidamente, anunciando abiertamente que había atrapado la famosa Snitch Dorada. Todo se silenció para ti. Escuchabas a lo lejos Lee Jordan gritando algo, a las serpientes de al lado gritando algo también, pero tú solo veías a Draco, con los de su equipo alredor, festejando. De repente, se alejó un poco de ellos y empezó a volar hacia ti, paró justo enfrente tuyo. Todos los empezaron a mirar. Y justo cuando llegó frente a ti, unió tus labios con los de él en un suave y tibio beso.

Seremos inseparables (Draco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora