Le preguntaste a Draco, y él te respondió como si fuera lo más natural y obvio del mundo: son viejos Mortífagos, amigos de mi padre.
Poco a poco ibas observando los rostros de las personas que iban entrando hacia dentro de la habitación donde ambos se encontraban. Draco saludaba o les regalaba una ronrisa a cada uno de ellos. Había algunos que se acercaban a ustedes y le preguntaban a Draco cómo se la había pasado en lo que va de vacaciones, o si quién eras tú, o si qué casa eras y así sólo sabían hacer preguntas que te hacían incomodar y hacer cada vez más pequeña; pero Draco, por cada pregunta que le hacían referente a ti, te acercaba un centímetro más a él, haciéndote sentir segura. Después de 10 minutos de que no llegara nadie y la sala de estar estaba casi a reventar, el platinado toma tu mano y se dirigen escaleras arriba, hacia lo que supusiste tú, su habitación. Los interceptó la señora Malfoy.
¿A dónde se dirigen? -dijo con frialdad, al parecer no le gustaba que la desobedecieran-
Al baño de mi habitación -dijo Draco cómo dolido que su madre no confiara en él- ______ me ha contado que lleva aguantándose desde que empezaron a llegar los invitados.
La señora Malfoy pasó de la vista de Draco, hacia ti y de nuevo a Draco, pero finalmente asintió y Draco retomó la dirección en la que iba desde un principio.
Subieron escaleras arriba e iban justamente a donde suponías. Su habitación. Al llegar, suelta tu mano y él se dirige rápidamente al baño. Al parecer, el que deseaba ir al baño desde que empezaron a llegar los invitados, era él. No te molestó en lo absoluto. Te sentaste en su cama y comenzaste a observar detalladamente la alfombra. No tenías nada mejor que hacer. Después de cinco minutos exactamente, tu pareja sale del cuarto de baño, haciendo que dejes de poner atención en la demasiado interesante alfombra y pasaras a enfocarla en él. Se había recorrido las mangas hasta al terminar los hombros, seguramente para poder lavarse bien las manos.
Después, caminó haia tu dirección hasta quedar sentado junto a ti y aún seguías con la mirada esos lindos ojos cenizos. El platinado inicia poniendo una de sus manos sobre tu mejilla y juntando sus rostros en un lindo beso, para después interrumpirlo con un un: ¿no quisieras entrar al baño tú?
Le niegas con la cabeza y vuelves a empezar el beso en el que estaban. Era muy lento y suave. Era sedoso. Era un beso de niños pequeños.
Draco pone su otra mano disponible en una de tus rodillas, pero no sube, se queda ahí, estable. De repente les tocan la puerta, haciendo que Draco parara el beso en seco y te tomara de la mano rápidamente, simulando que ya iban de salida. Al abrir la puerta se encuentran con el señor Crabbe, el padre de Vincent, el amigo de colegio de tu pareja. A veces pasabas buenos ratos con Crabbe y Goyle, pues era algo difícil que entendieran una broma, lo cual te divertía muchísimo y a Draco un poco.El señor Crabbe se sorprende de ver a Draco justo detrás de la puerta y acompañado por ti, por lo que pone cara de apenado y le hace la siguiente pregunta a Draco: ¿Dónde puedo encontrar el baño, muchacho?
Draco le da las indicaciones, el señor asiente y va en camino hacia la dirección que le había dictado el platinado.El señor Crabbe siempre se pierde al venir a este hogar -dice Draco, sin tono de burla, sólo comentándote el dato-.
Asientes, y aún de la mano de Draco, toman camino escaleras abajo con dirección a la sala de estar donde están todos los invitados y los padres de Draco. A esas fiestas no iban ni Pansy ni Vincent ni Gregory. Eran sólo Draco y puños de viejos Mortífagos.
Al llegar a la sala de estar donde todos estaban, y lucir tan bien ambos, algunos de los invitados se pusieron a cuchuchiar, sospechaste que seguramente estaban hablando sobre ustedes o más específicamente, de ti. El señor Malfoy, al ver el alboroto que se había formado, deja caer su bonito bastón tres veces, haciendo que con eso todos los asistentes cesaran de hablar y le prestaran su total atención. Al parecer, el señor Malfoy era un hombre muy respetado entre los Mortífagos. Tu suegro, le hace una seña rara a Draco, este último la acata y te toma de la mano y se empiezan a dirigir hacia a un lado del señor Malfoy, enfrente de todos aquellos Mortífagos. Al llegar al frente, justo a un lado de tu suegro, Draco para y él se posiciona a unos centímetros de su padre y ajustándote del otro lado que le quedaba a Draco. Después, el platinado mueve los labios pero sin soltar ningún solo ruido. Entendiste más o menos que dijo: mi padre nos va a presentar ante todos ellos como pareja.
En ese instante se te pusieron los nervios de punta. Y no porque no quisieras que todas esas personas supieran que estabas emparejada con ese increíble chico que tenías a un lado, si no que, querías evadir a toda costa que empezaran a mirarte y a preguntarte sobre tu vida. O que te hicieran la pregunta que más temías que te hicieran mucho antes de llegar a esa mansión: tu status de sangre.
El señor Malfoy volvió a dejar caer su bastón tres veces y luego empezó a hablar.
Aprovechando que estamos todos aquí reunidos -dice, hablando como si fuera un líder- quisiera darles la agradable o pésima noticia, como ustedes quieran tomarla -especificó- de que mi hijo está emparejado con esta señorita.
Al decir esas últimas palabras, Draco te voltea a ver sonriente y te toma de la mano con orgullo. También sonríes.
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🚨 Capítulos finales, lectores 🚨
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Seremos inseparables (Draco y tú)
FanfictionUna aventura adolescente protagonizada por ti ______ Felton y la serpiente Malfoy. 🚨 Terminada 🚨 Ningún personaje de esta historia me pertenece, sólo juego un poco con ellos.