Capítulo 20

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—Cinco, cuatro, tres, dos, uno

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—Cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡La cita se acabó! —Exclamó JiHoon con alegría levantándose de la mesa que compartía con JiSoo en un elegante y costoso restaurante de la plaza —Bien, ha sido un gusto —Estiró el brazo hacia el mayor y le estrechó la mano —Adiós.

En cada cita con JiSoo sucedía lo mismo; sus padres planeaban los más románticos paseos al atardecer y las más íntimas cenas a la luz de las velas pero sus intentos por querer que se enamoraran no servían de nada, JiHoon contaba los segundos para que acabaran y JiSoo siempre permanecía en silencio, dejando que el tiempo pasara.

Sin embargo, el príncipe JiSoo estaba pensando en escapar.

Era la única solución.

Y no podía mentir, estaba aterrado por toda la seguridad de la realeza que lo perseguía.

Hace semanas no había hablado con JeongHan, tampoco lo había visto, desde que se supo la verdad los reyes se encargaron de separarlos pero hace poco JeongHan le había enviado una carta a través de un empleado de confianza, ya que con JiHoon había sido imposible porque lo mantenían vigilado incluso más que a él, y entonces supo que lo querían enviar al extranjero.

No quería perderlo.

Y no quería perder para siempre la libertad que le habían arrebatado.

Pasaba las largas noches ideando un plan, encontrándose con un muro que no le permitía avanzar y lo hacía comenzar de nuevo, buscando otro camino.

Debía pensar dónde irían, cómo se irían, cómo se mantendrían sin llamar la atención, cómo lograría escaparse de su casa y cómo lograría entrar y salir del palacio donde JeongHan estaba encerrado como si fuese un prisionero.

Solo por amar.

Por otro lado, la relación con JiHoon y SeungCheol seguía siendo la misma mientras la boda se acercaba a pasos enormes ellos continuaban distanciados.

Al menos fue así hasta el día donde estuvieron hablando en el cuarto de armario del príncipe.

Porque desde ese momento JiHoon comenzó a aprovechar los escasos segundos donde estaban solos para coquetearle o rozarle las manos cuando pasaba por su lado, alterando los latidos cardíacos de SeungCheol.

—Hola —Saludó JiHoon en voz baja asustando a SeungCheol, el mayor se tensó y bajó la mirada evitando ver al príncipe pero un suave beso en su mejilla le robó el aliento, JiHoon caminó alejándose de él con una enorme y traviesa sonrisa en los labios.

No pasaron muchos segundos para que unos hombres aparecieran por el pasillo siguiendo al menor.

—JiHoon —El rey bajó el periódico que sostenía en las manos al ver a su hijo caminando hacia la puerta principal —¿Dónde vas?

—A la iglesia —Respondió el menor tranquilamente volteándose a su padre y arreglando una bufanda gris alrededor de su cuello —Me siento sucio y necesito ir a confesar todos mis pecados.

JiCheol ♡ My little Prince.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora