Yo te ví en un tren (C.R.O - Cazzu)

Al matadero

Si había algo que odiaba con todo mi ser era tener que tomar el tren de las 7 am.
El problema no era el tren, no era la marea humana que iba a trabajar o estudiar, tampoco el hecho de que viajabamos tan apretados como las vacas yendo al matadero.

A decir verdad yo amaba el tren, guardaba en mí mil recuerdos de la adolescencia donde pasaba el día y la noche en la calle. Con los pibes siempre tomabamos este tren hacia Retiro. Ir sentados en el furgón, fumando y hablando boludeces eran buenos recuerdos para mí.

Pero ahora el tren tenía otro sabor, mi destino tenía otro sabor.
Viajar cada mañana para llegar a un trabajo mediocre, donde un jefe aún más mediocre te trataba como si no valieras nada era mi peor pesadilla de adolescente. La cual lastimosamente se cumplió.

No tenía otra opción, cuando uno es chico tiene tantos sueños y proyectos de lo que quiere ser pero una vez que creces chocas con la dura realidad. Para el sistema sos uno más, una vaca más yendo al matadero. O te unis a ello o sos un marginado, delincuente y sabandija. Lo cual no me molestaría ser pero quería evitar romperle el corazón a la vieja, ella esta grande y no necesita problemas. O por lo menos más problemas de los que ya tenemos.

Me siento en el piso del andén y enciendo un cigarrillo, una voz distorcionada sale por el parlante de la estación.

"Atención pasajeros, Ferrovias les informa que el tren con destino a estación Retiro se encuentra demorado debido a accidente de persona en la estación Del Viso. Repetimos, el tren con destino a estación Retiro se encuentra demorado debido a... "

Los quejidos y puteadas de los pasajeros inundaron la estación. Accidente de persona probablemente significaba que algún pobre infeliz, algo más infeliz que yo decidió terminar con su vida en las vías.
Los comentarios hirientes de la gente hacia el fallecido que atrasaba el tren me repugnaban.
Creí que era el único de todos los presentes que le indignaba el poco respeto por la muerte de una persona hasta que de pronto una dulce y suave voz femenina soltó a mi derecha: "Que gente del orto"

Levante mi cabeza creyendo que me hablaba a mí pero la morocha solo pensaba en voz alta y ni siquiera había notado mi presencia.
Rápidamente me levante del suelo para observar desde más cerca semejante belleza.

La morocha vestia un jeans ajustado algo roto, zapatillas y un diminuto top. Su cabello era de un negro azabache, sus ojos marrones resaltaban con un intenso delineado rasgado y su pómulo lucía un pequeño corazón tatuado.
Mire a mi alrededor y note que no era el único que se encontraba embobado frente a tanta belleza.

Sin embargo, ella parecía no darse cuenta o no importarle. Estaba muy concentrada mirando su celular.
Nose cuanto tiempo estuve contemplandola hasta que en un momento decidí acercarme y hablarle pero al parecer el tiempo había corrido rápido porque en ese instante el tren llegó a la estación.

La gente comenzó a amontonarse, impidiendome llegar a la morocha que fue de las primeras en subir al tren. No podía perder mi oportunidad y me apresure en subir al mismo vagón que la muchacha empujando a algunas viejas que me puteaban.