Las dudas se evaporan con el susurro que sale de su boca, mis músculos se tensan y mi cabeza amenaza con estallar.-Perdón Cenfe, yo no quise esto. Perdoname- repitió una y otra vez la rubia en mi oído.
La incertidumbre se transformó en certeza y sentí la necesidad de salir corriendo, escapar del mundo. No pude responder ni siquiera compadecerme por ella y aunque suene demasiado duro debo confesar que sólo sentí rechazo.
De un momento a otro mi vida estaba dando un giro, sin trabajo, con una parte de mí en la panza de alguien en quien no confío y los ojos negros de la morocha atravesando mi ser.
Mía se soltó de mi agarre y se abalanzó sobre los brazos de mi madre quien nos miraba sin entender el motivo de sus lágrimas.
Estaba tan en shock que casi no me di cuenta cuando ella se acercó a mí.
Por primera vez deseaba tenerla lejos, hubiera preferido que vuelva a subirse en aquél auto que la trajo hasta aquí, hubiera querido que su presencia se esfume, cualquier cosa antes de tener que darle explicaciones.-Tomás - pronunció dulcemente- perdón que haya venido sin avisar pero no me contestabas el teléfono- sus palabras no sonaban a reclamo y eso me hizo sentir peor.
-Si es que estaba ocupado ¿Pasó algo con tu hermano?- pregunté deseando que no se tratara de otra mala noticia.
-No, solo quería hablar con vos pero veo que estas ocupado- miró de reojo a la rubia que hablaba en voz baja con mi madre.
Cerre la puerta tras de mí para impedirle escuchar la conversación y la morocha reflejo dudas en su rostro.
Lo lamento, pero te prefiero ignorante en esto.-Si, es que Mía vino llorando porque le robaron acá en la esquina- mentí, mentí descaradamente.
-Uh pobre ¿le hicieron algo?- preguntó y lamente tanto que crea mis mentiras.
-No, esta bien. Sólo se asustó- respondí tratando de sonar convincente.
-Bueno, va a tener que buscarle el lado positivo. A mi me robaron hace 3 meses en una estación de tren y gracias a eso conocí al chico más lindo y bueno del planeta- sonrió recordando aquel día.
Sé que esperaba una sonrisa a cambio o al menos un poco de afecto de mi parte pero no pude dárselo. Mi cabeza estaba en otro lado.
-¿Estas enojado conmigo?- preguntó un poco preocupada.
-No Ju ¿Qué decís? Sólo estoy cansado. ¿Te parece si mañana hablamos?
Sus ojos se entristecieron y me sentí una mierda por eso.
Acaricie su mejilla tratando de reconfortarla.-Perdón, es que hoy estoy muy cansado y vos también debes estarlo. Mejor anda a descansar y mañana hablamos amor- bese sus labios y ella sonrió ampliamente como si fuera lo único que vino a buscar.
-Si, esta bien mejor nos vemos mañana- respondió y volvió a pegar sus labios a los míos.
La puerta se abre detrás de mí y me alteró. Mi madre sale por ella con cara de disgusto, mira a Julieta de arriba a abajo logrando ponerla incómoda y me asusta. Temo que su desmesurado rechazo hacia la morocha me deje en jaque y me exponga.
-Entra Tomás que tenemos que hablar- ordena sin siquiera saludar.
-Ya voy vieja- respondí tratando de ignorarla y sin darle pie para que siga hablando pero ella no esta conforme, necesita arruinarlo.
-Dale apurate que la mamá de tu hijo te esta esperando.
La cara de Julieta se petrifico por completo como si hubiera visto pasar un fantasma.
Yo solo sentí odio por mi progenitora, sentí que quién debe ser mi aliada se ponía en el papel de enemigo tratando de arrancarme lo mejor que tenía en la vida y lo estaba logrando.-Voy a ser abuela- le sonrió falsamente a Julieta logrando que los ojos de la morena se entristezcan un poco más.
-¡Metete adentro ya!- exigi empapado en ira.
Mi madre me observa desafiante y sin responder cierra la puerta.
Julieta ríe amargamente y parece estar a punto de derramar lágrimas.
-Te puedo explicar- dije largando un suspiro.
-No, no es necesario. Yo mejor me voy- respondió antes de alejarse de mi vista.
No la detuve, no frene su partida aunque moría de ganas por que se quede.
Mi vida se disolvió en pocas horas, había perdido todo lo que me costó tanto construir y me odiaba por eso.El cielo se oscurecia y algunas estrellas comenzaban a brillar, su silueta se perdió caminando en la noche mientras yo pedía a las estrellas titilantes que todo esto fuera un sueño.
Encendí un cigarrillo alargando el momento, evitando entrar a mi casa y chocar nuevamente con la realidad.Luego de unos minutos no tuve más remedio que entrar, guardando en mi corazón la esperanza de volver a verla.
La situación era compleja, las deudas, el desempleo y un hijo en camino no eran una buena combinación.
-Mañana vas y buscas trabajo. Ah y por favor no te metas con mujeres que no te convienen- gritaba mi madre sin cesar.
Ella gritaba a mi alrededor desde hacía 10 minutos cuando Mía se fue decepcionada por mi indiferencia.
No sé que decía, deje de escucharla luego de los primeros 3 gritos.
A mi mente no le interesaban sus reclamos ni sus exigencias.-¿Estas enojada por qué Mía esta embarazada o por qué ya no voy a poder pagar las deudas de tu marido?
-¿Mi marido? Te recuerdo que es tu padre del que estas hablando. No seas irrespetuoso- gritó, otra vez- es nuestro deber terminar con esa deuda.
-¿Mi deber? ¿Por qué tengo que pagar las deudas de alguien al que nunca le importamos? Yo no lo obligue a que hipoteque la casa y se gaste todo en vicios. Encima el muy cagon en lugar de afrontarlo prefirió pegarse un tiro. Nos caga la vida hasta muerto- escupi sin filtro y con total crudeza.
Mi madre estampó con energía su mano contra mi rostro haciendome girar la cabeza.
-Sos una mierda- dijo mi madre rompiendo en llanto desconsolado y tapando su rostro.
No respondí, seguramente merecía cada uno de los insultos. Esta situación estaba sacando lo peor de mí.
Caminé hacia mi pieza con lágrimas en los ojos.
Hoy había lastimado el corazón de tres mujeres y sentía la urgencia de hundirme en porquerías.El polvo blanco esparcido desesperadamente en el dorso de mi mano fue mi escapatoria.
La salida rápida para olvidar aunque sea por algunos minutos que existe dentro de mí un lado tan repulsivo....
Falta casi nada para el final 😮
Cuentenme cual es su capítulo favorito hasta ahora❤
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Yo te ví en un tren (C.R.O - Cazzu)
FanfictionDedicado a todos esos amores de transporte público con los que sólo intercambias miradas hasta que se bajan. - "Yo te vi en un tren Preocupada de más Quise ayudarte Y ya no estabas más"