El, un famoso futbolista con una linda familia y fabulosa carrera.
Ella, una chica común y corriente como las demás.
Ambos llegan a estar involucrados en un gran problema que los lleva a tomar decisiones difíciles pero lo que no saben es que de ah...
- ¿Jorge? -Lo llame confundida ya que venía totalmente alcoholizado.
- Hola hermana -Me saludo tambaleándose. Rápidamente me dirigí a él para ayudarlo con ayuda también de James.
- ¿Que te paso hermano? -Pregunto James.
- Pregúntale a tu hermana -Dijo y comenzamos a llevarlo a su habitación batallando muchísimo.
Cuando llegamos a su habitación lo dejamos en la cama. Jorge nunca se ponía así, estoy totalmente confundida. ¿Que no se suponía que andaba con Juana?
- Será mejor que lo dejemos solo -Le dije a James.- necesita descansar, mañana amanecerá con una resaca horrible.
- Si creo que es lo mejor -Asentí y ambos salimos de la habitación.
Bajamos nuevamente las escaleras totalmente callados. Creo que lo de Jorge nos dejo en shock.
- Tengo que irme nena -Dijo dándome una mueca.- Si no se hará más tarde
- Está bien, avísame llegando a tu casa -Dije dándole un beso.- Te amo
- Te amo más preciosa, adiós -Dijo y salió de mi casa.
Me acerqué a la ventana para ver a James, cuando arranco cerré nuevamente la cortina y puse seguro en la puerta.
Apague las luces de abajo y me dirigí a la parte de arriba, hacia la habitación de Jorge, teníamos que hablar.
- Despierta tonto -Dije aventándome arriba de el. Al parecer estaba por quedarse dormido, ya que solo abrió los ojos y los volvió a cerrar ignorándome.- Te estoy hablando Jorge
- ¿Que necesitas? -Pregunto aún con los ojos cerrados.
- Necesito saber qué pasó contigo Jorge, creí que estabas con Juana -Dije seria.
- No hay nada de que hablar __, ahora déjame dormir -Dijo dándose la vuelta.
Me quede sorprendida por su actitud, así que decidí dejarlo solo. Mañana hablaremos.
Salí de su habitación y me dirigí a la mía, cuando iba entrando mi celular comenzó a sonar, rápidamente lo tome, era Juana.
- ¿Hola? -Conteste.
- Gracias a Dios que tú si me contestas __ -Dijo preocupada.
- ¿Que sucede? -Pregunte confundida.
- ¿Jorge está bien? -Pregunto angustiada.
- Si Juana, Jorge está perfecto, está descansando ahora, ¿me quieres decir que sucedió? Llegó en un mal estado
- Peleamos -Soltó.- ¿A que te refieres con mal estado?
- Borracho -Le dije mientras la ponía en altavoz para ponerme la pijama.
- ¿De verdad? -Pregunto asombrada.- No lo puedo creer, __ tu hermano es un estúpido, me reclamo muchas cosas hoy al terminar la comida con mi madre, se fue enojado y apago el celular
- Sinceramente no me di cuenta, James vino a mi casa y estuvimos viendo películas
- Vaya... al menos ustedes si tuvieron una buena tarde -Dijo triste.- Por el contrario yo no, estaba apunto de ir a tu casa a buscar a Jorge ahí, estaba desesperada ya que se desviaban las llamadas
- Tranquila, él está bien -Dije quitando el altavoz para acostarme, moría de cansancio.
- Gracias por contestar mi llamada __, si no hubieras contestado te juro que ahorita estaría en camino a tu casa sin importarme la hora -Rió.
- No te apures, mañana hablo con Jorge y le digo que estuviste muy preocupada por el
- Gracias, ¿Podría ir mañana temprano? Quisiera hablar con él y aclararle las cosas
- Eso no se pregunta nena -Reí.- Está es tu casa y puedes venir cuando quieras
- Gracias, entonces nos vemos mañana temprano
- Está bien, ahorita prenderé el celular de Jorge, no vaya siendo que mis padres le marquen y este bobo con el celular apagado y yo dormida -Reímos.
- Está bien, buenas noches bonita, te quiero
- Te quiero más, chao -Colgué.
Muchas gracias Jorge, ahora por tu culpa tendré que levantarme de mi cómoda y caliente cama para ir a prender tu tonto celular.
Me senté en la cama mientras me ponía las pantuflas. Abrí la puerta de mi habitación dirigiéndome a la de Jorge. Cuando llegue a esta me acerque a él silenciosamente para no despertarlo.
Me acerqué a su pantalón, el bobo al parecer estaba muy mal, ni el pantalón se quitó.
Ubique su celular en una de las bolsas de su pantalón, lo tome cuidadosamente y me aleje.
- Prende celular -Me dije a mi misma mientras oprimía el botón de encendido.- Está descargado -Dije buscando con la mirada el cargador.
Cuando lo encontré, lo tome y lo enchufe, al momento el celular prendió.
Comenzaron a aparecer muchas notificaciones de Juana, tanto de WhatsApp, Instagram y Facebook.
Cuando ya lo iba a bloquear comenzaron a llegarle nuevas notificaciones de un número desconocido, cosa que me erizo la piel.
Yo no era ninguna metiche, pero estos mensajes sí que me tomaron de sorpresa.
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