Ni Héroe Ni Villano

solo así

Disfrutaba tocar su rico tracero, morder y dejar una y muchas marcas, escuchar sus súplicas para que se detuviera que eran claramente ignoradas.

Quien se podía resistir a Deku recién bañado, con un delantal rojo y preparando un gran desayuno, él claramente no.

Su olor, su piel, esos suspiros cuando tocaba su cuerpo, la manera en que se aferraba a la barra desayunadora, para no caer mientras su tracero se alzaba en gocé a las caricias recibidas.

Él porsupuesto detrás del peliverde, de rodillas ante ese bonito, redondo y firme culo, no se resistió a darle un par de nalgadas, otra mordida por sobre la tela de su ropa antes de levantarse y restregarle su ya duro miembro.

Solo habían pasado unos cuantos días pero ya se habían acostumbrado al otro, sus cuerpos se reconocían y clamaban por el otro si alguno llegaba tarde.

Habían pasado tanto y en tan poco tiempo, que Bakugo se preguntaba ¿como pudo vivir sin él por tanto tiempo?

Restregó aún más su miembro y simuló embestidas.

En ocasiones llegaba tan cansado su amado que solo iban a la cama a dormir, entonces por la mañana hacían el amor durante la ducha o antes de sentarse a comer.

Y ese era justo el momento de atacar a su novio, solo de verle se antojó comérselo a él y no todo lo que preparaba.

Por un lado el desayuno es muy importante y más siendo ellos héroes, pero lo que Deku preparaba parecía más una comida o una cena, aún se preguntaba como no engordaba luego de atragantarse con tanta comida.

Lo amaría igual si estubiera gordito, pero no era el caso o hacía mucho ejercicio o por culpa de este tenía que comer tanto.

Lo que fuera, igual le gustaba saborear su lóbulo y decirle al oído de manera sensual que llegaría al trabajo tarde y con olor a sexo duro, lo cual solo ponía al símbolo de paz más cachondo.

Deku era irreconocible con la mirada ida, la saliva escurriendo de su boca, en solo un segundo y ya no tenía su pantalón ni su boxer, solo un palpitante y caliente pene delizandose por sus posaderas.

El rubio separó con ambas manos ese lindo par de nalgas y dejó ver esa entrada en la que se moría por entrar, dejo caer un poco de lubricante, que siempre traía consigo para momentos así, su duro amigo ya empapado y lo metió de una sola estocada.

El placer de sentirse apretado entre sus paredes era fantástico, pero escuchar los gemidos era aún más glorioso, adoraba cojerse a Deku, pero nada sé comparaba con hacerlo delirar de éxtasis.

Le encantaba complacer a su amante y ver cómo perdía la cabeza en cada estocada rogando por más.

Embestidas bruscas y fuertes golpeando el punto exacto, aunque fueron pocos minutos de desenfrenado sexo, ambos terminaban exhaustos.

Pero aún así, el peliverde tenía que limpiarse y continuar con el desayuno, tenía que llegar si o si a su entrenamiento con Todoroki, así le doliera el culo o no.

Katsuki sonreía victorioso, beso a su novio enojado y comió apenas una cuarta parte de lo que su acompañante, esa mañana ambos salieron tarde del apartamento.

Pero no importaba él tenía cosas que hacer al igual que el de ojos esmeralda, que resplandecían con furia fingida, pues también amaba ser atacado por el de ojos rojos que reflejaban  lujuria pura.

Su mañana consistió en conseguir información, actualizar su lista de "desgraciados que merecen morir por malditos."

Ni estando con el famoso héroe #1 se olvidaba de su misión de matar esas ratas, no era broma que tenía una lista tanto de personas en prisión como en la política, lo que dijo a los jefes de Deku era completamente verdad.

Aún tenía cosas que hacer, tratos que serrar y llamadas por hacer.

Aún faltaban un par de piezas en su rompecabezas, tenía que tener todo para armar su plan.

Durante su día tubo que rescatar a una mujer de un robo, algo tan simple como eso atraía la atención de los medios y claro de más héroes, lo único bueno de ese insistente fue ver a su amado, poder besarlo en alguna esquina.

Se tubo que ir antes que los molestos reporteros lo hostigaran de preguntas, ya todos sabían del encuentro con Deku en un par de días, no nesecitaban saber más.

Odiaba que fueran así.

Besar a Deku fue su mejor recompensa del día, más el saber la manera desastrosa en que lo dejó, sus mejillas rojas y tratando de regularizar su respiración.

Fue cómico ver cómo Deku ignoraba a sus amigos cuando se acercaron a preguntarle si acaso había sido amenazado o algo por el estilo, debido a que fue azotado contra un pared con fuerza.

Pero fue maldita mente inevitable no comerse a besos a su lindo novio.

Esa noche recibió un regaño por parte del peliverde ante su osada y atrevida manera de besarlo sin importarle el lugar ni el momento.

Claramente esa noche no hubo sexo, pero debía agradecer que al menos no lo echo a la calle.

Antes de eso pudo pedirle un último detalle a su querido novio, ya que un día antes del gran encuentro lo tendía libre para descansar antes del enfrentamiento.

Pero acababa con su plan y le exijo a su chico de ojos esmeralda que cambiará ese descanso para el día siguiente del encuentro.

Y aunque Deku no entendía la razón, aceptó.

Las piezas comenzaban a estar en su lugar.

Pero aún tenía algunas personas con quiénes hablar.

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Kacchan tiene planes para Deku...

Serán buenos o malos o malvados???

Faidahyuxio