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"Carta de Temo"

Capítulo 15

La manera en que la muerte de Temo afectó a Aristóteles es increíble.
Había pasado ya un mes desde que aquel chico fuerte y alegre se despidió del mundo y se fue a un lugar mucho mejor.
Desapareció en alma y cuerpo pero en el corazón de su amigo siempre iba a permanecer.

Cada vez que éste lo recordaba le daban unas ganas enormes de llorar.
Lo soñaba tanto que llegó al punto de creer que éste aún seguía con vida y que cuando despertara lo iba a tener para siempre. Claro que cuando despertaba se llevaba una tristeza enorme. Ya no estaba.

- ¿Aún puedes oírme? — preguntaba Aristóteles a la foto donde él y Cuauhtémoc salían dormidos y abrazados, la misma foto que le tomaron Fermín y Galván en aquel trágico viaje — Perdón Temo — comenzó a llorar — yo no quería que te fueras, jamás lo habría ni siquiera pensado, tú eras la única razón de mi felicidad y ahora que te fuiste me dejaste sin nada — abrazó la foto — yo te quiero de vuelta, te quiero aquí conmigo — Se podía notar la tristeza en su rostro, había demasiada. Se combinaba con el dolor y con el remordimiento.

Él creía que todo había sido su culpa pero fue de todos. Suya por destruirlo, de sus amigos por ayudarle a hacerlo y de Cuauhtémoc por tomar esa decisión tan apresurada.

Cuauhtémoc, Cuauhtémoc, aún te quedaba mucho tiempo para ser feliz.

- Esta foto me la dio tu padre — Aristóteles seguía 'conversado' con aquella linda foto — revisó tus cosas y antes de irse de Oaxaca me la entregó porque creyó que yo quería tener un recuerdo tuyo — la pegó a su pecho con gran fuerza — estaba en todo lo correcto, siempre voy a querer un recuerdo tuyo porque los abrazos que me diste junto con aquellos "te quiero" que se quedaron en mi mente ya no me son suficientes. También me dio tu balón favorito de básquetbol, el gafete de tu trabajo y tu camisa favorita. Él quería deshacerse de todo lo que le recordara a ti y yo quería tener todo lo que pudiera en algún momento revivir tu recuerdo — se secó algunas lágrimas y se acostó en su cama dejando la linda foto junto a él. Después de unos cuantos minutos se quedó dormido, había llorado mucho.

Era cierta esa frase; Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido.
Aristóteles estaba completamente arrepentido por todo lo que no pudo hacer y es que es cierto, cuando haces algo y te sale mal, por lo menos lo intentaste y te vas con ese sabor de boca. En cambio, cuando piensas en hacer algo y no lo haces por temor, te arrepientes el resto de tu vida.

Ni un millón de "lo siento" va a cambiar el hecho de haber perdido su más grande fortuna; su mejor amigo, su compañero y su único y primer amor.

Después de un par de horas de su profundo sueño se despertó.

Se me había olvidado contarles que antes de irse de Oaxaca, Pancho López, padre de Temo, le dejó una copia de la carta que había hecho su hijo antes de salir en aquel auto y acabar con su vida.

El joven Córcega aún no la había leído porque seguía destrozado y no quería volver a caer pero se decidió por hacerlo de una vez por todas.
Abrió la carta y comenzó a leer aquel papel:

"Jueves 15 de Noviembre del 2018"

Cuauhtémoc López


Para todos aquellos que en vida me quisieron y para los que no tanto:

Dicen que todo pasa por una razón.
Que las desiciones que tomamos son porque nos llevarán al camino correcto.
Que el destino ya tiene escrito nuestro futuro y que sólo podemos aceptarlo, no cambiarlo.

Espero que la desición que voy a tomar me lleve al camino correcto, me lleve a la paz y pueda ser completamente feliz.

La sociedad aún no está preparada para aceptar, asimilar o asumir algo diferente a lo que según sus creencias es lo correcto. Estoy harto de los pensamientos anticuados que se les inculcó a la gente hace al parecer millones de siglos, es de inteligentes evolucionar la mente y al parecer nadie aquí es inteligente.

No quiero ni pienso seguir aquí sufriendo por ser lo que soy, por amar a alguien (que no me ama), por pensar diferente a todos ellos.

¿Saben? algunas personas no están destinadas a estar o permanecer en nuestras vidas y es por eso que me iré. Espero pronto poder terminar con todo esto.

Quiero pedirle perdón a todas las personas a las que mi adiós les va a afectar. A las personas que me querían de verdad, a mis amigos (que creo que ya no tengo), a mis hermanos, a mi papá, a mi familia.


Quiero pedirles perdón a todos los que en algún momento convivieron conmigo y sintieron cariño hacia mí.

Perdón por ser tan cobarde y salir corriendo tan rápido de la vida.

Lamento que la desición que tomaré les duela pero estaré en un lugar mejor.


Quiero dejarles una frase que me gustó mucho para que cada que la lean o escuchen se acuerden de mi.

Espero también que los haga reflexionar y puedan perdonarme porque ésta es mi excusa:

'El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo la teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males'  [Sócrates]

La muerte va a ser mi mayor bendición.
Por fin seré libre.

Los quiero mucho a todos, espero que jamás me olviden y por favor, no dejen que gente que en vida me trató mal sienta lastima por mí.
No me sirve de nada.

Tengan por seguro que los cuidaré desde donde quiera que esté como si fueran mis propios hijos. Sea quien sea que esté leyendo ésto.

Con mucho amor, cariño, tristeza y  miedo se despide Cuahutémoc.

Espero puedan perdonarme.

Los quiero mucho.

- Cuauhtémoc López

Terminó de leer aquella carta y se soltó en llanto de nuevo.
Sabía que había sido su culpa pero ahora sabe que solo fue un factor muy importante en su decisión.

"Arrepentido" no es suficiente para describir el sentimiento que tiene en todo su cuerpo en este momento.

Ya no quería saber nada más de Temo por hoy, descansaría un rato de tanto llorar.

Anoche te soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora