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"No puedo dejar de verte"

Capítulo 02

"Déjame tomarte de la mano, déjame mirarte a los ojos. Déjame a través de mi mirada darte todo mi esplendor."

Aristóteles cantaba un canción, muy bella por cierto.

- Déjame quedarme aquí, déjame besarte ahí donde guardas tus secretos-me miró

- Los mas oscuros - continúe- y los más bellos - terminé la canción y Ari se aventó contra el sofá junto a mí

- Cantas muy bien Temo, desearía cantar así - acomodó su cabeza en mis piernas mientras reía después de caer en el sofá

- ¿Es broma? ¡Cantas hermoso Ari! De verdad, tu voz es preciosa - jugué con su cabello

- Ya quisiera - rió. Su risa es hermosa maldita sea.

- Te juro por Dios que tu voz es la más hermosa que he escuchado en años - sonreí - créeme que para que yo le haga un cumplido a alguien tiene que ser cierto al cien por ciento.

- Te juro por Dios que eres la única persona que logra sonrojarme en cuestión de segundos - Era cierto, en este preciso momento tenía un sonrojo en sus bellas mejillas

- ¿Quieres más café? - pregunté evadiendo su comentario

- ¡Por favor! - ambos reímos y comencé a servir en dos tazas un café bien cargado - sin duda alguna ese trabajo en el que estás es un infierno, cada día que voy me toca escuchar a tu jefe gritar como si no hubiera un mañana

- Está loco - bebí de mi café

- '¿Te digo algo? Los locos están locos porque les falta amor. Tengo la certeza de que tú jamás estarás loco porque a ti; amor te sobra. - me miró- Mi amor te sobra.'

- ¿Tu amor? - lo miré extrañado

- Es el diálogo de mi obra - rió al ver mi cara de confusión - ¿Me irás a ver mañana cierto?

- A lo mejor - reí - ¿A qué hora es?

- A la hora que tú quieras - me miró desde abajo aún recostado en mis piernas - es un ensayo en mi casa, aún no es la presentación final.

- Entonces estaré ahí después de la escuela - alcé la mano - lo prometo.

- Más te vale - me miró. Siempre que me mira así me quedo paralizado, no tengo idea de que hacer cuando me ve de esa forma; no sé si reír o decir algo para liberarnos de los silencios eternos que se hacen. No tengo idea de lo que siento por él y menos de lo que él siente por mí.

- Ahí estaré - se sentó completamente a mi lado

- Ahí estarás - dijo eso mientras sonreía y me miraba - ¿Quieres ver un adelanto de mis diálogos?

Tartamudeando logré decir que sí.

- Bien, mi primera escena es donde me encuentro con la chica de la cual supuestamente estoy enamorado;

- 'Creo que estamos perdidos, no hay ni una sola cabaña aquí, solo árboles y más árboles. Si, lamento decirte que estamos completamente perdidos'.

- 'Creo que si tú no hubieras huido de tu familia con tal de esconder nuestro amor nada de esto estaría pasando, bella joven'.

- 'No tienes razón alguna como para negarme. ¡Soy tu novio! ¡Somos pareja! ¡Nos amamos! Por Dios, nadie esconde a la persona que ama. ¿O no me amas?'

- 'No te amo, me has quitado la tristeza y la soledad pero no te amo. Me devolviste las ganas de vivir y la esperanza pero no te amo. Dejaste fuera todos mis miedos y mi sed de venganza pero no te amo. Salvaste mi vida más de mil veces pero no te amo. El amor es algo tan pequeño a comparación de lo que yo siento por ti, así que no; No te amo.' - cité el diálogo perteneciente a la joven con la que haría la obra.

Aristóteles me miraba con sorpresa.

- Me dediqué a leer el libreto en la biblioteca - reí nervioso. Lo último que quiero es que piense que lo acoso y estoy al pendiente de todo lo que hace. - me llamó mucho la atención cuando los vi ensayar la otra vez en el teatro - aún no recibía respuesta de su parte - está muy linda su obra Ari

- Si, wow, Temo, creí que nadie ajeno a mi club de teatro se sabía eso. Es muy lindo que pienses eso de mi obra, es algo muy importante para mí - pasó su brazo sobre mi hombro

- Espero les salga bien Ari - me puse nervioso, más de lo normal, al ver que Ari no dejaba de verme - bueno, yo me voy, nos vemos luego - caminé hacia la puerta y Ari me detuvo.

- ¿Te vas a ir de tu propio departamento? - se soltó a reír

Con un sonrojo excesivo logré decir que había olvidado por completo dónde estaba.

- Lo entiendo, estás nervioso, bebimos mucho café y azúcar - aún se reía- Pero ahora sí, me retiro de TU casa - recalcó con un fuerte tono el "Tu"

- Adiós Aristóteles - ¿¡POR QUÉ ME PASAN ESTAS COSAS!?

- Adiós Cuauhtémoc - me dió un abrazo y salió de mi departamento.

¿Por qué no puedo hacer nada bien?

Anoche te soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora