Persiguiéndote

Miau~? (V)

El partido comienza después de que ambos se saludan. Ambos se inclinan el uno al otro. Mientras Sairi hizo una reverencia formal, Ivon no se molestó en poner ningún esfuerzo y solo hizo una leve reverencia antes de enderezarse. Algunos espectadores fruncieron el ceño al ver la arrogancia en sus ojos, sin siquiera inclinarse en nadie. Era demasiado orgulloso y pasaba por alto incluso su tradición.

Podían pelear en la forma que quisieran, pero era una tradición pelear en su forma felina, como lo habían hecho, como lo hicieron sus antepasados. Ivon cambio a su forma felina y se mostró orgullosamente, como u pavo real que muestra su cola. Sairi tampoco dudo y se movió. Su pelaje plateado brillaba intensamente cuando el sol se reflejaba, sus manos y pies se convirtieron en patas y sus uñas se alargaron.

La forma felina del gato era mucho más grande que su predecesora. Ivon tenía almenos 3.2 metros y Sairi tenía 2.6 metros de largo desde su hocico hasta el final de su cola.

Muchos de los espectadores se quedaron sin aliento cuando vieron la forma felina de Sairi.

-¿Es eso un leopardo de las nieves?

-Oye, ¿pensé que ya estaban extintos?

-Escuche que eran uno de los clanes más feroces.

-¿Qué crees que está haciendo aquí?

-¿Crees que habrían más?

-Escuche que las hembras son las mejores.

Continuaron hablando entre ellos. Sairi e Ivon se dieron la vuelta, esperando que el otro hiciera un movimiento. Ivon soltó un gruñido amenazador, como para advertirle a Sairi que renunciara. No creía que Sairi durara ni cinco minutos en su lucha.

Sairi emitió un gruñido bajo y peligroso a cambio y eso enfureció a Ivon. Ivon se abalanzo sobre Sairi, pero esquivo rápidamente y le paso la garra al hombro de Ivon, dejando un corte profundo.

Los ojos de Ivon se contrajeron, le había dolido y le dolía por este pequeño leopardo que se atrevió a pisar su césped. Ivon ataco a Sairi, golpeo con sus garras e intento morder a Sairi, pero Sairi leyó sus movimientos con demasiada facilidad y evito sus ataques.

Ivon se enojó más porque se veía como un tonto y aumento su velocidad, pero ¿podría un león ser más listo que un leopardo de las nieves? La respuesta es simple, no. Aunque Sairi podría no ser tan fuerte como Ivon en fuerza, no le faltaba agilidad ni resistencia.

Cada vez que Ivon atacaba, Sairi eludía y contraatacaba a cambio. Era como si los dos estuvieran bailando juntos y Sairi fuera quien dirigiera el baile. El suelo pronto se cubrió de salpicaduras de sangre, pero todo provenía del cuerpo de Ivon.

La sangre despertó a un más su instinto depredador y sus ataques se hicieron más feroces y despiadados. Había grietas apareciendo en el suelo y rugidos y gruñidos eran todo lo que se podía escuchar desde el anillo. Muy pronto el cuerpo de Ivon estaba lleno de cortes por todas partes y su pelaje estaba empapado de sangre.

La resistencia de Ivon se estaba agotando y a una velocidad alarmante.

Fue triste decirlo, pero el partido fue completamente parcial, como si Ivon fuera el ratón y Sairi fuera el gato y solo estuviera jugando con Ivon hasta que muriera.

Ivon se lanzó a la locura, sus ojos estaban llenos de sangre y sus ojos naranjas brillan. Estaba en el estado de locura. Este estado solo se activaría cuando la vida de un hombre-gato estuviera en peligro, este estado aumentaría su poder de lucha como si se les inyectara sangre de pollo

(Inyectado con sangre de pollo- volverse loco u obsesionado con algo)

Ivon libero un aura sedienta de sangre y él se lanzó hacia Sairi una y otra vez enloquecidamente. Sairi sabía que la racionalidad de Ivon ya había desaparecido y eso era lo que planeaba, pero lo que sorprendería a todos era que sabía cómo activar este estado de locura incluso sin que su vida estuviera en peligro.

Accidentalmente se había encontrado con este descubrimiento cuando aún estaba en el ilustre bosque.

Sairi rugió tan fuerte que resonó en todo la ciudad, y los Hombres-gato que los rodeaban tenían que taparse los oídos. Los ojos de Sairi se tornaron de un color helado y perdieron su luz, sus pupilas se contraen. Un aura diabólica se desato de su cuerpo y se envolvió sobre todos, algunos hombres-gato más débiles se cayeron.

Muchos de los espectadores se sorprendieron demasiado cuando el aura de Sairi les recordó lo que debería sentirse el aura de un Rey. Sairi espeto y se fue a la ofensiva. Corrió de izquierda a derecha y de derecha a izquierda y se aseguró de que sus ataques golpearan los puntos débiles de Ivon. También se aseguró de que hubiera suficiente poder en sus golpes para que penetrara en sus huesos.

Se escucharon sonidos de grietas cuando Sairi fue implacable en sus ataques. Ivon estaba siendo empujado en una esquina, incluso con su estado de locura, no podía ganar contra Sairi.

Sairi agarro una de las patas traseras de Ivon cuando su velocidad de reacción había disminuido y la rompió como una ramita con sus poderosas mandíbulas. Ivon grito de dolor, pero Sairi no se detuvo allí. Aprovecho esta oportunidad y apretó sus mandíbulas en el cuello de Ivon.

Se escuchó un chasquido y la multitud estallo en un frenético grito. Un león sin vida colgaba de la boca de Sairi y lo arrojo a un lado. La sangre goteaba desde sus colmillos hasta su barbilla. Su pelaje se empapo con la sangre de su enemigo.

Para Bao Bao, Sairi realmente parecía un demonio. Bao Bao se estremeció. Había olvidado como se veía su anfitrión cuando lo había conocido por primera vez, porque estaba demasiado acostumbrado a la apariencia de su anfitrión en el mundo anterior, había olvidado que él era el que había hecho un trato con el diablo.

Por lo general su anfitrión seria pasivo, pero eso era solo porque estaba restringido y ahora que no había ninguna restricción. Era como una bestia salvaje sin cadenas.

Bao Bao trago saliva ante la espantosa escena. Las entrañas de Ivon colgaban de su abdomen desgarrado, su cola había sido aplastada, su pierna trasera estaba en un ángulo irregular, una vez su pelaje dorado estaba destrozado, y su melena de la que estaba tan orgullosos estaba destrozado junto con su cuello. El cadáver de Ivon yacía en un charco de sangre.

Bao Bao se hizo una nota a sí mismo, no se ponga del lado malo de su anfitrión.

La multitud no pudo preocuparse por Ivon y aplaudieron fuertemente al nuevo campeón. Su sangre corría por toda la pelea, fue muy emocionante para ellos y quedaron atrapados en el momento.

No muy lejos de la multitud, un hombre había estado sentado sobre uno de los techos de un edificio cercano. Estaba observando el duelo entre Ivon y Sairi. La esquina de su boca se curvo hacia arriba y una seductora sonrisa diabólica apareció en su rostro.

Se dio la vuelta, salto del techo y desapareció entre la multitud de personas en la calle.