Joven Maestro ( XIII)

6.6K 924 125
                                    

Long Zixi la miró, sus ojos estaban llenos de esperanza (WY). Pero justo cuando esperaba que una mano se acercara a ella, había olvidado que no era a él a quien conocía, ni recordaba que estaba dispuesto a firmas como testigo.

La voz de Long Zixi era fría y sin emociones, "Te hiciste esto a ti misma".

El mundo de cuento de hadas de Wei Yue fue destrozado por sus palabras. El hombre con el que ella había intentado con todas sus fuerzas llamar su atención, acababa de cortarle el único chaleco salvavidas que le quedaba. Las lágrimas comenzaban a derramarse mientras ella negaba con la cabeza, "No ... !No! ¿Por qué? Yo... ¡No!".

Aunque le dolía al Sr. y Sra. Wei ver a su hija dividida de esa manera, necesitaban fortalecer sus corazones. Sabían que necesitaba ayuda importante y no iba a mejorar si se quedaba en casa. Sus esperanzas eran que ella podría sanar y mejorarse para al menos vivir una vida normal.

Wei Yue se arrodilló y grito con su corazón. Aunque pudo parecer que tuvo el corazón roto por haber sido despedida, en realidad está llorando por haber sido expulsada del lugar que le correspondía, y en lugar de ver sus errores, en realidad estaba tratando de pensar en formas de vengarse de Wei Xiao.

Wei Yue pensaba que alguien vendría y la consolaría, pero nadie vino. Ella se sentó en el suelo llorando hasta que no pudo más. Incluso los empleados no se atrevían a moverse, si sus empleadores que eran sus padres, no iban a consolarla. ¿Les crecieron bolas suficientes para pensar que podrían ir? No, aún tenían bolas subdesarrolladas del tamaño de una pasa. La única persona que se podría decir que tenía bolas de tenis sería el mayordomo Wang, pero en este momento realmente no sentía nada por la joven señorita.

Wei Yue se volvió a mirar hacia abajo porque temía que si veían sus ojos, sabrían que no está arrepentida en lo más mínimo sino que más bien hervía de odio. Sabía que no tendría otra opción que firmar el documento, Wei Yue maldijo a Wei Xiao mil veces en su corazón. Las manos temblorosas de Wei Yue se agarraron al bolígrafo sobre la mesa y firmaron su nombre en la parte inferior.

Después de firmar su nombre, exhaló un profundo suspiro. Sus ojos todavia estaban hinchados y rojos por su llanto de hace un momento, haciéndola parecer extremadamente vulnerable y delicada, pero el Sr. Wei había tomado su decisión hace mucho tiempo.

Le quitó los papeles y le dio una copia del acuerdo. Luego, miró a los sirvientes. Esto les dio un presentimiento de que proto serían 'resueltos'. Habían estado con la familia Wei por el tiempo suficiente como para saber qué no debían meterse con el Sr. Wei, pero acausa de las escandalosas demandas y la dictadura de Wei Yue no podían negarse.

A pesar de que técnicamente no tenían la culpa, aún tenían parte de la culpa por permitir que las cosas ocurrieran a este grado. Todos rezaron en silencio para que no se desquitarse con todos. De los rumores de los siervos superiores, no solo se les trataría a ellos sino a su familia también.

La mayoría de los empleados estaban nerviosos por la mirada del Sr. Wei, pero aquellos que habían vuelto la espalda o hacían de la vista gorda, eran los que se bañaban en su propio sudor frío en este momento. En silencio, se regañaron en sus corazones por ser demasiado codiciosos o estúpidos en ese momento y se vieron obligados a cumplir sus planes.

La voz del Sr. Wei sonó fuerte y clara, "Limpia la basura, no los necesito".

El mayordomo Wang hizo una reverencia y chasqueó los dedos; menos de dos segundos después, un grupo de hombres con trajes de negro entró. Se dirigieron directamente a un lado del pasillo, agarraron a un puñado de sirvientes y se los llevaron. Los dos primeros sirvientes comenzaron a gritar y suplicar que los soltaran. Juraron una y otra vez que nunca volverían a hacerlo.

PersiguiéndoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora