Parte 1 Sin Título

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ESTE PRIMER CAPITULO QUEDA COMO UNA PRUEBA, CONTINUARÉ LA HIDTORIA SI VEO QUE ESTA TIENE ACEPTACIÓN. Ha pasado la prueba, ah.

[Narra Paulo]

Iba caminando por Córdoba, quería ver a mis parientes, que hace tanto tiempo no veo. A parte, eran fechas festivas y tenía que venir. Era exactamente el 22/12/2017. Estaba yendo a comprar los regalos para navidad: una pelota de fútbol para mi prima, un vestido casual para mi madre... Y demás.

De repente, en la cafetería del frente veo a alguien que se me hace algo conocido, aunque no tanto. Lleva una remera de Boca y está solo... No, no está solo... ¿Ese es...?

-¡¡¡Gago!!!- grité para que se despierten las vecinas chusmas a ver que anda pasando por las calles.

Él miró para todos lados para ver de donde provino ese grito de guerra. Yo corrí para encontrarlo y sentarme.

-¿Que haces acá? ¿Vos no deberías estar en Buenos Aires con tu familia?- pregunté rápido, intrigado.

-Che, para, cállate un toque, tampoco viste a Messi.- dijo tratando de clamar mi nerviosismo, Fernando.

-Bueno, está bien. ¿Vos sos...?- le pregunté al pibe que estaba sentado solo hasta que llegó Gago.

-Cristi...

-¡Cristian David Pavón!- interrumpí.

-Que acosador- dijo gago ríendo. Yo me uní, Kichan se sonrojó.-Che, me voy un toque al baño, ¿Me bancan?

-¿N~no acabas de venir de ahí?- dijo Cristian.

-Si, pero me agarraron ganas de volver a mear ¿Algún problema?- Cristian desvió la mirada, y en ese lapso de tiempo, Gago me guiñó un ojo y fue al baño.

Mientras tanto, Cristian y yo estábamos en silencio, ya habían pasado como 8 minutos, nos empezamos a preocupar.

-C~che, como que está tardando mucho.- dijo para romper el hielo, algo nervioso y sonrojado. No entiendo porque se sonroja, ni el guiño de ojo de Gago.

-Si, está tardando algo, si queres vamos a ver que le pasa.

-Dale.

Fuimos al baño, no había absolutamente nadie. Si estas mierdas siempre están llenas de gente.

-Ah, no, mirá esto.- dijo señalando algo que, por lo visto, está pegado en la puerta.

-Mierda.- dije cuando lo leí.

- ¡¿Como que estamos encerrados, culiao?!- dijó Kichan alterado.

-Primero: No se, Segundo: Acá el culiao sos vos.

-¿Que flasheas?- dijo haciendo montonsito con la mano.- Mejor, tratá de abrir esta mierda porque solo no puedo.- dijo forsejeando con la manija de la puerta.

-A ver, salame, dejá a un hombre de verdad.- dije.

-Uh, nene, el calor te hace mal, se ve.

-El calor me hace re mal, kichancito, apagame.- dije tirándole un beso. Mientras agarraba la manija de la puerta para intentar abrirla, riendo por el sonrojo de Cristian.

-Dale, boludo, te vas a lastimar.

-No, no, dejame un toque má... Ay!!! La puta madre. Me corté, manija del orto.

-Vení que te ayudo.

-Dudo que puedas hacer algo.-dije extendiendole la mano ensangrentada.

-Ahí hay un botiquín. Y un... ¿expendedor de forros?- dijo, viendo lo que había al lado del botiquín.- andá a saber que pasará si pones una luz ultravioleta acá.

¿Será posible...?/ Paulo Dybala & Cristian PavónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora