¿Será posible...?/ Paulo Dybala & Cristian Pavón

Parte sin título 19

[Narra Cristian]

Nunca practiqué sexo anal, porque a la mayoría de las pibas no les gusta o no quieren. Vamos a ver como se siente.

Paulo se levantó, dejando de hacer masajitos alrededor de mi ombligo y se subió encima de mis rodillas, dios, el tacto de sus nalgas y mis rodillas desnudas ya me ponen, que tiene este pibe, ¿magia?.

Agarró mi miembro e hizo movimientos de arriba a abajo para empezar a erectarme, gateó con sus rodillas un poco mas arriba, haciendo que nuestros penes choquen, seguía con su mano haciendo los movimientos en mi miembro y, con la otra mano agarró el suyo, haciendo los mismos movimientos, juntó los dos órganos masculinos e hizo una paja doble, ya estábamos acalorados, ambos, se sentía en el ambiente.

 me senté y él se cayó para atrás por mi acto, a lo que yo aproveché para dejarlo debajo mío. Abrí sus piernas y me puse en el medio, me moví de arriba hacia abajo para que nuestros miembros choquen y seguir excitándonos aún más.

Tomé sus mejillas con una mano y acerqué mi boca a sus labios, los junté y le metí un chape no tan intenso, quería verlo sufrir como él me hizo sufrir a mí cuando me hizo rogarle.

Separé un poco nuestros miembros y, con la mano que no estaba en sus cachetes, agarré mi pene para masturbarlo, él trató de hacer lo mismo, pero agarré ambas manos suyas con la anterior posada en sus mejillas y las puse sobre su cabeza, dejándolo a mi merced.

-No seas hijo de puta, ki...jsbdjdjdkn.- saqué mi mano de mi pene y la puse en su boca, lo miré con una mirada burlona, a lo que él frunció el seño, demostrando "enojo". Trataba de levantar su cadera para rozar su chota con lo que viniese, pero arruiné sus planes nuevamente, intercalé nuestras piernas, es decir, quedamos como en una especie de tijera lésbica, solo que yo tenía mis rodillas apoyadas en la cama a la altura de sus muslos, una de mis manos teniendo las suyas y la otra en su boca

Le estaba Impidiéndo toda acción en mi contra, o eso creí. Se hizo el vivo y levantó la pierna que había quedado entre mis dos piernas, para apretar mi entrepierna e hizo que perdiese fuerza, logrando la dominación de la situación y volverse a recostar encima mío.

-Te odio.- desvié la mirada a alguna parte de la habitación haciendome el enojado.

-Dos años de experiencia a diez, kichan. Lo que vos apenas estás conociendo por internet ya lo viví en carne propia.- dijo burlón y con sus dedos mágicos empezó a acariciar de mi vientre a mi pecho y viceversa sucesivamente, agarró mis manos con una de las suyas como yo había hecho anteriormente con él, mientras su mano seguía acariciandome.

-Dos años de experiencia y veinte años de Villa, Paulito.- dije liberando mis manos de su agarre y volver a posicionarlo debajo mío, esta vez controlé que no tuviese como defenderse, con mis piernas encerrando las suyas.- pequeño detalle.- finiquité. Lo empecé a besar una vez más, con mis brazos alrededor de su cuello y él con una de sus manos sonteniendo las sábanas y la otra en mi cintura. Me mordió el labio inferior para que abra la boca y meter su lengua, de paso, cuando hizo eso pasó uno de sus dedos por mi entrada. Nos separé del beso.

Agarre una de mis pulseras para atar sus manos juntas sobre su cabeza.- para que no te me hagas el vivo devuelta.- ahora yo me estaba burlando de él.

Hizo fuerza abdominal y se sentó de golpe tratando que que cayese como hizo él antes. Pero tuve una idea para cagar sus planes y la llevé a cabo, aprovechando que despegó su espalda de la cama, imité un abrazo y haciendo una maniobra de llave lo puse en cuatro. No le tapo la boca porque quiero escuchar como me gime.

-Te voy a soltar, pero si te tratás de escapar te la meto de una.¿Estamos?- asintió con la cabeza, pero no me es suficiente.- ¿Estamos?.- le di una nalgada.