[Narra Paulo]
Yo no se que me pasa, lo que se es que vida hay una sola, y si no la vivimos, no va a haber una segunda oportunidad. Porque esto es como una guerra, guerra que solemos luchar solos y contra nosotros mismos, con la diferencia de que en esta guerra, no hay armas, no hay golpes, ni defensas. Es una guerra inofensiva físicamente, ahora, ¿Mentalmente? Es tremendo quilombo, te pueden pegar de todos lados, pero tenes que seguir en pie, porque si te desmayas no podes vivir tu única vida como querrías.
En la vida hay que aprender a saber que baila tu mente, a veces está todo feliz y es un cuarteto, otras veces estás sentimental y es una danza clásica.
Si, está bien, vida hay una, pero el miedo está, siempre hay miedo para todo. La gente es cagona, y en defensa propia, acusa a los demás de cagones. Yo puedo ser re chamuyero, jodón y lo que quieras. Pero no significa que no tenga inseguridades, así que podría decirse que soy un toque careta. Porque a veces estoy mal y oculto todo con una sonrisa y mis jodas, otras veces estoy bien y me mando alta cagada por cargar a la gente.
Andá a saber que carajo baila mi mente, yo todavía no lo se, bueno, ¿Que querés que haga? Nací para el fútbol, no soy profesor de música, y con lo impaciente que soy menos podría serlo.
Sabio Dybala me llamaban, ya se, ya se. Es que a veces maquino mucho y llego a mis propias conclusiones, en vez de creerle a todo lo que dice la ciencia, me parece mejor.
No se que me pasa con Kichan tampoco, es como... A esto en las novelas lo llaman "confusión" ¿Será eso? ¿Hay que creerle a todo lo que vemos? No se, pero es la única escapatoria que tengo creerle a lo que se, porque de lo desconocido no tengo certeza alguna.
Voy a intentar dejar de maquinarme y disfrutar, si es que puedo.
Estamos en la heladería siendo atendidos por el chabón este, Kichan lo está mirando mucho, creo. ¿Porque no me mira a mí en vez de a este? Yo soy mucho más lindo para ver.
-Frambuesa y chocolate.- respondió a mi anterior pregunta.
-Dos conos de $95 (95 Pesos argentinos)- le ordené al chico.- uno con frambuesa y chocolate- pedí- goloso- le susurré a Cristian de costado con Una sonrisa.- Y el otro con limón al agua y menta granizada.
-Ah, pero me decis goloso a mí porque vos sos re amargo, ¿Limón y menta? Con uno te lavas los dientes y el otro se los pones a las milangas (milanesas)- carcajeó, yo le di una palmada en el brazo.
-Acá tienen.- nos extendió Los dos helados bien armados y con debida forma, yo le entregué $200 y le ofrecí quedarse el vuelto para que Kichan pensase que lo hago porque quiero y no por él, el chico se negó rotundamente y volví a insistir hasta que aceptó.
Fuimos a sentarnos en Una mesita que estaba adentro de la heladería bien acondicionada a Los 31°C de temperatura que hace en las afueras de la heladería, en la ciudad de Córdoba. Una mesita bastante linda y con un mantel que llega hasta los ¿¾? de las patas que la sostienen, era Chiquita, rosabamos Las piernas por debajo de esta.
Cristian empezó a chupar el helado bajo mi atenta Mirada, pasaba su lengua de arriba a abajo, en círculos, parecía tan concentrado en lo que hacía, me empezó a transpirar la nuca y desvié la mirada un toque, pero después lo volví a mirar fijamente. Cuando se dio cuenta de mi mirada agarró la cucharita y empezó a comerlo con ella. Yo comencé a chupar la parte mentolada, como lo hacia él al principio, nada más que yo lo hacía sin pudor alguno.
-¿Está rico?- Asintió con la cabeza, mientras seguía comiendo a cucharadas la frambuesa.- ¿Te comió la lengua el ratón?- hice un movimiento de roce entre mis piernas y las suyas.
-P~Paulo, acá no.- susurró nervioso.
-¿Que pasa, kichan? ¿Que hice?- me hice el desentendido.
-La puta madre, Paulo Ezequiel Dybala.- me retó
-Después el acosador soy yo- me reí, el no me acompañó, lo que se me hizo raro. Me pegó una patada por debajo de la mesa- Au.- me quejé, sobandome la parte afectada con la mano libre, la que no sostenía el helado.
-Chau.- se levantó "ofendido".
Yo lo dejé, sabía que iba a volver, bah, eso quería creer. Esperé unos minutos, ya había salido por la puerta y yo no lo veía más. Salí para ver si estaba afuera y no era así. Me quedé maquinando a donde se habrá ido.
Empecé a caminar para ver si había rastro de él, nada. Fui para la parte donde habíamos estacionado el auto y nada. Lo único de lo que me di cuenta, es que mi celular no estaba en el bolsillo trasero del pantalón como yo lo había dejado, sino en el asiento trasero de mi auto, encendido, y con un nuevo contacto llamado "Kichan Pavón" ¿Me agendó su número? Y más importante, ¿como mierda me sacó es celular sin que me de cuenta?, igualmente le tengo que hablar, no se porque se fue así. Tambien tengo que cambiar ese nombre, luego de subirme al auto y terminarme el helado que fui comiendo durante todo el trayecto de la busqueda de Kichan sin resultados exitosos, agarré mi celular y al nombre le puse Kichan y dos corazones, uno azul y uno amarillo. Le mandé un mensaje.
"Cristian, ¿Que pasó? ¿Xq te fuiste?"
Me clavó visto. ¿Que carajo le pasa? No entiendo una garcha.
Creo que lo mejor va a ser ir a mi casa y tranquilizarme, faltan dos días para la navidad y tengo que estar bien anímicamente para mi familia, que no veo en casi todo el año.
Puse el carro en marcha, escuchando una música pedorra que encontré por ahí. Llegué a mi casa, estacioné el auto, y, sin decir nada, subi escaleras destino a mi habitación y me tiré en la cama como si fuese un inflable de los cumpleañitos, para quedarme dormido tan plácidamente y en tan poco tiempo.
~Continuará...~
Ke ezta pazando aki? Subiendo caps seguidos? Que extraño, ah.
We
Nunca me voy a cansar de agradecerles a las pocas personas, que leen mi historia berreta y de mierda.
Como siempre, nos vemos la siguiente semana, el mismo día y a la misma hora ahre.
Cjau
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¿Será posible...?/ Paulo Dybala & Cristian Pavón
FanfictionNos conocimos, me cagué, me fui, lo abandoné, y hoy lo vuelvo a encontrar en Rusia, para intentar enmendar mi error . Lo que no se es si lo lograré..-Pavón. No se como pasó, no se cuando pasó, ni porque pasó. Solo se que pasó, y agradezco que haya...