··Eʟ ᴘʀᴏsᴛɪᴛᴜᴛᴏ·· ᴷᵗʰ⁺ᴶʲᵏ (EDITANDO)

··Tʀᴇᴅɪᴄɪ··

En ese momento, Hoseok entró al baño, sorprendiendo a ambos chicos que se encontraban en pleno acto.

—¿Se van a quedar ahí callados? —Exclamó con notable enojo—.

El rubio tomó las caderas del azabache para que este no pudiera levantarse, dando algunas embestidas lentas para provocarle. Sonriendo de forma cínica mientras miraba al pelirrojo por sobre el hombro del menor.

—N-No es...Ah~...Lo que...Pare-Parece...Mnhg...Ho-Hobi...—Articuló difícilmente el azabache tratando de solucionar la situación—.

—Tranquilo, Hoseok —Hizo una breve pausa para jader y morder su labio—. A la final, ustedes ni siquiera son novios...—Con su mano derecha, acercó el rostro del menor al suyo y juntó sus labios en un brusco beso—. Da la casualidad de que puedo hacerle mil cosas sin tu consentimiento...—Jadeó—. Así que disculpa...Pero estamos algo ocupados —De ultima, miró al pelirrojo y se acercó al hombro del menor para morderlo y poner rostro de que disfrutaba lo que hacía—.

—Y-Yo...—La mirada del pelirrojo tenía cierto sentimiento de tristeza y traición, y con su ceño fruncido, se giró y cerró la puerta—.

—¿P-Por qué...Ah~...Hiciste...Eso~?...Ahg...

—Porque tu ahora...—Susurró en el oído del menor—. Eres mío, Kook...Tu ahora me perteneces...—Y lentamente mordió el cuello del azabache—.

—Ah~...¿T-Tuyo~?...

—Completamente...

—Taehyung~...Me voy a...Venir...—Espetó gimoteando y moviendo sus caderas para más contacto con el mayor, quería sentir ese preciado orgasmo—.

—Hagámoslo juntos...—Dijo con sus manos firmes en las caderas del menor para arrecer contra su cuerpo—.

—¡O-Oh si~!...Mngh...—El azabache lo dejó salir todo contra el abdomen del moreno, quien gruñía e insultaba al azar por el placer—.

—Aprietas demasiado...Delicioso...Oh mierda...Hmmm

El rubio tomó fuertemente la cintura del menor gasta llenar por completo su interior.

—Ohj...Se siente...Extraño...—Dijo con voz agitada sintiendo como el rubio salía de su interior—.

—¿Qué tal estuvo, Kook? —Sonrió agitado y miró al menor—.

—Fue lo mejor que sentí en mi desgraciada vida...—Aceptó con sus mejillas ardiendo y su mirada gacha—.

—¿Te apetece una segunda ronda?

—Me duele la cadera...Y el trasero...Y...Todo el cuerpo...