··Qᴜɪɴᴅɪᴄɪ··

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16:35 p.m

Jeon y Jung caminaban por el centro comercial, observando tiendas mientras bebían de sus envases de café.

—Compré un billete de lotería ayer en la mañana —Soltó de la nada el de cabellos rojos, rompiendo el silencioso camino—. Hoy jugaba, precisamente esta mañana —El menor parecía no tomarle mucho interés—. Puse la fecha en que nos conocimos para ver si por lo menos me sirves de buena suerte —Comentó riendo—, como dicen que una pata de conejo es funcional —Rió mientras veía al azabache—.

—Ja-Ja —Rió sin gracia—, muy gracioso, caballo —El mayor frunció el ceño al escuchar aquel apodo que tanto detestaba—, pero no, no creo en esas cosas de la suerte

—Cómo digas —Dijo sin tomarle importancia—, ¿crees que sea buena idea ir a revisar?, se que nunca he ganado la lotería, pero una ojeada no estaría mal —Espetó con un leve brillo de esperanza en sus ojos, siendo notado por el menor—.

—Está bien, vamos —Aceptó—.

—Oh espera —Dijo de repente y tomó el brazo del azabache—. Mira allá —El pelirrojo señaló disimulado un almacén muy llamativo; un Sex Shop—. ¿Entramos? —Propuso emocionado—.

—¿Qué demonios te pasa? —Preguntó con el ceño fruncido—.

—Yo se que quieres, vamos —Y sin consentimiento del menor, haló su brazo hasta llegar al dichoso lugar—.

Ambos jóvenes se dispusieron a seguir, y al entrar, una muchacha se acercó a ellos.

—Muy buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlos? —Preguntó la chica con una amplia sonrisa—.

—Oh, gracias, solo entraremos a mirar —Respondió amablemente Hoseok—.

—Muy bien, espero y encuentren lo que necesitan —Y sonriendo, hizo una reverencia para ir a la caja—.

—Ven, vamos allí —Llamó el mayor y comenzó a caminar por el almacen—.

—Me siento incómodo estando aquí —Murmuró el azabache tratando de ignorar los objetos a su alrededor—. Hay tantas...Cosas...

—Sigamos mirando —Incitó para que su amigo perdiera aquella incomodidad—.

—Ash...

Los chicos caminaron por algunos minutos viendo los productos a sus alrededores; el más interesado era el mayor, quien todo lo que veía y le parecía llamativo se lo enseñaba al azabache con una sonrisa. Llevaban al rededor de diez minutos caminando por el lugar; entraron a un pasillo que estaba lleno de lencería y prendas de vestir eróticas.
El menor de repente sintió interés por aquello, y decidió por fin levantar la mirada para observar más a detalle las peculiares prendas.

Pasaban por una seccion de lencería con temática, cruzándose un maniquí de mujer, que tenía un lindo uniforme de colegiala erótico. Este consistía en una falda con cuadros rojos y negros; una camisa blanca con manga semi-larga y botones rojos a los lados; unas medias veladas blancas que llegaban hasta los muslos con unos pequeños y delicados moños rojos a cada lado de estas; cosa que captó toda la atención del menor.

Este, inconscientemente, comenzó a pasar sus manos por la tela, observando mejor cada pequeño detalle que llevaba la prenda, descubriendo que en el borde de la bonita falda, había por debajo un encaje negro muy suave; cosa que le parecía atractiva a Kook.
Y sin darse cuenta, sus manos recorrían cada rincón del bello traje.

—¿Te gusta? —Y la molesta voz de su amigo lo sacó de su mundo—.

—¿Qué dices? —Respondió distraído hasta que volteó a ver sus manos, quitándolas inmediatamente—. ¡Claro que no! ¡e-es horrible! —Mintió con las mejillas sonrojadas—.

··Eʟ ᴘʀᴏsᴛɪᴛᴜᴛᴏ·· ᴷᵗʰ⁺ᴶʲᵏ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora