··Eʟ ᴘʀᴏsᴛɪᴛᴜᴛᴏ·· ᴷᵗʰ⁺ᴶʲᵏ (EDITANDO)

··Qᴜᴀʀᴀɴᴛᴜɴᴏ··

LEAN ESTO POR FAVOR LPM!!!
:3
Weno, como decía...
Holi, perdón por no haber actualizado en tanto tiempo, en serio lo siento :"<
He estado demasiado ocupada con las tareas y asuntos personales desde que salimos a cuarentena ;-;

Comenten aquí si me extrañaron xdxd

Bueno, vamos al grano...
No se si ya notaron que la historia está próxima a llegar a los 100K de lecturas, y quiero hacer algo especial, pero no c ke azer :v
Si pueden dejar algunas ideas agradecería demasiado, y dedicaré eso que haga a todas las personas que me hayan inspirado uwu
¡Gracias por leer!
Espero sus comentarios, bye~

—¡K-Kook! —Rápidamente el rubio, tomó al menor entre sus brazos—. ¿Qué pasa?

—Fue sólo un mareo...—Murmuró poniéndose firme de vuelta, pues, estuvo a punto de desmayarse—. Gracias, Tae...

—¿Seguro que estás bien?, podemos ir a descansar, debes estar agotado

—N-No...Quiero estar aquí...Y quiero...Leer ese libro

—Nochu...—Miró al chico—. Bien...Entonces...¿Te quedarás aquí?

—¿Acaso irás a otra parte? —Cuestionó viéndolo a los ojos—.

—Pensaba ir a preparar la cena contigo, pero quieres estar aquí...Asi que no hay problema

—Gracias, TaeTae —Sonrió y se abalanzó a su novio para abrazarlo—. Gracias por enseñarme este lugar

—No es nada, Nochu...

—Bueno, estaré aquí un rato, me avisas cuando esté lista la cena, ¿te parece?

—Me parece —Sonrió y besó los labios de su novio—.

—Si necesitas algo, solo llámame, ¿bueno?

—Claro que si

Y antes de irse, el rubio dejó un cálido beso en los labios de su pelirrojo novio.
Salió a pasos lentos mientras tenía una acogedora sensación en su pecho, sabía que había accionado bien al llevar al menor a aquel lugar, pues, sabía cuanto aprecio le tenía este a la lectura.

Kook se quedó solo en aquel inmenso lugar, pues se moría de ganas por averiguar todo de ese libro; se sentía extraño por aquello que le había sucedido. Esa imagen de una elegante habitación en llamas había sido muy detallada; entre las llamas yacía una mujer de cabello negro y demasiado largo, que le veía con tristeza mientras hacía movimientos con desesperación.

De repente sintió su pecho estrujarse y un nudo se formó en su garganta sin su autorización. Y no entendía el porqué.

Quizo despejar su mente pensando en otras cosas, y recordó que leería el libro. Lo tomó entre sus manos y fue a sentarse en la silla de un escritorio polvoriento. Con sus manos sacudió la superficie incluyendo la silla en la que se sentaría, y con emoción tomó asiento y abrió el libro.

Sus ojos se pasaron por la pagina que seguía después de una hoja en blanco, y tuvo la sensación de que ya había visto esa página; la portada.

El nombre del libro, seguido de su autor y seguido de algunos datos importantes. Alguna vez vio aquello pero no recordaba cuando. Todo se le hacía familiar.